La legión del águila – The Eagle


Aunque procuro que no se me acumulen las películas en mi particular despensa, últimamente tengo siempre una reserva que espero usar en un futuro no muy lejano. Para elegir aquellas de las que hablo suelo tener fundamentalmente en cuenta la fecha de estreno en España y por eso, aunque hace cosa de un mes vi The Eagle, la había dejado estar ya que en España no se estrena hasta la semana que viene con el título de La legión del águila. Es una de romanos, con sus minifaldas, sus espadas y sus movidas guerreras.

Dos julays, uno pijo y el otro poligonero, marchan hacia tierras fuera del Imperio Romano buscando la dichosa águila que perdió el padre del pijo y por el camino no veas la de gitanos, chusma y gentuza que se cruzan

En el siglo II, un soldado retirado prematuramente y su esclavo cruzan la muralla que en el norte de Inglaterra separa al Imperio Romano de los bárbaros y se embarcan en una aventura para buscar el águila que representaba a la novena legión y que desapareció junto con la misma unos veinte años antes. En esa aventura se crearán unos fuertes lazos de amistad entre ellos y descubrirán que no son tan distintos como creían.

La película comienza como una de romanos cualquiera, con sus soldados, sus batallas, su honor y todas esas cosas y por supuesto, con la ausencia casi total de mujeres, que esta gente se reproducía por ósmosis inversa o algo parecido porque en las películas de este género casi que no tienen penquillas a las que se les pueda poner la pierna encima. Por eso imagino que hay tanta sospecha de mariconeo fino en el Imperio Romano. El tipo que llega como jefillo de un puesto en la muralla y del que todo el mundo recela se gana pronto el reconocimiento de su gente y en una batalla con los bárbaros lo hace tan bien y salva tantas vidas que todos lo adoran honestamente. Por desgracia lo hieren y lo jubilan con honores a los veintipocos años. Recuperándose salva a un esclavo de morir y se convierte en su amo y posteriormente juntos cruzarán la muralla y se adentrarán en territorio enemigo. Es en ese viaje cuando la relación cambia a amistad (que se viera por lo menos en la pantalla) y ambos tendrán que salvar el pellejo del otro en más de una ocasión. Channing Tatum es el protagonista pero por desgracia para él Jamie Bell le roba todos los planos con gran desparpajo haciendo de esclavo y también porque a fuerza de no tomar tantas hormonas para que le crezca el cuello de un toro, parece tener más músculos faciales y es capaz de expresar emociones de una manera más clara. La historia es simple y directa, la acción está bien dosificada, los secundarios hacen bien su trabajo y los bárbaros son malos y estúpidos como se esperaba de ellos. La trama secundaria que va ganando en importancia y posiblemente sea lo que la gente más recuerde de la película es el desarrollo de la amistad y todo lo que conlleva. Estos dos tíos comienzan con una relación de dueño y esclavo y acaban como hermanos de distintos padres.

Muy entretenida, bien rodada, sin demasiados efectos especiales que nos distraigan y definitivamente digna de una buena sesión de cine. Hasta te puedes llevar a los miembros del clan de los Orcos y seguro que no te lo reprochan.

07/10