Hijo de la unaaaaaaaaaaaaa


Este fin de semana era de esos para olvidar, con una mierda de previsión meteorológica, sobre todo el domingo en el que teníamos un temporal de viento y lluvia con alerta amarilla anunciado desde el viernes. El viernes ya fue un día memorablemente birrioso, Con saña en los baldazos de agua. Quería ir a ver Animales fantásticos y dónde encontrarlos – Fantastic Beasts and Where to Find Them pero como no sabía cuando tirarían los baldes de la tarde, reservé en un cine a las seis y cuarto y en otro a las siete de la tarde. Al final fui al segundo cine porque dejó de llover sobre las seis y veinte. Al salir del cine, me puse el condón, mi pantalón chubasquero que es como una segunda piel. y regresé a casa entre baldes de agua, reales, nada de figura literaria. El sábado por la mañana decidí pasar de ir a correr porque tenía el cuerpo fuera de la sincronización perfecta habitual y extrañamente, dormí unas nueve horas y media. Me jinqué mi desayuno de campeones, recogí un contenedor de hojas en el jardín y durante todo el día notaba como que había algo que quería pero no podía en mis interiores. Sobre la una de la tarde eso se materializó en unas ganas súbitas de echar el JIÑOTE ese acto supremo en el que traemos algún tipo de vida al mundo. Me llevé el iPad conmigo y me puse a jugar sin prestarle atención. Cuando acabé y me limpié el poto, bajé la cisterna y estaba ya por irme del baño cuando veo que mi creación no se ha querido ir, era un JIÑOTE enorme, como un bebé y se quedó allí, con la cabezita por fuera. Me dio un ataque de risa y acabé revolcándome en la cama mientras me desternillaba y tarareaba una versión de cierta canción conocida y que en la mía se llama Hijo de la unaaaaaaaaaaaaaa. El ataque de risa me duró un rato largo y cuando volví al baño y tras otra cisterna, miré y se me ocurrió echar una de esas pastillas que te venden para limpiar el retrete y que tardan horas y lo matan todo. Cerré la tapa y se me olvidó completamente. Unas horas más tarde, subo a ducharme porque iba a ir al cine y en eso que veo que mi retoño sigue allí así que bajo la cisterna y que no se va. Otro ataque de risa, sobre todo pensando en alguna conocida a la que le dejas una cosa así en su casa y se traumatiza de por vida. Me recordó Algo que no se puede creer, una historia épica que solo se puede encontrar en el mejor blog sin premios en castellano. Mirando entre los productos de limpieza que tenía, opté por el líquido ese que se echa en el retrete, pensando que tiene unos poderes mágicos. Eché un montón, volví a poner la tapa al retrete y me marché al cine. De nuevo me olvidé de todo y sobre la medianoche, cuando me iba a ir a dormir, levanto la tapa del retrete y veo al hijo de la unaaaaaaaaaaaaaa allí. Bajo la cisterna y que NO SE VA y me vuelvo a partir de risa. Mirando en la cocina encontré una botella de lejía casi vacía. Eché lo que quedaba en el retrete, llorando de la risa, volví a bajar la tapa y me fui a dormir. El domingo por la mañana ya entré en el baño riéndome, con aquel OKUPA que se había apoderado del trono. Parece que la lejía fue demasiado. Estaba todo disuelto en el agua y al bajar la cisterna siguió su caminito.

Este año había reventado algún retrete en las Filipinas pero el de mi casa se me resistía. No hay nada como una buena dieta de castañas para solucionarlo.

El domingo y cambiando de tema, tuvimos el peor de los días malos, que han sido una racha eterna, con un temporal brutal de viento y lluvia y una alerta amarilla en todo el país. Encerrado en mi casa, me entró el frenesí y he procesado cientos de fotos del año 2015 y aún me quedan más de mil para acabar con ese año. Mirando fotos de Bohol, Oslob, Siquijor en las Filipinas me entró morriña de ese país y quizás deje de lado a Indonesia y Tailandia y una vez acabemos con Vietnam, que aún puede tomar unos meses, saltaremos a ese país.

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4 respuestas a “Hijo de la unaaaaaaaaaaaaa”

  1. jajaja Supongo que tu versión musical será la canción aquella de Mecano que en mi versión era » Y jode la Lunaaaaa» y que en realidad es «Hijo de la Luna»…jajaja 🙂
    Si, a la lejía no se resisten los mas duros y enormes jiñotes, lo se por esperiencia, a mi me ha dado los mismos resultados, se come todo lo vivo y lo desintegra, es genial… 🙂
    Salud

  2. Jajajaja, no se supone que eras tú el que no quería invitados en casa a pasar la noche??? Qué bueno!

  3. Un hijo es un hijo, aunque sea el hijo de la unaaaaaaaaaaaaaaaa. Ayer me compré un garrafón de lejía en el lidl con 2 litros. Tengo lejía para una cantidad significativa de jiñotes.