Después de tanto drama y de tantas teorías y más teorías, cuando estaba de vacaciones en Turquía nos mandaron un correo diciendo que tras llegar a un acuerdo con los sindicatos para el plan social y que el comité de empresa aceptara también la reorganización, al día siguiente, entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde sería eso que se conoce como la Matanza, el sublime acto en el que los de recursos Inhumanos y los jefillos llaman a la gente y les dicen que los ponen en la puta calle y para ello, le pedían a la gente que acudiera a la oficina ese día, un viernes. Nosotros ya sabíamos que la coña no iba con nosotros, pero aun así te interesa saber cómo lo hacen porque de ahí se sacan muchas conclusiones.
Al día siguiente, los mensajes en el güazá con el mexicano y el gallego volaban y eso que el mexicano estaba en su país para su bodorrio, que era al día siguiente. El gallego estaba de camping en Francia y yo en Turquía, con lo que a todos nos pillaba en el extranjero. Al final el mexicano nos confirmó que a él no lo ponen en la puta calle y nos dio los nombres de los dos de su grupo a los que les dieron el finiquito y no nos pareció mal. En el documento que nos mandaron con el anuncio aparecían dos que se sientan en la misma sala que yo, en donde somos creo que veintidós, si estuviera llena. Yo ya había hecho mi quiniela y conseguí un pleno. Le dieron puerta a una mujer que nació como hombre, se casó, tuvo hijos y pasados los cincuenta al parecer se le salió la mujer que llevaba bien dentro escondida y comenzó la transición de niña a mujer, o en este caso de viejo a mujer y una cosa está clarita como el agua de un naciente, las dosis de hormonas las deberían ajustar según la edad, porque tengo un montón de amigos que en carnavales se vestían de mujeres y se veían muy pero que muy más femeninos que esta pava y la culpa la debe tener la dosis, que le deberían poner cuatro veces más o directamente, usar las dosis para caballos o elefantes, que igual le hacen algo. La chama, en los dos años y medio que llevo en la chamba, ha pasado solo por la oficina en cuatro ocasiones, siempre está en su keli, trabajando desde allí o algo así y supongo que eso la puso en la rampa de salida, que en su trabajo hay redundancia y la otra persona es una mujer de verdad, que está hasta embarazada y vamos, cualquiera que haya jugado a las cartas sabe que lo único más fuerte que el comodín de transexual, que te protege aunque no des un puto palo al agua, es el comodín de embarazada, así que le tocó al transexual. La otra víctima fue un turco que a mí me cae muy bien, pero que tuvo la mala suerte de ser el último en llegar a su grupo, en el que hay al menos dos más haciendo el mismo trabajo y seguramente le aplicaron la regla del último en entrar, primero en salir.
En total echaron a veintisiete, aunque se han ido unos cuantos en los meses previos y sé de al menos uno que se jubila en otoño, con lo que calculo que el número total está más bien cerca de los treinta y cuatro. Tras la matanza, al lunes siguiente, la gente hacía corrillos para crear las teorías que justifican los despidos y como siempre, a todos los que botan es porque no dan un puto palo al agua, que siempre ha sido la norma de estos eventos y dos semanas más tarde, la gente que supuestamente tiene que reemplazarlos no deja de quejarse porque les ha caído tremendísimo marrón. También como en la otra empresa del país del sol caguiente en la que he trabajado, la purga fue exquisitamente cuidadosa para no tocar ni a un jefillo, es increíble como pueden deshacerse de los que curran y dejan a los que les dicen que curren y hacen reunión tras reunión sin ningún valor añadido.
Por toda Europa han ido cortando cabezas y al parecer, falta Alemania, país que tiene una legislación aún más complicada que la neerlandesa para estas tareas y en donde creen que no sucederá antes de que termine el verano. Por allí, según lo que nos informaron, la cantidad será del cuarenta por ciento, con lo que ya pueden agarrarse los machos que cinco de cada veinte no volverán a jiñar en el laburo.
3 respuestas a “Les cortaron los kabezones”
Y al turco o moro ese que «tan bien te cae» se lo cargaron?
No, ese estaba en la misma cesta que yo y escapó, pero anda acojonado porque se han ido a la calle como el 50 % de los turcos y sabe que del río hasta el mar, los turcos caerán. Añade a eso las fotos que filtré de mis vacaciones en Bodrum y que le llegaron y está con úlcera de la rabia. Creo que vuelve la semana que viene de vacaciones en las fabelas turcas.
Creo que se dice jefecillo ¿No? hace tiempo que te lo quería decir pero siempre se me olvidaba… 🙂
Salud