Mira que intentan metérnosla doblada y sin doblar


Este año el 11.11 o día de los solteros o el día de comprar en China me pilló muy pero que muy preparado. Tanto que ni siquiera compré ese día, lo hice como tres semanas antes y ME AHORRÉ PASTA. Quería un par de chorradillas y cuando anunciaron los precios del día de rebajas, vi que podía conseguir las mismas cosas de otros vendedores a mejor precio, así que ya me puse y compré y para cuando llegó el 11.11 casi todo estaba en mi casa. Para la segunda tanda, la del Viernes Negro, también llevo semanas siguiendo los precios de las cosillas que estoy mirando y curiosamente, esta semana, todos los productos que seguía han incrementado su precio entre diez y veinte leuros y cuando llegue el día, bajarán seguramente cinco o quince y al final la gente los está comprando más caros, porque el truco de estos eventos comerciales es abusar de la plebe y el populacho y esquilmarlos. Me acuerdo del milenio pasado, cuando el concepto de las rebajas era mensual, teníamos que después de Reyes enero era un mes de rebajas y julio era el mes de las otras rebajas. Entre medio, nada. Ahora, además de esas dos tenemos un montón de momentos puntuales en los que las tiendas tienen ofertas y el concepto, con el abuso, ha perdido la gracia. Ahora mismo, lo mejor es hacer algo similar a lo que yo hago, seguir el precio de lo que quieres durante un tiempo y observar sus fluctuaciones. Un fenómeno altamente conocido en los Países Bajos es el día sin IVA de cierta cadena alemana de electrodomésticos y productos electrónicos que también vende en España. De repente, todos los precios suben y unos días más tarde anuncian esos días espectaculares y a veces, con tan poca vergüenza que ni se molestan en retirar el precio viejo, lo cubren con el nuevo sobre el que se aplicará el descuento y que suele ser mucho más alto para de nuevo, engañar al cliente y sacarle algo más de pasta. Va a resultar que el cliente, no solo tiene siempre la razón, además es tonto y hay que engañarlo. Tampoco todo es malo. El año pasado, durante las ofertas del viernes negro, una tienda holandesa puso una muy buena oferta de un equipo específico, la compré y al día siguiente lo tenía en mi casa. ¿Cómo supe que era una buena oferta? Llevaba semanas comparando equipos y precios y a esas alturas, era un experto en el tema y tenía una nota en mi teléfono con los precios y los modelos que vigilaba.

Saltando de tema a tema, creo que estoy viviendo la campaña más corta de castañas desde que se inauguró el universo. Han sido un puñado escaso de semanas con un selecto grupo de tiendas vendiéndolas en Holanda y ya han desaparecido, así que espero que los portugueses tengan más suerte y uno de mis objetivos para este fin de semana es buscarlas en la ciudad portuguesa que visitaré. Por suerte la última vez que las vi y temiéndome lo peor, aprovisioné a conciencia pero si no consigo en portugal, esta semana me quedaré sin castañas y muchos de mis compañeros en la oficina se quedarán sin los regalitos que les dejo en los ascensores, que ya han sido incluídos en la lista de lugares en los que se ha usado armamento químico y he visto que hasta el cojo de la segunda planta sube por las escaleras, aunque en su caso, más bien que va perreando por las mismas con los bandazos que da el joputa. Cuando combino en una cena castañas con alubias o lentejas, al día siguiente me tengo que poner mi camisa con el 009 porque llego al trabajo con licencia para matar y asfixiar.


5 respuestas a “Mira que intentan metérnosla doblada y sin doblar”

  1. Lo mas seguro es que tengas suerte en Portugal, aquí está siendo una campaña excepcional de cantidad y calidad de las castañas, y ellos ya sabes que no quedan nada lejos… 🙂
    Salud

  2. Genín, pues en Galicia este año ha bajado la cantidad pero mucho, eh? son buenas, pero hay MUY pocas en comparación con otros años.
    sulaco, yo me compré una tele el día 10, haciendo lo mismo que tú, sabía el modelo que quería exactamente, seguí el precio, y, sin duda, la he conseguido a un precio genial. Y lo mejor es que me llega el lunes que viene, antes del mogollón que van a tener los repartidores después del viernes. 😀

  3. Ah, y yo no compro nada en media-mierder. Me colaron una de esas hace años y los taché de mi lista. Y en ese tipo de cosas soy muy, muy, muy rencorosa!

  4. Genín, por aquí arriba la campaña ha sido fatá. Estoy poniéndole velas negras a Santa Rita para que en Oporto se puedan comprar y llevarme un par de kilos de allí.

    Virtuditas, definitivamente son rastreros. Yo solo compro si realmente son los más baratos o la diferencia de precio es mínima porque tienen tienda junto a la estación central de Utrecht, a unos metros y me resulta conveniente. Si no, paso de ellos. Creo que este año he estado allí en una ocasión para algo que valía cinco leuros.

  5. Virtu, aquí, en la sierra, hay muchas y buenas, eso si, al haber tantas, el tamaño es pequeño, pero son muy ricas 🙂
    Salud y besitos