Farang


Hoy tenemos una de las películas que yo defino como de cuota, la cadena de multicines a la que estoy abonado se compromete al estreno en los Países Bajos de ciertas películas y al final, para no faltar a su palabra, las ponen en dos o tres multicines y las pasan de tapadillo, sin fanfarria alguna, pero cumpliendo su promesa. Como cuadraba con mis planes, en mi última visita a Ámsterdam la fui a ver. Se titula Farang y Dios mediante, no está previsto su estreno en España, aunque de hacerlo, está cantadísimo que el título sería truscoluña no es nación.

Un julay se emputa con su camello y le da candela de la peor.

Resulta que un pavo que ha cometido un crimen ya va a salir de la cárcel o algo así y lo dejan salir un fin de semana algo antes del final de la conden y se monta un pitote y el chamo huye y se marcha a Tailandia. Cinco años más tarde está empalando a una pava local, tiene una hija, o más bien ha adoptado a la hija de la pava y es pobre pero feliz, aunque todo cambia cuando el capo criminal de la zona como que se emputa con él y acaba matando a la pava y raptando a la hija y llevándosela para ponerla a putiar en Bangkok. Ahí el chamo se coge un empute que no veas y ya empieza a matar gente y aquello es un sin vivir pero con mucho morir.

Esto empieza como una mariconada para acarajotaos, con mucha ñoñería y mucho abrazo y amor verdadero y todo lo demás, pero cuando le matan la hembra al chamo, ahí es cuando empieza el aquelarre, que a partir de ese momento el colega deja de pensar con la cabeza que tiene entre las piernas, la otra cabeza toma el control y desata unos niveles de destrucción épicos sobre las distintas mafias tailandesas, o sobre la misma en diferentes ciudades, que el chamo va buscando al que mató a su mujer y raptó a su hija y por el camino van cayendo cienes y cienes de criminales, que los mata por docenas y eso es lo mejor de la película, los niveles de violencia extrema y gratuita con litros y más litros de sangre y como el chamo ni habla, él entra en un cuarto y se queda tan a gustito cuando ya no queda nadie más que él vivo. El problema es que antes de llegar a ese punto la película era flojita y más bien parecía un telelefilm y después de llegar a ese punto, se les va la mano y se pasan de minutos con más de lo mismo y llega a resultar cansino, que es que va de piso en piso en un edificio en el que en cada habitación hay como ocho criminales y son todos como acarajotaos e incapaces de matar al chamo que se mueve sin ni siquiera una pistola, se pasan exagerando las capacidades criminales del chamo y hacen que la película flaquee un poco. La cosa es que ya ni me acuerdo del final, sé que sucede junto a la playa, pero se ha borrado de mi kabezón, lo cual confirma que no es más que un telelefilm.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos y te pilla en tu keli y la están dando por la tele, si solo ves la segunda parte, te encantará. Puede provocar reacciones alérgicas a los sub-intelectuales con GafaPasta.


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