Otro retrato de un caballo Konik con la fuerza que irradian esos animales. El flequillo le da un aspecto pícaro y malandrón. Seguro que este creció haciendo trastadas en la manada.
Otro retrato de un caballo Konik con la fuerza que irradian esos animales. El flequillo le da un aspecto pícaro y malandrón. Seguro que este creció haciendo trastadas en la manada.
2 respuestas a “Mirar a la cara”
Te encontré por tu amiga y su comentario Sulaco.
Y me alegro.
Estas fotos de Oostvaardersplassen son espectaculares. Eres muy afortunado de poder ir allí.
Por cierto ya me ha llegado la postal 🙂 Te lo agradezco mucho.
Un saludo