Entre solarianos


El lunes fui a cenar al Café Cartouche con unos amigos. Ya son más de diez años yendo a comer costillas y todavía me gustan tanto como la primera vez. Mientras tomábamos cerveza y nos encochinábamos con las costillas la conversación fluía sin problemas. Lo bueno que tienen los amigos es que cuando estás con ellos el tiempo se detiene. En algún momento de la conversación surgió el tema del CaraCuloLibro y la forma en la que la gente ha renunciado a la privacidad y quiere tener contacto con todos aquellos que se cruzaron en su vida y los tres mantenemos el mismo criterio al respecto: ninguno tenemos un perfil en ese lugar ni es probable que lo tengamos, de la misma forma que ningún otro de mis amigos ha elegido ese camino. Al parecer somos bichos raros porque gustamos de conocer realmente a la gente que tratamos, gustamos de pasar tiempo juntos, de hacer cosas, de disfrutar de la vida y si tenemos algo que contarnos, lo hacemos cara a cara o por teléfono pero siempre de manera personal. A ninguno parece interesarnos la vida de la gente, ninguno tenemos el más mínimo interés en saber qué fue de aquella pelandusca que nos comía el nabo en el instituto o de aquel tarado que se sentaba junto a nosotros en la clase y del que nunca más supimos nada.

La conversación continuó al día siguiente con mi amigo el Rubio y su esposa y ellos tampoco tienen un perfil en el CaraCuloLibro ni lo echan de menos. Tienen los mismos amigos desde siempre y con ellos (incluyéndome a mí) hacen cosas, van juntos de vacaciones, comparten los buenos y los malos momentos y les falta tiempo para complacernos a todos. Tras debatirlo un rato hemos llegado a la conclusión que somos trespuntocero, seres superiores y completos, más avanzados que el resto y sin las limitaciones de los dosputocerolistas, ese ganado que necesita la reafirmación de sus congéneres y que considera que la amistad se basa en el número de contactos y no en la calidad de los mismos. No seguimos la tendencia del día, ni nos bombardeamos unos a otros con estúpidos correos que reenvían aquellos que ya han muerto pero nadie se lo ha dicho. No parecemos tener problemas para comunicarnos ni para compartir nuestras vidas con las personas que conocemos, algo que parece ser el motivo para usar esa herramienta de perdedores.

Hoy paseaba por los bosques de los alrededores de Hilversum con el Moreno y debatíamos sobre el autismo. Según ellos, nosotros somos como autistas ya que al parecer mostramos una incapacidad de interacción social y nos aislamos. Desde nuestro punto de vista, los autistas son los dosputocerolistas, ya que muestran lo suyo sí que es incapacidad para la interacción social y están aislados, prefiriendo comunicarse a través de una herramienta fría y absurda en lugar de acudir al legendario y eficaz contacto humano. Me recuerdan a aquellos pobres humanos que describió el grandioso Isaac Asimov y que vivían en Solaria, aquel mundo en el que sus habitantes estaban aislados por fincas enormes y solo tenían la compañía de robots. Si Asimov pudiera ver este mundo alucinaría porque ha resultado que Solaria está en la Tierra y los solarianos son terrestres de toda la vida.


11 respuestas a “Entre solarianos”

  1. Y vosotros, los seres superiores…¿ Toleráis a los pobres desgraciados que tenemos un blog, aunque no sea el mejor de habla española sin premios? Por supuesto, sin ninguna otra cuenta que utilicemos en el FB o el coño de su madre…
    ¿Que opináis de nosotros?
    Salud y besitos

  2. Genín, las bitácoras son algo totalmente distinto. Las crea una persona, no hay ninguna red de relaciones que las mantenga, las lee quien quiera, hablas sobre lo que quieras y no empujas la información sobre los demás aplastándolos, por no mencionar que si lo deseas, puede ser anónima ya que nadie tiene que saber que eres tú. Conozco a varios que tienen bitácora y nadie de su entorno lo sabe, algo que en el CaraCuloLibro no tiene ningún sentido porque se trata de comunicarte mejor con la gente con la que te relacionas. En mi caso particular, si lees esta bitácora por primera vez, encuentras a alguien que dice llamarse Sulaco. Si yo no te digo personalmente quien soy, jamás lo sabrás y no hay nada que te una a ti o a cualquier otra persona conmigo. Si mañana no entras más, yo únicamente lo notaría porque en tu caso tú comentas, pero hay unos cuantos cientos que pasan por aquí en silencio y la falta de uno de ellos pasa desapercibida …

  3. Di misa, pero nene, te garantizo que tú pasas más tiempo preparando esta bitácora delante de un ordenador, que yo en mi medio minuto diario en mi cuenta de FB. Y ahora cabréate y despreciame, pero es la que hay. Es más, ahora que lo pienso, paso más tiempo leyendo tus post y comentando en ellos que en casi cualquier otro sitio….

