Es siempre sobre la comida


Algo que sé que voy a echar de menos un montón cuando me vaya de vacaciones a Asia es cocinar. Siempre me pasa lo mismo, la segunda semana ya añoro la extrema libertad que te da el pasar un rato en tu cocina y que de ella salga aquello que querías. Por eso esta semana que aquí no es santa la he pasado cocinando y dándome homenaje tras homenaje. El colofón fue hoy, lunes de Pascua y el único de los días festivos que tenemos. Para mi, el fin de semana es un delito si no te haces algo muy especial para desayunar. Debo ser el único ser humano que machaca una tras otra las churreras Bernar a fuerza de usarlas casi cada sábado y los domingos suelo tirar por los pannenkoeken holandeses. Teniendo tres días de desayunos, el de este lunes decidí salirme del circuito de lo dulce e ir hacia otros sabores. En realidad el desayuno resultó una combinación de otros platos y de sobras. Tenía beicon, que acabó acompañando y ayer había hecho un pan de suero de mantequilla con copos de avena, uno de mis favoritos y que además me sirve para finiquitar el suero de mantequilla, que uso en pannenkoeken y magdalenas y que me da pena tirar cuando se va a caducar. Tenía unos cuantos tomatillos del tipo Roma y algo de cilantro y con eso, huevo y cebolla, ya podía montarme unos huevos revueltos masala. El resto es historia:

Huevos masala con beicon y pan de suero de mantequilla y copos de avena

Lo pones todo en el plato, te haces un capuchino y te dopas con betacaroteno por lo que está por venir y con vitamina C por costumbre y a comer. En este caso tenemos suerte y podemos ver la misma comida en una vista aérea.

Huevos masala con beicon y pan de suero de mantequilla y copos de avena

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Atrás quedaron los burritos de aguacates y judías negras que probé para gastar las latas de las susodichas judías que tenía en mi despensa y que puede que sea una receta que venga para quedarse:

Burritos de aguacates y judías negras

O las rosquillas de naranja que hice para tener un saborcillo de Semana Santa y que llevé a mi trabajo y a las clases de italiano para regalar a un montón de gente:

Rosquillas de naranja

Y el salmón cocido con gambas y cuscús que hice el viernes después de regresar de correr y que siempre me deja con una sonrisa boba en la cara. Es uno de mis platos favoritos de siempre y solo por esto le perdono a Jamie Oliver lo del chorizo en la paella, cuando todos sabemos que si la quería hacer auténtica, tendría que haber puesto también morcilla y beicon y alubias, que es como se ha hecho desde siempre en España:

Salmón cocido con gambas y cuscús

Y el sábado quería explorar una receta con berenjena, verdura enorme a la que cada vez le tengo más apego y que me gusta por lo carnosa que es y lo bien que pilla otros sabores. En este caso hice una variante de berenjenas rellenas a la italiana que modifiqué un poco y le añadí queso rallado curado holandés y esta es otra de esas recetas que puede que lleguen para quedarse y aunque no se pueda congelar, me puedo zampar una berenjena de cuando en cuando:

Berenjenas rellenas a la italiana

El domingo lo reservé para unos calamares en su tinta que realmente no es la suya ya que conseguí en un supermercado en Amsterdam sobres de tinta de calamar y llevaban en mi nevera desde diciembre, esperando el momento adecuado. Esta sí que es una receta que seguro que la vuelvo a hacer y por supuesto negaré lo siguiente pero tengo dos porciones congeladas. Quería poner el arroz de otra manera e inicialmente pensé en usar una taza pero al final opté por un embudo, de los que tengo varias medidas y conseguí esa cúpula de arroz que parece una isla en un mar de chapapote:

Calamares en su tinta

Uno de los días no comí en casa, fui a un restaurante de Dim Sum con la Chinita para encochinarnos a base de bien. De todo lo que pedimos, lo que más me llamó la atención fueron los pimientos españoles rellenos de gamba que resultaron unos pimientos picantes del coño-su-puta-madre que jamás había visto en España. Entre dos, pedimos doce raciones, pero ya sabes que pasa con la comida China, que es llegar a tu casa y empezar a rastrear por la cocina algún resto que comer:

Pimientos españoles rellenos con gambas

Y así acaba esta semana tan extraña. Mañana, vuelta al trabajo y la semana que viene, un nuevo festivo, el día del Rey, en el cual aún no se si me lanzaré a la locura del centro de la ciudad o me mantendré a salvo en mi fortaleza.


3 respuestas a “Es siempre sobre la comida”

  1. ¿Y no hiciste torrijas?
    Un dia de estos me tienes que invitar, yo pongo el vino, que ya se que no te gusta, pero no me importa si bebes cerveza… 🙂
    Salud

  2. Pedisteis doce raciones para dos personas? Madre mía, no me extraña que luego tengas que hacer mil km en bici para bajarlo… Por cierto, a mi me tienen pinta de pimiento morrón (por el color) pero con forma del italiano (por la forma). Así que si estaban tan picantes, al final serían algún tipo de guindilla mexicana y les llamaron españoles porque para mucha gente vamos todos en el mismo lote.

  3. los platos de dim sum son mini tapas. Pedimos varias rondas: 4+3+3+2 siendo la última con dos tipos de dimsum dulce para postre. Aquí no hay arroz o fideos para llenar la tripa. Por eso mucha gente los pide de entrantes y después atacan un plato con substancia. Nosotros preferimos la variedad.