
De la película de hoy llevan hablando por lo menos tres años, esto yo pensé que no llegaría nunca a los cines, que de tanto hablar, supuse que jamás se habían molestado en rodarla, así que cuando este año empezaron a jincarnos el trailer en el cine, ni me lo podía creer y cuando dijeron que era un estreno de junio, aluciné en seis dimensiones y media. Como esto lo dirige el director de Top Gun: Maverick, que todos sabemos que es la mejor película de la historia del cine, no me lo podía perder. La película se titula F1 The Movie y en España se estrena como F1: La película, tratando de recordar la épica del sacrificio de todos aquellos que desde siempre dijeron que truscoluña no es nación.
Un julay viejuno tiene que seguir laburando para cobrar la pensión.
Tenemos que un panoli que pilota coches o algo así, se encuentra con un viejo amigo que le dice que está a punto de arruinarse y que sólo él lo puede salvar de su destino convirtiéndose en el segundo piloto de su escudería de Formula 1 y tratando de educar al pavo que es su primer piloto y que parece tener menos luces que un agujero negro y además, el susodicho es negro. Una vez en la competición, se encoña de una de las dos chochas follables de la escudería y se la termina empetando hasta los pelos de los güevos y corre y se corre muchísimo y es rastrero y eso y al final, el otro desgraciado termina aprendiendo algo, o quizás no, que no nos llegó a quedar claro al final.
Esta es la primera peli que hacen los de la manzana podrida que quieren que sea un taquillazo para después fardar y decir que solo la puedes ver en su plataforma digital y tal y tal. Para ello se han gastado un pastizal y hay que reconocer que el resultado es espectacular, las carreras son fabulosas y las cámaras siempre parecen estar en sitios fascinantes para crear imágenes espeluznantes. Al parecer usaron hasta ifones de esos. Tenemos a Brad Pitt, que hace de piloto viejo que sigue chingando y en esta peli, con los treinta millones que le dieron, se está quitando la camisa todo el tiempo para que podamos ver sus tatuajes. El chamo mantiene su carisma. Junto a él pusieron a Javier Bardem haciendo de panoli acarajotao. Vemos a muchos de los pilotos de Formula 1 actuales, incluyendo al español, que aparece un momento, pero lo que no me llegó a quedar claro, aunque supongo que es parte del buenismo de la manzana podrida, es como hay tantos negros en la Formula 1 y lo poco que les importa la competición, que parece que estaba allí para conseguir más liques en sus istagrames y sus tiquitoques, como la digitalmente difunta Virtuditas, que ya no pasa por aquí salvo que alguien la invoque con la Ouija. La película va subiendo la intensidad de la tensión según avanza y quedan menos carreras y para cuando llegamos al final, estamos todos histéricos y algunos hasta histriónicos. En los últimos veinte minutos la acción es continua. Salí del cine alucinando y es muy pero que muy probable que la vuelva a ver, sobre todo ahora que tendremos tan pocos estrenos por culpa del verano.
Esto es cine que puede gustar por igual a los miembros del Clan de los Orcos y a los sub-intelectuales con GafaPasta. Una peli de acción para jincarte un cubo de cotufas en el cine.
