Cuando me enteré que iban a llevar al cine el primer libro de las Caster Chronicles flipé en colores ya que es una de esas sagas que parecen banales e insubstanciales pero a las que te enganchas desde el principio y no puedes parar hasta que has acabado el cuarto libro. Me dio un poco de miedo porque esta serie es bastante compleja y los personajes no son tan sosos como en otras series para adolescentes. Mis temores se confirmaron la primera vez que vi el trailer ya que Ethan, el chaval que junto con Lena es protagonista de las crónicas, parecía más bien uno de los frikis de mi instituto, esos que evitábamos como la peste y que desaparecieron de mi vida incluso antes de haber entrado a formar parte de la misma. De todas maneras le he dado una oportunidad y el otro día fui a ver Beautiful Creatures, película que se ha estrenado en España con el título de Hermosas criaturas y que visto el protagonista, no termina de cuajar.

Un julay de poblacho periférico se encoña de una chama emparentada con la bruja Avería y busca la manera de empetársela hasta las raíces de los pelos de los güevos

Ethan Wate es un chaval en la edad de la gayola que odia el poblacho en el que vive al sur de los Estados Unidos y que solo aspira a salir de aquel agujero y no regresar ni en esta vida ni en las dos próximas. Por desgracia el destino no pensaba lo mismo y hace que se encoñe de una chama nueva que llega al instituto y que es más rara que un bikini de Agatha Ruín de la Pasma. Tras tantearla para encontrarle el punto débil y endiñársela se entera que la colega es una bruja del copón y sin comerlo ni beberlo se encuentra en el medio de una especie de guerra entre brujos obscuros y claros.

Resulta imposible no comparar la película con el libro si lo has leído y la diferencia es tan escandalosa que clama al cielo que hayan permitido que se estrene la película. Ya sé que la literatura y el cine son artes distintas pero es que lo que han hecho con el libro de Kami Garcia y Margaret Stohl no tiene nombre. Han convertido un romance con aventura entre adolescentes en una especie de procesión de viejos. En realidad es como si se hubiesen basado en otro libro. Sin entrar en la infinidad de detalles que me vienen a la cabeza o los personajes que eliminaron o que fusionaron, el hilo conductor del libro es una canción de título 16 lunas que los dos protagonistas escuchan todo el tiempo ya que además se pueden hablar por telepatía. Ni la canción existe en la película ni la telepatía. La historia es mediocre y en muchos momentos aburrida y parece más bien pensada para que Jeremy Irons y Emma Thompson se puedan lucir y por desgracia no lo consiguen. Con un guión que consigue liarse tanto que no hay quien entienda nada y un protagonista que me ponía el vello de punta por lo raro que es, aunque la película está entretenida no acaba de arrancar y salí del cine sin ningún tipo de interés en volver a verla o de acudir a ver las secuelas. El joven que hace de Ethan es Alden Ehrenreich, un tipo con veintipico tacos que ni de coña pasa por un adolescente de dieciséis. Da igual que el envoltorio sea bonito si el contenido no es interesante.

Puede que para alguien que no haya leído el libro resulte interesante aunque mucho me temo que saldrán del cine preguntándose por qué hacia falta tanta historia secundaria y tanto rato perdido en boberías. Los miembros del Clan de los Orcos no tienen capacidad intelectual suficiente para comprender los diálogos pero igual les gustan los efectos especiales. Para el resto es una peli que puede valer para matar un rato pero si hay algo mejor en cartelera, no lo dudes ni un instante.