Mr. Brooks


Mira que hacía años que no veía una película de Kevin Costner con él de protagonista. Ni sabía que seguía haciendo cine. Pensaba que había quedado para la historia como el hombre que provocó una fiebre altamente contagiosa en las islas Canarias que consiguió que un porcentaje significativo de una generación por otra parte perdida fuera nombrado como Kevin Costner de Jesús y creedme, los hay a porrillo. La cosa es que el hombre es capaz de hacer cine del bueno, algo que me ha sorprendido un poco porque no me lo esperaba de él. Hoy hablaremos de Mr. Brooks, una película que al parecer no se estrenará en España hasta navidades.

Un julay que no folla mata para relajarse

La historia comienza en el momento en que a Mr. Earl Brooks lo declaran el hombre del año de la ciudad. Es el momento culminante de su carrera, reconocido como un gran empresario, amado por su esposa, con una hija encantadora y un futuro espléndido. Pero Mr. Brooks tiene un secreto, algo que nadie conoce, ni siquiera su esposa. Tiene un alter ego, una peligrosa personalidad que lo obliga a asesinar y lo ha convertido en el asesino en serie más sofisticado y peligroso de la ciudad. Descubriremos su doble vida y la manera en la que lucha contra lo que cree que no es más que una adicción y que ha aprendido a justificar para poder seguir adelante. Tanto Kevin Costner como William Hurt están soberbios, sobradísimos en sus papeles. Ambos hacen creíble la historia y nos mantienen en tensión mientras de alguna manera extraña pasamos a sentir cierto aprecio por un hombre que no es nada más que un monstruo, un asesino despiadado con el que nos identificamos. Las conversaciones entre ambos con épicas y la manera en la que analizan fríamente los crímenes y lo planifican todo es fascinante.

Todo un ejercicio de buen cine, un thriller excelente que te mantendrá agarrado a la silla las dos horas que dura. Merece la pena verla.
gallifantegallifantegallifantegallifante