En esta segunda visita a la ciudad de Praga, creo que vimos como cinco veces el espectáculo del reloj astronómico dando la hora, con el paseillo de los apóstoles. En una de ellas optamos por sentarnos en la terraza que está justo enfrente y ahorrarnos la multitud que se arremolina en el lugar durante unos pocos minutos cada hora. El lugar era de comida argentina o española.
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Esas “farolas” de calefacción son muy efectivas…
Salud