Iluminados por el fuego


Encajar ocho películas en una semana durante el festival de cine no es tarea fácil. No suelen repetir las cintas más de tres veces y en muchas ocasiones los horarios no acaban de cuadrar. Si a eso añadimos buen tiempo e intensa vida social fue casi un milagro el conseguirlo. El último día de festival tuve la oportunidad de repescar Iluminados por el fuego, una película argentina que había planeado ver unos días antes pero a la que no pude ir por culpa de una cena.

Un julay guaperas recuerda viejas guerras

Mis recuerdos de la Guerra de las Malvinas son algo difusos. Me viene a la memoria la machorra aquella que era la Dama con el Hierro insertado en ciertas partes del Reino Unido y que siempre me pareció una tortillera de cuidado. La recuerdo en la tele amenazando y blandiendo el puño en alto. En España estábamos enfrascados en el cambio, con los socialistas maquinando como traicionar al país y evitar el referéndum que prometieron para sacarnos de la OTAN. Fue esa misma organización la que ayudó a los británicos para recuperar el archipiélago de las Malvinas después que el atajo de ladrones e hijosdeputa que saqueaban Argentina usaran la guerra como paraguas sobre el que escudar su desfachatez.

La película cuenta los recuerdos de uno de esos soldados, cosas que había cubierto con el olvido y que el intento de suicidio de uno de sus compañeros en aquellos días hace revivir. El hombre volverá a ver lo que sucedió n cuarto de siglo antes, cuando formó parte de uno de los pelotones que fueron desplazados a las Malvinas para defender aquella tierra argentina. La guerra se ve perdida desde el comienzo, con un ejercito emponzoñado por la corrupción y la dejadez de sus mandos y por unos soldados que le ponen amor a la patria y coraje pero que adolecen de un buen equipo y de un buen entrenamiento. Frente a ellos tienen una máquina entrenada para matar y se verán arrollados por los británicos e irán perdiendo toda esperanza.

Creo que no me equivoco si digo que las mejores escenas de batallas que he visto en mi vida han sido en Iluminados por el fuego, sientes el agobio y la tensión de los soldados, su miedo, su sufrimiento porque las escenas consiguen transmitir todo eso y mucho más a los espectadores. Como previamente hemos ido construyendo nuestra relación con los tres protagonistas, te involucras emocionalmente y tomas partido no por uno u otro país, sino por esos hombres a los que les ha tocado estar allí, convertirse en héroes de una patria que en realidad no se podía imaginar lo que estaba sucediendo. No solo han de luchar con los ingleses, también contra el frío, el hambre, la desorganización y la única forma de vencer todo eso es mediante la camaradería y la amistad ciega con tus compañeros de armas. Es todo un viaje emocional que si hubiese sido rodado en los Estados Unidos con una millonada ahora conocería todo el mundo pero como es Argentina y de dinero no andaban sobrados pasará sin pena ni gloria y será ignorada por muchos. El protagonista principal es Gastón Pauls, al que ya vi en Una estrella y dos cafés y hay que reconocer que borda su papel de nuevo. Gracias a él y a sus compañeros te crees todo lo que te están contando.

Si por casualidad están dando esta película en algún cine cerca de tu casa, no lo dudes ni un solo instante y vete a verla. No te arrepentirás.
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