En la Indochina, las grandes aportaciones francesas fueron la arquitectura colonial, el pan y la guillotina y creo que esta es la segunda o tercera que aparece por aquí. A los franceses, a la hora de matar criminales les gustaba la velocidad y la eficacia, al contrario que a los españoles, que siempre hemos sido más de alargar el momento y a ser posible, que el joputa al que matamos sufra lo impensable y más. Ahora hay mucha inyección letal y polladas favoritas pero cada día que pasa se incrementa la probabilidad de que vuelvan los grandes tiempos del pasado y recuperemos tradiciones europeas centenarias como las ejecuciones. No me puedo imaginar una forma mejor de pasar un domingo que ir a una de joputas-terroristas-musulmanes-de-mielda con mi bocadillo de morcilla y mis galletitas de manteca de cerdo y una cerveza. La única forma de mejorar un día así sería si además nos dejaran lapidarlos en los previos.