Koppelpoort en Amersfoort


Koppelpoort en Amersfoort

La gente que pasa por los Países Bajos ve cuatro cosas, las señaladas en las guías turísticas o las que les soplamos los que vivimos aquí. Este país es muchísimo más y hoy tenemos uno de esos rincones que no están en el radar de los turistas y son para uso y disfrute exclusivo de la fauna local.

En los Países Bajos, las ciudades son pequeñas y por ejemplo en Utrecht somos trescientos treinta y pico mil julays en una provincia que tiene un millón doscientos mil y en la que la segunda ciudad más poblada es casualmente Amersfoort, con ciento cincuenta y dos mil y pico julays. En Holanda vivimos en ciudades pequeñas y repartidos por todo el territorio y esas mega-urbes que se dan en otros países nos parecen como algo galáctico. Mi amigo el Rubio por ejemplo vive en un poblacho con tres mil ochocientos julays, en donde casi todos se conocen, con un único supermercado, un único bar y a tres kilómetros de una ciudad gigantesca que tiene cincuenta mil habitantes. Con todo el mundo repartido por el terreno, el transporte público es de fábula.

Regresando al concepto de hoy, en el vídeo anterior (que está aquí) se puede ver el Koppelpoort, una de las puertas medievales de la ciudad de Amersfoort y que se construyó en el siglo XV (equis-uve) en la segunda muralla de la ciudad. Esta puerta, en su día, se abría y cerraba diariamente. La puerta fue restaurada por última vez en 1996 y el trabajo fue tan primoroso que ganó un premio Europedo.

Gracias a la magia de las imágenes en movimiento, en el vídeo también se puede ver algo que muy pocos parecen saber. El agua en los canales holandeses está SIEMPRE en movimiento y por eso no nos morimos con los mosquitos. En este país, los canales tienen una misión específica, que es drenar el agua y se lleva toda hacia el mar. Por la zona en la que hice el vídeo paseo cuando voy al cine Pathé Amersfoort, que está en los edificios modernos que se ven en cierto momento y en un mundo sin tanto rastrero y en el que MI LISTA DE DESEOS se hace realidad, me pondría eso que tanto quiero en el cinturón y me echaría a andar en un día soleado como el de la imagen y seguro que teníamos un documento extra-ordinario con avistamientos. Por desgracia, eso sucede en otra realidad y no en la que nos ha tocado sufrir.


10 respuestas a “Koppelpoort en Amersfoort”

  1. Un sitio bonito de verdad.
    Yo creo que Luis se queda corto, aquí somos unos 10.000 y habrá mas de 40 bares, eso si, una sola iglesia… 🙂
    Salud

  2. Y por lo que yo he visto, los que acuden son gente que pasa por allí en bicicleta y que para a tomar un capuchino y un trozo de tarta y los fines de semana. Los «locales» prácticamente no van nunca. Es un bar que abre a las 12 y cierra a las 10 de la noche o así, salvo el viernes y el sábado.

    Genín, hay como 4 iglesias, católica, la del conocimiento y un par de protestantes. Hay dos colegios, uno católico y otro protestante y no hay un solo moro. Todos los niños del colegio son rubios. Todas las profesoras son obesas y parecen vacas vestidas con ropa.

  3. Y esos preciosos niños rubios también serán futuros obesos, o esqueletos con pellejos arrugados, que los cabezaqueso son muy monos de jóvenes, pero una vez llegan a los 45-50 tienen muy mal envejecer.

  4. Bájate a Gran Canaria y pásate por Vecindario capital de Mordor para que veas a esas bostas desbaratadas con pasaporte español. Algunas de ellas tienen la misma superficie de piel que la lona que cubría la pista del circo ruso.

  5. Creo que es la primera vez que comentas que has estado conduciendo un coche, siempre te refieres a las bicis, llegué a pensar que no conducías, como un amigo mio, abogado, que cuando se tiene que desplazar por la piel de toro de punta a punta por razones de curro, lo hace en taxi…
    Salud

  6. Genín, tengo carné de conducir desde los dieciocho años. La ventaja de Holanda es que el sistema de transporte público es de primer mundo y no tengo ninguna gana o necesidad de un coche. No tener un vehículo no me ha impedido ir esta semana tres veces a Amsterdam, todos los días a Hilversum y al centro de mi ciudad. Mañana iré a Hilversum y desde allí iré en bicicleta a Eemnes para una exposición cultural (por la mañana), después me vendrá a buscar el Rubio o su Primera Esposa a mi casa por la tarde para ir a celebrar el cumpleaños de su segunda Unidad Pequeña con una tarta de tres chocolates que acabo de terminar y por la noche volveré a mi casa desde la Estación de Utrecht en bici. En total, calculo que haré unos treinta kilómetros de bicicleta …

  7. Las bicicletas plegables las puedes subir gratuitamente al tren, siempre que las dobles. Las otras, solo pueden ir fuera de las horas puntas y pagando un billete de bicicleta, que es independiente del trayecto y cuesta 6 leuros por día o algo así.

    En mi caso, tengo siempre una bicicleta en Hilversum, iré con otra a la estación y al regresar la dejaré allí y vendré a mi casa en guagua ya que me vienen a buscar en coche y cuando vuelva por la noche la bici ya estará en la estación.

  8. Genial, a mi me encantaría no tener coche pero con el tipo de vida que yo llevo es imposible, es una de las cosas que me preocupa cuando sea mas anciano y no me lo permitan, pero para que preocuparse, ya veremos…
    Por cierto, el primer carné lo saqué en Venezuela a los 16, no me acuerdo cuanto me costó, luego tuve el de Ontario, el de Quebec, ahora no se pero cada provincia en Canadá tenia el suyo, y por ultimo este, el español… 🙂
    Salud