La sábana electoral


Ayer tuvimos elecciones al parlamento en los Países Bajos. Yo nací neerlandés con Rutte como presidente, también conocido como Harry chapaPotter y sigo con el susodicho, aunque creo que nunca le he votado y hasta me alegraría que lo botaran del gobierno y lo exiliaran a truscoluña, que no es nación, o al poblacho donde la Pelúa es marqués y tiene casoplón, el Garrapatagar ese. El sistema electoral holandés no es que sea ligeramente diferente del español, es que parece haber sido hecho en otra galaxia mucho más lejos que esas muy, muy lejanas de la saga de la Guarra de las falacias. Cuando comienza la campaña, aquí no se negocia entre ladrones corruptos y estafadores si se hará uno, o dos o ningún debate, aquí hay todos y cada uno de los quince días de la campaña un debate, por la noche, en la tele pública, con todos los partidos invitados y algunos días son debates temáticos, otros días son con preguntas que han enviado los espectadores y otros días son generales o guiados por la actualidad. Si un político es una primadona y no quiere ir, pues no va y no se le oye. Aquí no hay casi actos en ciudades, ni mítines, ya que un programa en la tele tiene una audiencia mayor y durante los días, la gente puede ir cambiando su idea sobre un candidato u otro solo por como se comportan en esos debates.

Otro terreno en el que no hay similitud alguna con España es en el del voto por correo, que simplemente, no existía hasta estas elecciones y que se ha habilitado únicamente para Ancestrales de más de setenta tacos que estén aterrorizados en sus kelis y crean que morirán si van a un centro electoral. Solo ellos recibieron una invitación del gobierno para solicitar el voto electoral por correo. También esta vez y de manera excepcional y tal y tal se comenzó la votación dos días antes, desde el lunes, solo para mayores de sesenta años, incluyendo los ancestrales y para gente de los grupos de riesgo máximo. Se abrieron un número menor de colegios electorales y ellos pudieron ir a votar a los mismos. El miércoles, el día oficial de las elecciones, ya habían votado (sin contar a los que lo hicieron por correo) el doce por ciento de los electores, los cuales votaron mientras se sucedían los debates y la campaña de los partidos. El miércoles, votamos el resto y hay que ver la foto estremecedora de la papeleta electoral que te mandan a tu keli y que es de tamaño idéntico a esa con la que votas, que te encuentras en los colegios electorales y que no puedes llevar desde tu casa. La papeleta electoral, idéntica en tamaño aunque un pelín distinta en el diseño a esta:

Mide noventa centímetros de largo y sesenta centímetros de ancho. Es decir, si juntas dos, tienes una sábana y con cuatro te puedes hacer un saco de dormir. La que se ve en la imagen corresponde al Distrito Electoral 8, que es el mío, aunque los expertos aún debaten si la traducción del palabrón kieskring más apropiada no sería truscoluña no es nación, pero ante las dudas, seguimos usando lo de distrito electoral. Al entrar en el colegio electoral, te hacen un control en el que tienes que entregar el pase para votar, que está hecho con las máquinas esas con las que hacen el pasaporte y el dinero y que debes acompañar con tu carné de identidad, de conducir o pasaporte, que son los tres documentos válidos de identificación en los Países Bajos. Como no hay voto por correo, si quieres delegar tu voto, le entregarás a la persona en la que depositas tu confianza tu pase para votar y en la parte trasera pondrás los datos de la persona a la que le has cedido el derecho de votar por ti y añadirás una fotocopia de alguno de los documentos de identificación y el que va a votar por ti tendrá que llevar el suyo. Después le darán una papeleta y podrá votar lo que tú le pediste o lo que le salga de los mondongos. El sistema lo han complicado bastante porque en el pasado solo había que llevar el susodicho pase y sucedía y sucedió que los terroristas musulmanes de mielda acudían con los de todas las hembras de su keli, obviamente, seres inferiores, y ellos votaban por todas ellas. Ahora como esas ratas no se gastan 5 céntimos de leuro en imprimir un carné o en una fotocopia, ya no lo hacen. Una vez todo está en orden, un julay con un iPad escanea un código KúeRre que hay en tu pase para votar y que permite al estado saber quién ha votado y evitar que lo hagas dos veces y finalmente te dan la sábana papeleta y un lápiz de color rojo. En la sábana esa, al lado de cada nombre hay un circulito y tú te vas a uno de los reservados y te lo piensas muy pero que muy bien y rellenas ÚN SOLO CIRCULITO con tu lápiz de color rojo. O no rellenas nada y votas en blanco. Si rellenas dos, votas nulo. Si rellenas más de dos, eres tonto’l culo y además votas nulo también. Una vez has hecho tu circulito rojo, tratas de doblar como buenamente puedes el papelotón electoral y lo depositas en un contenedor enorme, como los que yo tengo en mi jardín y que está cerrado con un candado.

Otra diferencia fundamental entre el sistema electoral neerlandés y el español es el horario de votación. Aquí solo se dice que las elecciones son un día determinado, el diecisiete de marzo, en el caso de ayer, pero los colegios electorales pueden abrir y estar abiertos con una libertad horaria impensable en España y los hay que abren justo a la medianoche, los hay que abren a las cinco y cuarto de la mañana, a las seis y media y el resto, casi todos, a las siete y media de la mañana y siguen abiertos hasta las nueve de la noche, aunque puede haber lugares en los que cierran más tarde. Con un sistema tan raro y que parece tan poco amigable para el votante, es difícil de creer que aquí, en las elecciones de ayer, votaron el 82,6% de los votantes, es decir, una jartá. Y el resultado ha sido que después de un año de corona, los partidos de izquierda se han ido todos y cada uno de ellos a tomar por culo sin frenos y en cuesta abajo, la gente les retiró el apoyo porque en los debates, en lugar de hablar de lo que preocupa a todos, se ponían en plan intelectual y pitoniso y hablaban de otro mundo pero no de este en el que estamos viviendo y cuando la gente acude a votar y hay un buen porcentaje, la izquierda se va a tomar por saco porque ellos tienen sus regulares y pocos más. También ha perdido apoyo el pavo ese de ultra-derecha que igual que el gran líder criminal y DEShonorable exiliado se casó con una hembra de otro país porque las del suyo le daban asco y la razón de la perdida de votantes es que siempre cuenta la misma historia, lleva ocho años en el parlamento y su partido jamás ha tenido una buena iniciativa.

Ahora discutirán y negociarán durante unos meses y finalmente, Harry chapaPotter volverá a ser el presidente del país.


2 respuestas a “La sábana electoral”

  1. La familia del «DESHONORABLE» tiene montado un negocio aquí de mucho cuidado, todos viven de puta madre con la pasta pública toda su vida, la gran mayoría de ellos, sin dar un palo al agua, aunque algunos dan medio palo para representarnos en saraos , comilonas y demás, pero lo mejor de todo es que no son elegidos, ni se tienen que presentar a elecciones ni ná de ná, en cuanto nacen, y para toda la vida, ya están montados en el chollo, pero los pobres, como no llegan a fin de mes, se ven en la necesidad de hacer algún que otro negociete, mayormente con los moros, para ir tirando y poder pagar a sus amigas, que por lo visto, salen caras de cojones.
    Claro que no todos son así, el que manda en su casa ahora, parece buena gente, espero que llegue a fin de mes.
    Salud

  2. Después de leerme dos veces el post, creo que si me hicieran ir a votar ahí no sabría como hacerlo. Sois complicados de cojones. Raritos!.