La bacanal de los infinitivos


Ahora que estamos llegando al final del curso de neerlandés y he alcanzado la cima del conocimiento de la gramática local, en la última sesión con teoría nos tenían guardada una sorpresa. Se trata de los dobles infinitivos al usar el pretérito perfecto, o en realidad deberíamos decir los múltiples infinitivos ya que en holandés se pueden apilar tantos como se quieran.

Aunque parezca mentira, cuando nos lo explicaron fue como si se encendiera una luz en mi cabezón y por fin comprendí por qué en multitud de ocasiones, al leer la prensa me encuentro con ristras de verbos que no sabía descifrar. Lo primero y lo más interesante es que el verbo fundamental, aquel que dicta la acción que se realiza, ese es el último y todos los demás lo modifican levemente para ajustar su significado y calibrarlo.

En el lenguaje hablado no se suele ir más allá del doble infinitivo en el pretérito perfecto pero en el escrito el cielo es el límite. La teoría nos dice que una frase que en el presente tiene un verbo modal junto a un infinitivo y se transforma al pasarlo al pretérito perfecto, integrando el verbo haber o ser más los dos verbos, los cuales se metamorfean en infinitivos. Pongamos un ejemplo simple. Digamos que Pedro se queda a cenar con nosotros (Peter blijft bij ons eten). Al pasarla al pretérito perfecto tendremos que Pedro se ha quedado a cenar con nosotros y en holandés esto sería Peter is bij ons blijven eten. Los elementos que están marcados en negrita son los dobles infinitivos. Ahora quiero añadir un matiz, por ejemplo que Pedro en realidad se quería quedar y lo hago añadiendo un nuevo infinitivo: Peter is bij ons willen blijven eten. Aquí ya te meas con los tres infinitivos seguidos. El más a la derecha aporta el significado de comer, el siguiente modifica esto para añadir lo de que te quedas y el siguiente lo retoca y lo pone como que te querías quedar a comer.

El ejemplo que te deja que no meas gota es el siguiente: Men zegt dat de directeur de chauffeur kan hebben willen laten blijven staan wachten. Para el que no sepa contar, en esta frase, gramaticalmente correcta, hay SIETE verbos seguidos, seis de ellos en infinitivo. La traducción completa se escapa a mi corto entendimiento pero la frase viene a decir que se dice que el director ha tenido esperando al chófer, sólo que la construyeron cogiendo el verbo esperar y añadiéndole 1. de pie, 2. permanecer, 3. dejar, 4. querer, 5. haber y finalmente el verbo auxiliar que se usó que es el 6. poder. Con toda esta macedonia de verbos, si uno se tropieza una frase así en el periódico, se le sube la sangre a la cabeza y es más que probable que cualquier intento de excitación sexual esté condenado al fracaso. Uno no puede calentarse mirando escotes y al mismo tiempo tratar de descifrar algo así.

Y así llegamos al final de mi aprendizaje de la gramática holandesa, con un montón de verbos saltando unos sobre otros y recordándome que este es un idioma muy distinto del mío y con el que por más que lo intento, siempre acabo estampándome. Eso sí, lo seguiré intentando.


7 respuestas a “La bacanal de los infinitivos”

  1. No soy capaz de entender la necesidad de tantos verbos seguidos. Y tampoco soy capaz de imaginar la poesía de esta peña. Acojonante.

  2. Tienen otra frase con cinco verbos que usan siempre de ejemplo en la que hablan de Santa Claus (o el equivalente holandés) y después de leerla no se sabe muy bien si el hijoputa lo que quiere es dejar un regalo o entrar en la casa y siguiendo la tradición católica, empitar a los niños y después marcharse a un starbuckcake a tomarse un cafelito de esos asquerosos que sirven en esa cadena.

  3. Un master o una úlcera, aún no lo tengo claro. Mañana tengo un examen y la voy a cagar hasta el fondo porque no he estudiado.

  4. qué idioma, por Dios. Qué mérito tienes. Yo es con el inglés y ya tengo la cabeza hecha un lío e incapaz de aprenderlo, y tú con eso que parece un galimatías y todavía le ves el sentido e intentas explicarlo, como si eso fuera posible. Felicidades, eres el maestro, tío.