Después del empacho de mantas y más mantas que hemos tenido, cambiamos de tercio porque mi tercer día nos llevó por otros lares. En esa ocasión, repetí dos inmersiones del primer día, así que lo que veremos a continuación es similar a lo del primer día, solo que la segunda vez ya bajas con más seguridad porque sabes lo que te espera abajo. De las tres inmersiones de ese día, solo hice vídeos en las dos que repetía, con lo que la primera tuvo que ser de mucho macro, que es lo único que me hace desistir de usar la cámara porque los bichos pequeños se ven fatal con estas cámaras de acción que tienen objetivos para capturarlo todo. La música que acompaña al vídeo es la canción Bedshaped de Keane, grupo que en su día eran lo más de lo más y después desaparecieron, aunque me dio tiempo de verlos en al menos dos conciertos. El vídeo es básicamente como estar en un acuario pero dentro del mismo, ya que estamos fijados al fondo con un gancho y delante de nuestros ojos hay un espectáculo de cienes y cienes de millones y billones de peces. Particularmente fascinantes son los tiburones de punta de aleta blanca, que no dejaban de pasar y en alguno de los pedazos hay varios en pantalla. Vuelvo a repetir que a mí me da más miedo pensar que entre mi keli y el poblacho ese con nombre de canción de AbbA en el que vive una rata asquerosa, dantesca y repugnante huida de la justicia española y conocido criminal con pelo repugnante hay poco más de ciento ochenta kilómetros. Volviendo al vídeo, hay peces de todo tipo y tiburones y sobre el minuto dos y medio se puede ver a otra gente fija al fondo. Sobre el minuto tres y medio hay una escuela de pescado para comer que igual son jackfish que no tengo ni idea de como se llaman en español y justo después de verlos tenemos una mantaraya moteada en el fondo del agua del mar y esa sí que igual pega descargas, lo que no se si son de ciento veinticinco voltios o de doscientos veinte o quizás de ningún tipo.