Gamer


Cuando visité la ciudad de Praga nos quedamos en un hotel que estaba muy cerca de un centro comercial en el que tenían dos multicines gigantescos. El gusanillo de la sala oscura se revolvía dentro de mí después de más de dos semanas de abstinencia y como por suerte en la República Checa dan el cine en versión original con subtítulos, aproveché para ver algunas películas que en ese momento aún no se habían estrenado en los Países Bajos. La primera de ellas fue Gamer, película que está en las carteleras españolas desde septiembre con el mismo nombre.

A un julay enchironado lo reposeen desde Raticulín para hacerle pupita a otros y así poder salir del trullo

En un futuro no muy lejano lo de los programas estos de televisión con una banda de totorotas encerrados en una casa y un rebaño de mongólicos siguiendo sus aventuras ha mejorado un montón y alcanzado un nuevo nivel. Ahora puedes elegir si quieres controlar o que te controlen y dedicarte a ello gracias a una nueva tecnología increíble que convierte a unos en marionetas de otros. El creador es un mega-multi millonario que ahora le da una nueva vuelta de tuerca y organiza un juego en el que una serie de reclusos condenados a muerte lucharán por sobrevivir y el que escape a treinta batallas conseguirá la redención y la libertad. Los que manejan a estos reclusos como marionetas son jugadores profesionales. La historia comienza cuando uno de ellos ha conseguido sobrevivir a veintisiete batallas y se atisba la posibilidad de que pueda ser liberado.

Hay un montón de acción en esta película. Es como una especie de videojuego con imágenes reales, frases esperpénticas y un dúo formado por dos hombres, Gerard Butler haciendo de marioneta asesina y Michael C. Hall como el jugador que lo controla. Entre ambos surgirá una relación algo extraña y se ayudarán el uno al otro para que el preso pueda salir a la calle. Veremos atisbos de nuevas tecnologías incrustadas en el más de lo mismo en que vivimos desde hace quince años. También veremos como los borregos que ahora adoran los concursos de tele-realidad se volverían locos si les dan la oportunidad de llevar su estupidez hasta una nueva frontera. Aunque el motivo principal es regalarnos con un montón de escenas de acción, siempre queda ese ronroneo de fondo que advierte sobre los peligros de nuestra sociedad y la forma en la que está evolucionando gracias a herramientas estúpidas para saber lo que hacen los demás todo el tiempo y quizás en el futuro para poder controlarlos. Los dos protagonistas se lo curran muy bien y la verdad que entretienen en las escenas de guerra aunque sabemos que son batallas de estudio de televisión ya que los que viven o mueren son hombres reales y la sangre y la muerte parecen ser como un imán para los humanos. Hay un montón de objeciones morales que se le pueden poner a esta historia por su glorificación de la violencia pero lo cierto es que a mí no me sorprendería si llegamos en un par de décadas a ver algo así por la tele.

Absolutamente recomendada para ir al cine con los amigotes, comprar un montón de palomitas y pasar un rato genial aullando como lobos y disfrutando de un entretenimiento tan básico y que no requiere de esfuerzos intelectuales.

06/10