Iron Man


Yo debo ser la única persona en el universo a quien la llegada de una nueva saga de películas con superhéroe no le quita el sueño. Quizás es que me he ido quemando a lo largo de los años con varias basuras y no consigo creerme esas historias de malos malísimos que lo tienen todo a su alcance y tipos acarajotados que en tres minutos de múltiples planos y contraplanos acaban quedando equipados para salvar el mundo. Aún así, como Robert Downey Jr. es uno de esos actores que dan el tipo y hacen bien su trabajo, le he dado una oportunidad a la película Iron Man, la cual conserva su título intacto en su estreno español.

Un julay ferretero se vuelve drag-queen a fuerza de esnifar asbestos

Comenzamos con un millonario histriónico y algo metrosexual de mierda, pero de esos que follan chochas y no de los que van al gimnasio a dejarse ver por otros machos sudorosos en los baños que se dedica al pingüe negocio de la evangelización de los países musulmanes de mierda a base de bombas inteligentes. La última que ha creado se llama Jericho y reparte la buena nueva del Reino de los cielos entre orcos musulmanes cejijuntos que nos sirven para cuajar ese convencimiento que todos llevamos bien dentro sobre lo nocivo que es para el cutis y la belleza la religión de los piojosos barbudos. Al hombre lo rapta un grupo de esos terroristas hijosdeputa y como el está muy dotado en múltiples aspectos, se pone a trabajar y en menos tiempo del que tardan en hacer una mesa en bricomania se monta un chasis super-mega cazurro con inteligencia artificial de por medio y bombas variadas con el que reparte bendiciones entre los herejes y escapa. Un helicóptero americano que pasaba por allí como de casualidad con su mejor amigo lo recoge y se vuelve a casa medio trastornado y decidiendo dejar el negocio del armamento porque hay que darle una oportunidad al amor y si cerramos muy fuerte los ojos y lo deseamos con un corazón puro, los musulmanes terroristas de mierda verán la luz y se harán bellas personas cristianas que comerán cochino, beberán buen vino y dejarán sentarse a la mesa a las zorras que tratan como a perras. La cosa se le complica un poco y el tipo termina enviciándose con la marquetería y la orfebrería y se hace un nuevo traje de metal con inteligencia hiper-super-mega artificial con el que sale a expandir el evangelio. A todas estas, lleva una especie de agujero en el corazón en el que todo el mundo mete la mano como si fuera una reliquia católica y la chocha a la que realmente le quiere endiñar el supositorio y la cual lleva ovulando desde los quince años esperando que le llegue el turno se lo pone fácil pero ni toda la tecnología del mundo le permite acertar en el agujerito del dónut de la colega. Al final tendremos una fusión entre Robocop y Transformers, con peleas hechas a base de efectos especiales y como esto pretende ser una saga, os podéis imaginar quien será el ganador de la misma.

Está claro que lo mío ya no es el cine de héroes con amplios conocimientos de informática, tecnología irrisoria disponible en el cuarto de la lavadora y una pléyade de panolis que les sirven con lealtad ciega para que puedan seguir rascándose los huevos hasta el fin de los tiempos. Da igual que Robert Downey Jr. tenga una actuación decente, me sigo partiendo de risa con las volatadas en las que se sustenta el guión y no puedo dejar de despistarme cuando alguno de los actores comienza a decir palabras esdrújulas en sucesiones de series de Fibonacci para acarajotar a la concurrencia y que crean que la cosa es como muy de arte y ensayo. No vale que los efectos especiales sean impecables y mucho más logrados que los de muchas de las películas que he podido ver en los últimos tiempo con un gran presupuesto, a mí todo esto me deja frío porque el guión, ese montón de papeles que unos y otras recitan y en el que está escrito aquello que después nosotros veremos en pantalla, el guión no da la talla y se queda como un buen amago de lo que pudo ser y no fue. Al menos en esta ocasión no tenemos que pasar por el bochorno y la vergüenza del hombre araña y sus calenturas con la amiga guapa que folla con todo Dios salvo con él y esa abuela horripilante que debían haber matado antes de la primera película.

Y para no complicarlo más, digamos que está bien, se puede ver, sobre todo si eres mono-neuronal o tienes una novia con dos tetas como dos carretas y que jamás ha leído un libro y tu mejor amigo es capaz de tomarse diez calimochos seguidos para impresionar a las amistades. No esperes mucho más y procura dejarte el cerebro en casa.