La ruleta de los viajes


Normalmente, antes del final de julio yo ya tengo organizados todos mis viajes de otoño o al menos con los billetes de avión comprado. Digan lo que digan los expertos y los gurús del tema, si esperas, te pierdes las mejores ofertas y se disparan los precios. Este año todo quedó en suspenso porque mi madre igual venía a pasar unas semanas y esperando a que se decidiera se fue complicando todo más y más y cuando finalmente llegamos a la conclusión de que era imposible, ya era muy tarde para organizar cualquier cosa en septiembre y muy complicado o caro en octubre. Por eso, las escapadas de la segunda mitad del año se van a apiñar como ladillas en güevo y todas sucederán en el tramo justo antes de las vacaciones navideñas. También excepcionalmente y creo que por primera vez en mi vida, voy a tener una semana entera de vacaciones que dedicaré única y exclusivamente al buceo y que será en un lugar que despierta la magia y la fascinación. Iré a las islas Maldivas, pero no a un complejo de lujo para panolis que quieren pasar allí su luna de miel sino a una de las islas en las que viven los locales y en la que hay un centro de buceo que además es medio propiedad de un español. Comprar el billete fue una odisea con la que aprendí un montón. Inicialmente empecé con los sospechosos habituales, Kayak y SkyScanner y los resultados más económicos y que cuadraran con mis planes eran siempre con una aerolínea de la que jamás oí hablar lllamada Omán Air o con una rusa. Ambas, cuando miras las críticas en Internet rezuman una negatividad increíble, de vuelos retrasados, cancelados, equipajes perdidos y demás. Ya casi me había dado por vencido e iba a arriesgarme con los rusos cuando se me ocurrió probar la página web de búsqueda de billetes de GooglEvil, que suponía que me daría la misma morralla. Qué equivocado estaba, me abrió todo un nuevo universo de aerolíneas y al final conseguí un billete al mismo precio que con las dos anteriores pero que compro a Lufthansa y después vuelo con Austrian Air a través de Viena y regreso con Swiss Air a través de Zurich, todas compañías propiedad de los alemanes, todas empresas con prestigio y europeas y sin intermediarios, comprando directamente el billete a Lufthansa. Además tengo menos horas de viaje y en el regreso tengo la posibilidad de bucear un día más ya que saldré el domingo, en lugar del sábado como con las otras dos empresas que barajaba inicialmente y llego el mismo domingo a mi casa. Esto será el acabose, voy a otro océano, otros animales submarinos y otras movidas.

Después quería tener alguna escapada de fin de semana pero por culpa de lo mencionado anteriormente, acabé con un viaje a final de noviembre, principio de diciembre a Londres, aunque en realidad iré seguramente a Brighton, que está en la costa y lugar del que me han hablado muy bien para pasar un par de días y ver algo diferente y vivir en primera mano la vida después del Brexit. El siguiente fin de semana estaba casi por repetir con el Reino desUnido cuando descubrí que la malvada Buelin ha montado una compañía fantasma en Austria y después han cambiado los aviones y las tripulaciones a Amsterdam y vuelan desde allí como una aerolínea desconocida como una tal Lebels y con tres aviones tienen varios destinos europeos y casi se me caen los gallumbos cuando vi que puedo ir y volver a Lisboa con ellos por cincuenta leuros, así que iré por nosecuanta-vez a esa ciudad para pasar el fin de semana y hasta tengo claro la zona que quiero explorar, además de los dulces y la pitanza, que Lisboa es épica. Después de eso volveré a pasar por Lisboa camino de Gran Canaria en navidades, pero será una parada de cambio de avión con poco más de una hora de tiempo.

Ahora solo me falta reservar las kelis o cuartos en los que quedarme en esos sitios, salvo en las Maldivas, que ahí todo está super-hiper-mega atado y bien atado.


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