Una visita a Giethoorn no está completa sin alquilar algún tipo de embarcación. Ya sea una canoa, una barca a motor eléctrico, impulsada por pértiga o un pequeño velero, todos los que vamos a ese pequeño pueblo volvemos a ser niños durante unas horas en sus canales. Compites con los otros por ser más rápido o tener una estrategia mejor mientras cruzas puente tras puente y saludas a todo el mundo. Como me dijo una mujer que conocí allí, en Giethoorn todo el mundo sonríe.
2 respuestas a “Es Giethoorn, no Venecia”
Qué chulo Giethoorn, y la plebe -sobre el puente- aclamando la llegada de los héroes de guerra.
¡Que bonito, tan cuidado!
Salud