Otra vez despegando de Schiphol


Dado que es muy probable que los seres humanos no volvamos a viajar en décadas o quizás en siglos, si tenemos en cuenta que para cuando lleguemos al fascinante setenta por ciento ese de vacunaciones ya habrán salido sesenta y tres variantes del virus inmunes y más mortíferas, mi última tanda de vídeos en avión, que corresponden al vuelo de ida y al de regreso desde el aeropuerto de Schiphol en Amsterdam al de Gran Canaria, puede que sea lo último en vuelos en muchísimo tiempo y hoy consideraba si no debería trocear los vídeos como si esto fuera el tiki taka y poner quince segundos cada día, con lo que probablemente podría estirar el chicle hasta el 2022. Finalmente he desistido del asunto porque todos sabemos que el Ancestral que ya perdió la capacidad de poder escribir una bitácora seguro que no se acuerda de un día para el siguiente de los quince segundos que ya ha visto. En vez de esto, voy a trocear un poco pero no demasiado y hoy tenemos el despegue en diciembre, a mediados del mes, desde Schiphol para volar a Gran Canaria. Ese día, el dieciséis, fue el del cierre de los colegios, los últimos templos abiertos ya que los cines y otros negocios cerraron el día antes y los bares y restaurantes ya llevaban cerrados como un mes. Este vídeo va a tener la friolera de dos visionados, quizás hasta tres si tiramos la casa por la ventana y para esas tres ocasiones y visto el drama que nos rodea, he elegido un clásico, una de las canciones más alegres de la historia de la música y una que seguro que hasta Mozart, si la escuchara, se emocionaría hasta las lágrimas. Se trata del Hay que venir al sur de Raffaella Carrà y casualmente, despegué para ir al sur.

El vídeo no es muy largo porque ya cuando cerraron la puerta del avión el piloto nos dijo que íbamos a tener un paseíllo muy corto, quizás cortísimo hasta la cabecera de la pista de despegue y yo, desde la ventana de la última fila en el lado derecho le grité: ¡Cristiano, cristiano, no nos de el paseíllo corto, llévenos por lo menos hasta el barrio Rojo que si no el Ancestral se me amula!

No pudo ser, el piloto no me hizo caso así que avanzamos por el aeropuerto hasta la pista desde la que despegamos. Como estaba nublado una vez en el aire, se nos acaba el espectáculo más bien pronto.


3 respuestas a “Otra vez despegando de Schiphol”

  1. Cuando te dejen volver a volar en condiciones, con suerte, ya habrás pasado el mono… XD
    Anda con cuidadito en tus salidas por la ciudad, que aquí en las noticias estamos viendo que hay mucho holandés negacionista pirado quemacosas delante de la policía, y tú con tu color natural eres carne de porrazo 😉

  2. Yo no soy de los que salen después de las 9 de la noche, que es cuando hay los follones, aunque en mi ciudad por ahora no ha habido nada y casi todos los que pillan, tienen 13 años y unos padres que ya están nominados a los premios de Padres del año.

  3. ¡Que maravilla!
    Me encanta esa canción, todo en ella es genial, música, letra e interpretación!!!
    Y claro, si encima es la banda sonora de una preciosidad de video, pues de orgasmo, ni mas ni menos!!!
    A mi no me importa que los trocees, pero siempre que no me hagas esperar por el siguiente, eso seria muy cruel… 🙂
    Salud