Al parecer, después de haber vivido el fin del mundo varias veces, después de incontables invasiones de extraterrestres que solo querían hacernos pupita de la mala y de un montón de malos malísimos de los que nos tenemos que proteger con superhéroes, parece que lo único que quedaba por hacer es atacar la Casa Blanca y darle candela al presidente de los Estados Unidos de América y eso es lo que veremos en al menos dos películas que se estrenan este año. La primera se llama Olympus Has Fallen y en España el traductor se superó a si mismo con el pachanguero título de Objetivo: La Casa Blanca que básicamente explica la trama de la película, la cual se estrenó en España hace unos días.

Un julay que trabaja de gorila de presidente de gobierno ha de salvar al mundo y al universo conocido de unos hijosdeputa cabezudos coreanos de mierda que quieren provocar la tercera y la cuarta guerra mundial y que hacen cierto ese refrán que dice que coreano bueno, coreano muerto y bajo tres metros de hormigón armado

Un tipo que trabaja protegiendo al presidente lo salva en un aciago accidente de tráfico pero en el mismo muere la chama que empalaba el presidente y parece que ya no son amiguitos del alma. Acaba amargado y deprimido en un puesto de mucho papeleo en el edificio del Tesoro, al lado de la Casa Blanca. Cuando unos terroristas atacan la keli del presidente, el colega se mete allí dentro, es el único que sobrevive y él solito desmantela la amenaza matando a tantos cabezudos coreanos de mimerda como le dejaron.

Si llegas quince minutos tarde al cine te ahorras la parte tonta de la película, esa en la que nos introducen los personajes y tratan de darles algo de profundidad para que aquellos más intelectuales encuentren respuestas a las preguntas que al parecer se hacen en sus cabezones. Este es el tramo de película en la que piensas en lo que quieres cocinar la semana que viene o lo que tienes que hacer. Una vez los coreanos montan el pitote, la cosa mejora un montón y tenemos dos películas en paralelo. Por un lado a Morgan Freeman rodeado de un montón de lolailos que parece que no dan pie con bola y que han conseguido puestos de importancia por lo bien que comen las pollas y por el otro tenemos a Gerard Butler demostrando que es estúpido y absurdo tener un cuerpo de élite cuando es obvio que a las primeras de cambio se dejan matar todos y solo hace falta un julay para matar a treinta terroristas y liberar al presidente. La acción es rápida, Gerard Butler lo hace bien y hasta se puede tolerar la mueca esa rara que hace siempre con su cara o su extraño acento, ni americano ni británico. Por supuesto que hay dosis masivas de polladas que a poco que te pares a pensar no te las puedes creer pero es que se trata de eso y cuando el director mantiene el ritmo, ni siquiera las notas.

Una entretenida película de acción que debería agradar a todos los miembros del Clan de los Orcos y que seguramente servirá para que acudan todos en manada al cine. Los intelectuales de GafaPasta pueden sufrir un severo YuYu si se les ocurre entrar en una sala en la que la estén dando pero bueno, allá ellos si se arriesgan.