Ya mencioné en la anotación de las campanas que la idea era subir una colina, o más bien una protuberancia en el terreno y que los tailandeses, exagerados que no veas, llaman la montaña dorada. Aquí tenemos la vista desde la parte superior de la ciudad de Bangkok, o de parte de la ciudad y se puede ver que prácticamente todos los rascacielos con hoteles y centros comerciales de la ciudad pasan holgadamente la altura de esta montaña, que se queda en cincuenta y pocos metros de altura. La vista es muy interesante pero quiero recordar a todos y les recuerdo que para llegar aquí hay que ir dando vueltas como un tonto a la supuesta montaña y subir trescientos y pico escalones mientras gente a tu alrededor aporrea campanas por todos lados porque supuestamente les traerá suerte, aunque vistas las dentaduras sin dientes de la mayoría y lo demacrados e insalubres que iban, yo quiero de creer y creo que la suerte prometida hace tiempo que desapareció de allí.