La semana en la que se aclaró todo


Por razones que no voy a explicar, este año durante la primavera no acabé yendo a bucear, aunque estuve cerquísima de irme dos semanas a México o al caribe neerlandés, conocidos como ABC por Aruba, Bonaire y Curacao. Por eso, en realidad no he usado muchos de mis días de vacaciones y tengo una jartá, así que sabiendo la angustia existencial de algunos comentaristas que ven que se nos acaban los vídeos de buceo, el fin de semana pasado dediqué una hora de mi vida a mirar billetes para las Maldivas, que se ha convertido en mi lugar favorito para bucear y en particular la isla de Guraidhoo porque el club de buceo es español, la isla está cerca de la capital y allí viven los aborígenes de las Maldivas y es un sitio agradable, por no mencionar la de inmersiones con tiburones y águilas marinas que tienen. Encontré que para ir en noviembre, los precios del billete de ida y vuelta rondaban casi los mil leuros, saliendo de Ámsterdam y con una de las aerolíneas moras, con parada en Abu Dhabi y la posibilidad de visitar al emérito. Como siempre con estas cosas, añadí el aeropuerto de Dusseldorf y el de Bruselas y entonces me salió que desde Dusseldorf, un ida y vuelta yendo por Vienna y solo con equipaje de mano, que es el que yo llevo, el precio era de seiscientos diez leuros y tanto la salida como la llegada me permiten viajar en transporte público desde y hacia mi keli, con lo que ese enigma quedó resuelto y además, Austrian Airlines pertenece a la Lufthansa y casualmente, en mi visita anterior fui con Swiss y Edelweiss, del mismo grupo y en mi primera visita fui con Austrian en la ida y Edelweiss y Swiss en la vuelta, con lo que mi conclusión es que en esta ruta, el grupo alemán es imbatible y no paran en Oriente Medio y la posibilidad de ir sentado al lado de alguien a quién el desodorante abandonó desde la gestación y antes del parto, es prácticamente cero. Ahora me queda elegir los lugares y aparte de Guraidhoo y ayudado por los colegas que he conocido en mis viajes anteriores, estoy por elegir entre Fulidhoo y Rasdhoo, o quizás ir a ambos lugares, todo eso está por decidir pero las tres islas son de los locales, sin complejos exclusivos turísticos, que es lo que hace carísimas las visitas a las Maldivas.

Con eso resuelto, ataqué el segundo frente. Cada año puedo trabajar desde el extranjero veinte días, así que pregunté a los de recursos humanos y me dijeron que me quedan doce días para el 2024, que me van perfectos porque yo quiero ir dos semanas en diciembre y dos en enero. Después me fui a buscar billetes de avión y Transavia, que era mi aerolínea de cabecera, este año se ha estropeado muchísimo, cancelan vuelos si se les rompe algún aparato y además, ahora hay que pagar por el equipaje de mano y por el facturado, con lo que cuando lo sumas todo, son careros y peor aún, los regresos a los Países Bajos son entre la medianoche y las dos de la mañana y con una maleta con al menos 25 kilos de papeo, eso no es factible. Con el buscador que usé me salían varias opciones, pero de nuevo, facturando una maleta la cosa es complicada cuando en la vuelta te dan dos billetes separados, uno con Binter o Air Europa desde Gran Canaria a Madrid y después otro con Liberia desde allí a Ámsterdam, con lo que tienes que recoger maleta y volver a facturar la maleta y si hay retrasos, la angustia existencial te quita días de vida, quizás hasta semanas y te pasas todo el día viajando y llegas a las once de la noche. Por suerte, Tuifly volvió a rescatarme y creo que estoy volando con ellos más que con nadie más. Esta vez conseguí una ida desde Ámsterdam a Gran Canaria en sábado y saliendo a una hora que me permite dormir en mi keli y el regreso lo hago por el aeropuerto de Rotterdam y la Haya, que es minúsculo, con lo que el equipaje sale en segundos y desde allí hay una buenísima conexión de guagua que toma veinte minutos a la estación central de Rotterdam en donde pillo el tren y tras treinta minutos estoy en Utrecht y encima, llego a las ocho de la noche, con lo que esa fue mi opción.

Ya solucionado el buceo y las Navidades, me faltaba cumplir la promesa que le hice a Sergio y regresar a Málaga y de nuevo, los precios son un rescándalo, pero he encontrado un billete relámpago, con algo menos de cuarenta y ocho horas en Málaga por cien leuros con Easyjet, así que el último fin de semana de noviembre estaré en Málaga desde las seis de la tarde del viernes a las once de la mañana del domingo y recomiendo encarecidamente a cierta comentarista que negocie si quiere verme con Sergio. En esta ocasión tengo solo micro-bolsa en cabina, así que estiraré las horas de uso de los gallumbos, camisas y pantalón o me llevo viejos y los tiro y regreso con un par de kilos de comida, ya se verá.

Ni en los vuelos del viaje a las Maldivas, ni en los del viaje a Málaga, ni en los del viaje a Gran Canaria he reservado asiento con ventana porque en todos me lo cobran, así que si la fortuna no reparte suerte, no habrá vídeos. Para que se hagan una idea, pillar ventana a o desde Gran Canaria son unos quince leuros por viaje, los de las Maldivas son más de cien leuros en total y los de Easyjet no tengo ni idea. Se aceptan donaciones en criptomoneda, oro, pero no del que cagó el moro, platino y diamantes pulidos.

Si siguen subiendo los precios de las tasas de aeropuerto en los Países Bajos harán que todos tengamos que ir a Bélgica o Alemania para viajar porque los primeros cien leuros del billete serán eso, tasas de aeropuerto.


3 respuestas a “La semana en la que se aclaró todo”

  1. Genial, a ver si se cumplen tus deseos de bucear con una cuadrilla de escualos hambrientos, tu solo, estoy seguro de que te las apañarías unos segundos y los tiburones de lo mas agradecidos por el banquete gratis…
    🙂 Salud

  2. La pena es que hay muchas posibilidades de que se perderían los videos que tanto me emocionan… 🙂
    Salud

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