La Baja de Pasito Blanco


Cada visita a Gran Canaria es super-hiper-mega especial por múltiples razones. No solo es MI CAAAAAAAAAAASA, como decía el inmigrante aquel ilegal en aquella película tan famoso y que de atrincheraba en una keli de una familia disfuncional americana. Además, allí está siempre esperando el SOL, la caló, las playas y desde hace unos pocos años, el buceo, actividad que me ha permitido descubrir que Gran Canaria no solo es fabulosa en su superficie, también lo es en las aguas que la rodean.

En mi visita de Semana Santa, se repitieron las comuniones con el sol y el mar y se repitió la escapada para ir un día a bucear y en esta ocasión, tiramos pa’l sur de la isla, al municipio de Mogán y concretamente hasta el muelle de Arguineguín, lugar muy ligado a mi infancia porque allí tenía mi padre la barquilla, en uno de los pantalanes y desde allí salíamos a pescar cada fin de semana y aquellas pescas, aquellas horas que pasabas en el mar, son recuerdos que no tienen precio. Curiosamente, si ahora alguien me dice de ir a pescar, como tenga la cara a tiro le escupo y me quedo tan ancho y no creo que tenga hoy en día la paciencia para esa actividad. No pescábamos con caña, íbamos con la tanza enrollada y lanzábamos hacia el fondo, casi siempre a veinte o treinta metros y con varios anzuelos. Después esperábamos a que comenzaran a picar y cuando subías, esperabas tener más de un pescado. Si en un rato no picaba nada, movíamos la barca a otro punto y probábamos suerte, siempre en la costa del municipio de Mogán. Esta vez, salíamos también desde el muelle de Arguineguín, pero para ir a la Baja de Pasito Blanco, situada frente al muelle de Pasito Blanco, que creo que pertenece al municipio de San Bartolomé de Tirajana, ese en el que están Maspalomas y Playa del Inglés. En la primera inmersión allí vimos de todo, un montón de cosas y el vídeo es solo una selección de todos los cutre-vídeos que hice, pero es significativo. El vídeo es también increíble porque se ha producido un milagro por el que llevaba rezando desde que la Virgen María se la pegó a su marido julandrón con ese conocido suyo llamado Espíritu Santo, que la empreñó y como el marido era totorota, se tragó la trola del Hijo de Dios y tal y tal y tal. Hay un nuevo programa para teléfonos hecho por los chinos maravillosos y llamado Dive+ que quita el azul de las fotos y los vídeos y lo hace tan, tan, tan bien, que es que es increíble. Lo veréis a continuación. La segunda inmersión fue frente a Arguineguín, pero entre inmersiones me puse a jugar con la cámara y sus maravillosos poderes para conectarte por Wifi y ver lo que has hecho y se me bloqueó y no pude hacer nada debajo del agua, aunque esa segunda inmersión no tuvo el lujo y la fastuosidad de la primera, con lo que tampoco me importa mucho.

El vídeo tiene de banda sonora la canción Miro la vida pasar de Fangoria , un clásico que si no te gusta es porque eres un cacho de carne con ojos y te mereces tener familia truscolana. El vídeo comienza viendo una anémona flanqueada por dos cangrejos araña y aquí también apreciamos el foco que me compré en China y que va en el palo-selfie y que ahora me ilumina estas escenas entrañables y saca de las entrañas del fondo marino del agua del mar esos colores que yo sabía que estaban allí escondidos. Después seguimos con un gallo verde que se me acercó, precioso y el tercer segmento es una morena picopato, increíble y que vemos con muchísimo detalle porque el mejor blog sin premios en castellano es así de fabuloso y fantástico. Los siguientes dos segmentos son de un banco de roncadores increíble, miles de ellos navegando en formación, como palomas buscando cabeza que jiñar en plaza de Venecia. Flipamos de hice un montón de vídeos más, pero como es más de lo mismo, lo dejamos en estos. Acabamos con una mantarraya escondida bajo una roca y a la que se acerca primero una fula y después un pez trompeta. O sea, el acabose:


2 respuestas a “La Baja de Pasito Blanco”

  1. Esa fue la parte en la que estaba muy cerca y el foco ilumina la escena perfectamente. Llevo uno pequeño de 400 lumens pegado al palo-selfie y bajo la cámara.