Mejor solito


Lo mejor de no estar atado a un contrato laboral es que cuando salgo a pasear, lo hago a una hora en el que las marujas están de compras o recogiendo la keli, sus machos están haciendo como que trabajan desde casa o en algún lugar contaminado por el virus truscolán, los niños están en el colegio y yo me veo en un mundo increíble adornado con los colores del otoño y en el que no hay ningún peligro porque no hay nadie, nadie, nadie caminando a esas horas, que pueden ser las once de la mañana, que ninguno se vaya a pensar que estamos hablando de horas intempestivas. No sé si podré acostumbrarme a compartir el camino con la multitud, esto de ir a tu bola y si te cruzas con alguien, seguramente es un ancestral o la chama esa que camina pa’trás como los cangrejos y que seguro que tiene una historia fascinante para explicar el por qué lo hace, aunque como lleva dos bolsas de plástico en las manos llenas de otras bolsas de plástico, yo no me atrevo a preguntarle porque tiene tantos puntos para estar chiflada y yo he visto las suficientes películas de terror como para saber que si me acerco, esa se saca un cuchillo de la pipa del coño o de algún otro lugar en el que lo tiene escondido, me mata, me trocea y como por allí no pasa nadie, tardarán días y días en encontrarme. Lo mismo me está pasando con los días que voy a correr, lo hago fuera del horario habitual, que la gente o se levanta a las seis de la mañana para correr en plena obscuridad o lo hacen por la tarde, cuando han regresado de trabajar y entre ambos momentos, hay horas y horas en los que puedo ir a correr sin toparme con nadie.

Hoy en día y con la que está cayendo y con tanto experto que cambia de opinión cada dos mareas, casi que lo mejor es tener tu trocito del universo pa’tí solo, sin nadie alrededor, que nunca se sabe quién es un apestado, que la gente se apelotona en los lugares más insólitos y sin razón aparente, como en el supermercado, que controlan el aforo pero después resulta que hay un montón de gente, todos sin máscara, compitiendo para comprar embutido o algo de queso y yo los veo y me pregunto por qué no existe una cepa más brutal del virus que realmente elimine todo este código genético erróneo de nuestra especie, que esos están pidiendo morir a grito pelado. En el supermercado, pusieron la franja horaria de siete a nueve de la mañana para uso exclusivo de los ancestrales, que pueden ir a comprar a esa hora con la seguridad que no permiten la entrada de más nadie y tuvieron que quitar la restricción porque el número de clientes en dos horas oscilaba entre uno y cinco. Resultó ser que los ancestrales se pasan el día quejándose de lo poco o nada que duermen pero a la hora de la verdad, es una trola y no les mola nada salir de la cama antes de las nueve de la mañana.


4 respuestas a “Mejor solito”

  1. Eso cambiará cuando te conviertas en vecino de la Virtuditas, querrás aprovechar los días con temperaturas más normales y evitar el frío de la noche.

  2. ¿Vecino de la Virtu?
    ¿Frio en las noches?
    ¿Con mi chimenea Jotul, la mejor del mundo?
    Y no renuncio a la compañía en la camita…jajaja
    Salud

  3. Dicen que hay dos tipos de personas, los búhos y las alondras. Está claro que Genín es búho, y a estas alturas no creo que cambie solo por variar su posición geográfica…