God Bless America


Vivimos en la sociedad de lo políticamente correcto. Todos somos corteses y cordiales y hasta concedemos derechos y privilegios a los asesinos, violadores, ladrones y criminales varios. Es decir, no hace mucho tiempo, un tipo mataba a alguien y en la misma plaza del pueblo se le liquidaba, con un juicio rápido e injusto y sin más vainas. Ahora lo convertimos en un espectáculo televisivo, los contertulianos se gritan entre ellos, todo el mundo tiene una opinión y al final igual hasta acaba en la calle. Tanto progreso quizás no sea tan bueno para nuestra especie. Alguna vez tienes que haber visto una noticia o sufrido un incidente y pensar que lo elegante y justo sería que le reventaran los sexos a la persona que lo hizo ahí mismo, inmediatamente, sin esperar a más nada. Un ejemplo sencillo. El yernísimo de sangre azul es más ladrón que Alí Babá. Al final lo absolverán y si va a la cárcel, será como las actrices drogatas americanas y no hará ni dos noches. Yo personalmente le cortaría los dos brazos a la altura de los hombros y así seguramente aprendería a no robar. Obviamente, lo pienso pero no lo hago por la puta corrección que tenemos, pero mira que a gustito me he quedado diciéndolo. Un director americano ha plasmado estos conceptos en una película que roza el cine gore y que pese a todo, es una comedia. Se trata de God Bless America y dudo que se estrene en España.

Un julay está hasta las pelotas y decide limpiar el mundo de chusma y gentuza

A un tipo que tiene una vida mediocre le diagnostican una enfermedad terminal y el hombre decide llevarse por delante a unos cuantos empezando por una chica asquerosamente insoportable que tiene un programa en la tele. Después de pegarle un tiro, una compañera de clase le dirá que ha sido fabuloso y acabarán recorriendo el país juntos y matando gente.

Esto es como una road movie solo que los dos protagonistas matan por puro placer. Irán recorriendo los Estados Unidos y acabando con gente que no les gusta. La historia funciona muy bien la primera hora pero después se va haciendo demasiado larga ya que continuamente es más de lo mismo. Vuelve a recuperar el hilo con un final épico y muy televisivo. Los dos protagonistas son dos personas grises que han macerado su odio durante demasiado tiempo y lo reflejan perfectamente. Tienen algunas escenas muy divertidas y otras que no vienen a cuento y frenan un poco la película. En lo que no ahorraron fue en crímenes y en mostrar la crueldad tando del asesinato como de la forma en la que la sociedad reacciona al mismo. La película tiene muy pocas concesiones a los espectadores aborregados que pasan sus vidas viendo estúpidos programas en la tele y básicamente los insulta porque les recuerda que no son más que carne de cañón y en cualquier otra época de la historia humana habrían muerto bien pronto. De alguna manera, cuando la ves te ayuda a canalizar toda esa energía negativa y echarla fuera y solo por eso merece la pena.

Igual la estrenan en DeVeDé o en la tele y si es así, cualquier miembro del clan de los Orcos debería verla para que sepa lo que tendría que sucederle si viviéramos en otro mundo. Los intelectuales gafapasta igual la adoran o la odian a muerte, no creo que haya termino medio. Para los demás, como no se va a estrenar no tenéis que preocuparos.


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