Halfbike


Con tanta caló y mi cerebro derritiéndose, regresamos a un territorio cómodo y confortable, el de las bicicletas, de las que hemos visto cienes y cienes por aquí y hoy tenemos una pequeña aberración que me han puesto practicamente delante de las narices ya que hay alguien que trabaja en el edificio vecino al nuestro que la trae. Se trata de una halfbike, una bicicleta sin sillín, lo cual todos sabemos que significa el fin del disfrute de todas esas monjillas que aprovechaban la bici para tener sus encuentros astrales. Sin sillín, cualquier desplazamiento se ha de hacer de pie y además meneándote, ya que el ciclista está sobre los pedales. En realidad es más un triciclo, si contamos las ruedas y la rueda principal es la delantera. El coste de esta bici es de cuatrocientos noventa y nueve leuros. Se puede plegar, con lo que vale para llevarla en el transporte público y pesa unos nueve kilos, que no es una cantidad excesiva. El principal problema que yo le veo es que ahí no hay guardabarros con lo que el día que llueve, los bajos del pantalón o las bragas si llevas falda se te tienen que poner muy bonitos. En cualquier caso, si haces trayectos no muy largos y no te importa dejarla en casa cuando llueve, puede ser una buena opción.


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