La soledad


A veces me pregunto por qué entro a ver cine español cuando ya por el cartel de la película tengo la certeza casi absoluta que no me va a gustar. No conozco la respuesta para ello. Me sucede lo mismo con el cine de terror, con el cual sigo estrellándome mientras las perlas que hacen que merezca la pena llegan distanciadas en el tiempo. Aunque vi La Soledad hace casi un mes, aún se me pone el vello de punta cuando recuerdo lo mala que era.

Una julay tiene una vida de mierda

No me explico como pudieron escoger esto en el festival de Cannes. No me lo explico. Recordemos que el cine es entretenimiento, que uno no paga el dineral que cuesta la entrada para ponerse de mala hostia sino para disfrutar de un espectáculo y aquí es donde falla esta película. Su director intentó meter un montón de cosas en la misma historia y no funcionó. Para empeorarlo aún más le dieron un ramalazo de artisteo y se dedicó a ensañarse con nosotros, los pobres espectadores y obligarnos a ver polladas insufribles en la pantalla, cortando la imagen en dos y jugando con cámaras fijas que no aportaban nada a la historia y me hacían echar de menos mi teléfono holandés cargado de juegos. El popurrí con el que construyeron la historia tenía una madre de niño pequeño separada que se marcha del pueblo a la ciudad y se mete a vivir en un apartamento compartido en Madrid con otros dos frikis, uno que tiene pinta de maricona mala y una que tiene dos hermanas, una marimandona e hijaputa y la otra tonta del culo y huevona. A veces vemos a la madre con niño y a veces a las otras y a veces a más gente. En medio de todo esto hay un atentando terrorista en Madrid y muere el niño complicándose la cosa con la madre en modo amargada y la pantalla venga a partirse y recomponerse con las tomas de artisteo y te tomas un trago de madre depresiva y el siguiente es de peleas de hermanas y luego uno de viejo facineroso y otro más de Dios sabe qué. Creo que me aburrí en los primeros tres minutos, cuando pensé que se había escoñado la película porque la protagonista desaparecía por la mitad de la pantalla andando hacia la izquierda y reaparecía por el lado equivocado sin que viniera a cuento. Conforme transcurría la película me importaba cada vez menos la historia y el drama de las protagonistas, me resbalaba su sufrimiento y me la sudaba si vivían o morían, si eran felices o seguían regodeándose en su mierda hasta el infinito y más allá. Los últimos veinte minutos fueron interminables, con la fe totalmente perdida, mi capacidad para sorprenderme acabada y la historia transcurriendo por los mismos tediosos derroteros por los que se movió durante todo el tiempo anterior.

No me sorprendió ninguno de los actores o actrices que deben tener tanta culpa como el director del fracaso de esta historia y uno en particular consiguió enervarme hasta límites insospechados. Se trataba del compañero de piso de Madrid, cada vez que salía en pantalla me ponía de mala leche aunque no abriera la boca. Imagino que la película será como casi siempre en el cine español, un gran éxito de subvencionas variopintas y un ROTUNDO fracaso de público.

Ni te molestes en intentarlo. Es una mierda. Gasta tu dinero en algo más interesante y no cometas el error que yo cometí.
gallifantemedio gallifante

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