  4. Y todo el tiempo que paso aquí es tiempo con «calidad», no lo pierdo averiguando que hizo fulanita o menganito ni similares sino escribiendo en español por puro placer. Para mí toda la gente que está fuera de mi círculo no existen, son meras menciones y mi curiosidad no alcanza a querer saber nada de ellos o que ellos sepan algo de mí. Mi árbol de relaciones no necesita ramas cargadas de mierda que es lo que tienes en el CaraCuloLibro. Algo que parece no entrarle a algunos en la cabeza es que los pollabobas que fueron conmigo a clase en el instituto no son más que eso, pollabobas, insectos que revolotearon a mi alrededor durante un periodo determinado de mi vida y que si ahora se cruzan en mi camino, los aplasto de un manotazo. Cualquier persona de ese entorno que me llamó la atención y mereció su oportunidad, la tuvo y si no funcionó, pues tampoco me molesto en coleccionar fracasos ni relaciones acabadas.

  5. Tú no conoces a cada persona, y nos estás juzgando a todos por igual, yo tengo exactamente 12 contactos en FB, gente con la que quedo habitualmente, no tengo gente con la que no trato, es más, les dejo avisos para quedar a tomar algo, cine, o incluso le pido la receta de lo que cenamos hace dos días en su casa (por supuesto el acceso a mi cuenta es limitado solo a ellos, ni sus contactos ni los de fuera pueden ver nada de mi). Ninguno de ellos es un pollabobas, de hecho, todos nos conectamos casi el mismo tiempo al día (prácticamente nada) y desde el trabajo, porque al salir del tiempo que tenemos vendido por un sueldo, tenemos vida propia, y el tener una cuenta en FB, repito, te pese lo que te pese, no nos crucifica ni nos exige estar delante del ordenador ni diez minutos, cosa que a muy organizado que lo tengas, tú no puedes decir de distorsiones. Juzgar a todo el mundo por igual es un craso error, y como se dice, cada persona es un mundo!

  6. Virtuditas, yo solo condeno a los cientos de millones que lo usan y me quedo con los cinco mil y pico millones que no lo usan. Todos los mundos que orbitan alrededor del CaraCuloLibro no me interesan, es una elección muy sencilla, los que siguen ese camino van por carreteras que se alejan de la mía, independientemente del uso que hagan del lugar. Defenderé mi privacidad usando las armas que hagan falta y la primera línea de defensa es no mezclarme con gente que está ahí. Hasta ahora me va muy bien y parece que mi elección de amigos ha sido muy acertada ya que ninguno lo tiene.

  7. Yo luego de ver lo que gana el nene que abrio facebook y sus motivos para hacerlo, que fue entre otras destruir la reputacion de la gente, pues menos aun me abro una.
    Pero me da igual quien la tiene o no, lo que si advierto a todo el mundo es que esa herramienta es mas peligrosa de los que muchos se piensan. He visto amistades y parejas destruirse por FB, si deciden usarla por lo menos sean MUY precavidos, y para los que no lo saben, las fotos que se publican alli son propiedad de ellos, asi que no se quejen cuando hagan uso de ella sin vuestro permiso….
    Un besito!

  8. Hola Sulaco,

    me acabo de encontrar con tu blog de casualidad y quería aportar también mi experiencia con el FB, o como tú lo llamas -el CaraCuloLibro-(Me gustó el nombre).
    ya sabemos que la red esta puede destruir relaciones. Yo también defiendo mucho mi privacidad, pero dado que toda mi familia practicamente estaba metida, decidí apuntarme. Haciendo uso del botón de privacidad, escondí la lista de mis «amigos» y puse lo muy poco que me pareció en el perfil, con una foto parcial.
    Mi cuenta duró exactamente 2 semanas. La cerré porque empezaron las críticas de mi familia, a los que añadí porque me lo habían pedido y no me quedó otro remedio. Mi propia madre me criticó que si «había puesto tal cosa, y otras no, que era la única de la familia que faltaba porque soy una rarita y una retraída.» Incluso ví en un comentario de una foto que yo no me apuntaba al FB porque «me agobiaba mucho y yo me lo perdía.» El caso es que aparte del tema de la privacidad, tampoco tengo mucho tiempo que digamos debido a que trabajo jornada completa fuera de mi ciudad para mantener a mi familia, ya que mi marido está en paro, y nadie nos ayuda con la niña. Y por supuesto en el trabajo las redes sociales están bloqueadas, con toda razón.
    Ni sigo porque me deprimo.
    Un saludo.

  9. Hola,
    Acabo de llegar, tres semanas sin teléfono de ninguna clase, sin internet y sin tele…y he sobrevivido (exagero un poco había tele pero en un idioma que no domino). Ahora estoy sometida a una avalancha de información que me está dejando medio aturdida. Cuantas cosas han pasado, el terremoto de Lorca, el caso DSK, las elecciones aunque ahí sí siento no haber estado aquí ayer, no habría cambiado mucho el resultado pero tal vez se me quitaría el remordimiento. No me gusta FB, alguna que otra vez amigos míos facebookeros han querido hacerse fotos conmigo y me han provocado una reacción de defensa, les he hecho prometer que no me editarían sin mi permiso, hasta ahora han cumplido! Me fío mucho de mis intuiciones y no me dicen nada bueno!!!
    Un besito

  10. Evelyne, igual hasta te llegó la Postal. Yo no puedo decir eso de mis amigos facebuqueros porque desde que uno cruza al Reverso Zarrapastroso, hago Cruz-Y-Raya instantáneamente.