Antes de entrar a la catedral de Colonia miras hacia la izquierda y te encuentras con este Ojo de Aguja. Es una pequeña plaza empotrada en otra mayor y que seguramente te hará preguntarte los motivos que pudieron tener para no borrarla del mapa y hacer una gran explanada.
La causa es la historia y el tiempo. Esa puerta la construyeron los romanos, lleva en ese lugar más de mil quinientos años y ha sobrevivido a todo tipo de vilezas humanas. Contrasta con la grandiosidad de la Catedral y en su sencillez está su hermosura. Siéntate en uno de los bancos y desde allí disfruta con la visión de ese gran templo y piensa que hace mucho, mucho tiempo, ciudadanos de un imperio que dominó toda Europa pasaban bajo ese arco.
2 respuestas a “Nadelöhr – Ojo de aguja”
Esa es la puerta. Una puerta secundaria, como la que debía haber en Jerusalén, con el mismo nombre, y que al parecer dio lugar a:
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al Reino de los Cielos.
Se supone que el camello debía ir con jinete, lo cual lo hacía muy difícil.
No sé si es cierto, pero sí, por lo menos, curioso.
Es una teoría interesante.