Ese día tan dramático


Ayer, algo antes de lo esperado, tuve mi primera ración de lo que está por venir en los próximos meses. Salía para ir al laburo a las siete de la mañana y el cielo estaba totalmente cubierto, con nubes gordísimas que además se ensañan con nosotros y cuando te llueve debajo de una de esas nubes, te llueve pero con ganas. Al salir al jardín, la luz del cuarto de las bicis ya estaba apagada y había una oscuridad total. El temporizador de esa lámpara la apaga a las siete menos veinte, al menos durante la segunda quincena del mes de septiembre y técnicamente, hay luz afuera gracias al amanecer civil, que es el que yo sigo y que se define como el momento en el que el sol está a seis grados o menos por debajo del horizonte y ya empieza a haber luz. Las nubes bloquearon por completo esa luz y el resultado fue un deprimente mundo obscuro, con lo que tuve que encender las luces de la bici para ir a la estación. Yo no esperaba la oscuridad hasta el jueves de la semana que viene, cuando sí que es cierto que el amanecer civil sucede a las siete y un minuto de la mañana. Por las tardes, el crepúsculo civil ya está acabando a las ocho y veinte y para el final de la semana que viene estará por debajo de las ocho, con lo que oficialmente, estamos en el lado obscuro del año, ese en el que cada día tenemos de cuatro a cinco minutos menos de luz que el anterior hasta llegar al veintidós de diciembre con el super-hiper-mega día más corto del año, un día que comparado con el más largo, que sucede en junio, tendremos nueve horas y dos minutos menos de luz y la cantidad de luz que habrá durante el día se reducirá a siete horas, cuarenta y tres minutos y treinta y siete segundos.

Con este primer día con las luces de la bicicleta, ya empezamos a ir cuesta abajo y pronto, cuando vuelva a mi keli del laburo y quiera ir a correr, lo tendré que hacer equipado con luces, con un chaleco reflectante, como si fuera un coche de esos que tanto molan a ciertos culocochistas y eso además me obligará a abandonar los circuitos en los que corro habitualmente y empezar a usar el alternativo, el que va por carreteras con luces y que es prácticamente el mismo en la ida y en la vuelta. Este año me pilla además con el ritmo de correr alterado, que desde hace tres semanas he incrementado la frecuencia y en lugar de los clásicos cuatro días a la semana, ahora estoy en cinco y hasta sopesando el subir a seis días a la semana, que lo de correr es algo tan mecánico y soy tan, pero que tan, tan, tan, regular, que el día adicional no ha supuesto nada y las diferencias de tiempo entre los cinco días se reducen en total a unos veinte segundos o menos entre la carrera más rápida y la más lenta.

Y ya puestos a poner cosas variadas, nunca quise de decir y no dije que me compré una cama nueva. La idea original era comprar un colchón para reemplazar al de mi cama, que cumplió la mayoría de edad y ya estaba que duermes y te levantas con dolores. Mirando el que quería, descubrí que la diferencia entre comprar el que quería o la oferta de colchón con cama gratis, dos almohadas de puro lujo María y edredón era de cien leuros, así que me compré una cama nueva y después la cama del segundo dormitorio en mi keli se fue a hacer puñetas, o la mandé a reciclar, que cuando llamo a los de las tiendas que venden muebles de segunda manos, me ponen tantas pegas a la hora de recoger la mercancía que ya directamente paso y la tiro y el ayuntamiento la recoge en la puerta de tu keli, algo que sucedió hoy. La cama con colchón de dieciocho años pasó ahora a la segunda división de dormitorios en mi keli y yo duermo en una cama Emma con colchón de la susodicha que es espectacular. Igual debería poner alguna foto por aquí, pero todos sabemos que después la otra me juzga y me condena como hace siempre.


2 respuestas a “Ese día tan dramático”

  1. Teme, teme! XD Mi madre se compró también uno de esa marca y está encantada, suerte que teneis que podeis comprar medidas estándard, yo tengo que pillarlo a medida, al menos para mi cama, si no quiero condenar al de al lado a dormir en diagonal… pon la foto anda, que sabes que esas cosas me encantan…

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