jOBS


A menos que tengas algún tipo de ceguera visual o que tu cerebro se te haya atrofiado de tanto usar el cutre zapatófono que no te cabe ni en el bolso de la abuela y que tiene una ordinariez de sistema operativo llamado androitotorota creado por la maléfica corporación GoogEvil, seguro que te has dado cuenta que mi universo tecnológico gira en torno a los productos Apple. A día de hoy tengo un iPad (cuarta generación), un iPhone 4S, un Mac mini y un Apple TV de segunda generación. Todos mis amigos holandeses, sin excepción alguna, tienen iPhones, de distintas generaciones aunque predomina el 4S y tengo una clara disposición biológica en contra de los facinerosos que se compran productos de la marca de la empresa de los cabezudos coreanos, los del copia y copia. Escuché el audiobook con la biografía de Steve Jobs desde que salió a la venta y por culpa de Apple, tengo un mínimo interés en como funciona la tecnología que me rodea porque en el caso de esta empresa todo funciona y tú no te tienes que preocupar. Por eso a nadie le puede extrañar que pese a las malas críticas, tenía mucho interés en ir a ver jOBS y sacar mi propia opinión. La película se estrena esta semana en España.

Un trocito de la vida del Rey de los Julays o eso dicen

Comenzamos con una asamblea de empleados en Apple en el año 2001 en la que Steve Jobs presenta a los empleados el iPod y desde ahí retrocedemos a sus inicios y lo vemos en los años que va desde que dejó la universidad hasta cuando recuperó el control de Apple.

Esto es un telefilm. No es cine. Es una película para la tele, seguramente hecha con el mismo presupuesto y hasta con las mismas cámaras que las cosas que hacen directamente para televisión. Le falta un buen guión que se centre en una época más específica de la vida de este hombre y nos sumerja en la misma. Al tratar de abarcar casi toda su vida profesional, perdieron el foco y terminamos sabiendo poco de nada. Peor aún es que Ashton Kutcher, por más que lo hayan maquillado para que se parezca a Steve Jobs, no tiene su carisma, adolece del magnetismo animal que desplegaba en sus legendarias presentaciones y aquí solo vemos a un actor mediocre al que le han dado un toquillo para que nos recuerde a cierto personaje pero del que siempre somos conscientes de que es un actor haciendo de otro hombre y resulta particularmente doloroso de observar cuando trata de imitar la forma de caminar de Steve Jobs. Probablemente tienes que llegar a la película habiendo leído el libro biográfico y cinco veces la información de la wikipedia o no te enterarás de nada, ya que asumen que todos conocen las movidas del garaje, las movidas del consejo de administración o las relaciones de amor y odio alrededor del protagonista. Peor aún es Josh Gad haciendo de Steve Wozniak, es patético y no hay plano en el que no de lástima. La película la caga completamente desde el primer minuto porque decidieron empezar por el año 2001 y mostrar un Steve Jobs ya maduro, muy similar al que todos conocemos y ahí la cámara no permite engaños y todos y cada uno de los espectadores sabíamos que aquel tipo era un imitador, alguien haciéndose pasar por otro.

En fin, que han perdido la oportunidad de contar algo de la historia de uno de los hombres más importantes para el avance de la tecnología de los últimos cincuenta años. Si eres un miembro del Clan de los Orcos, tus deficiencias neuronales te protegerán y no tienes ni que plantearte ir a ver esto. Si eres un sub-intelectual de GafaPasta, ahórrate el disgusto.


2 respuestas a “jOBS”

  1. La vi ayer, y la verdad que tampoco me dijo nada, es más, me dormía contra el final. Ashton está muy bueno, pero actuar lo que se dice actuar…. ehem…