En esta pequeña serie también hubo algunos descartes y los recupero en el vídeo, no demasiado largo y muy bien acompañado de la versión que hicieron los The Treblemakers de la canción Magic en la final de la película Pitch Perfect. El vídeo está AQUÍ:
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Decepción y realidad alternativa
Esta mañana teníamos el evento para revolcarnos en nuestro dolor y recordar al que la diñó y aunque no lo decían explícitamente, era de asistencia obligatoria. Como decían que iban a recordar al chamo, yo me pensaba que aquello iba a ser glorioso, con los desarrolladores de software por fin abriéndose al resto de los mortales y contándonos todos sus secretos. Tremendo disgusto. Se limitaron a repetirnos lo que sabíamos y hacer un minuto de silencio.
En mi versión alternativa de la realidad, daba por sentado que por fin me iban a reconocer eso con lo que los provoco desde hace años, que cuando se hacen sus seminarios y sus cursos especiales por la tarde cenando Pizza, en realidad son sesiones de pajeo colectivas, que en ese grupo de empleados hay mucho ceji-junto y mucho friki que la única relación estable que tiene es con su teclado, su ratón y su procesador. Entre los desarrolladores hay un sub-grupo que pese a hablar el mismo idioma que tú, no los entiendes porque aplican las reglas de programación al idioma y te dicen unas coñas que te dejan sudando. Puedes cruzarte con uno de estos julays en la máquina del café y de repente, tras haberte ignorado toda tu vida, te mira y te dice: Naranja es mejor que gris y tú o huyes escopeteado de la zona y buscas otra máquina o comienzas una secuencia de deducciones que pueden ser (siempre hay más de un camino y se hace camino al pensar) mirar a la calle por la ventana, confirmar que llueve, que el cielo está cerrado, el color predominante es el gris y el naranja seguramente es el de los días soleados, con lo que nos quería decir es que es una mierda de día porque llueve, aunque también puede ser que tengas una camisa de color gris, ayer te pusiste una naranja y te está tratando de decir que la de ayer le gustó más que la de hoy o incluso es una forma tan buena como otra cualquiera de decir que truscoluña no es nación. Al hilo de esto, una de las trolas que les cuento a los desarrolladores y que más les jode es eso que me dijeron que han oído que se decía que cuatro desarrolladores de software y un chamo habían quedado para hacerse un gangbang y el chamo pregunta a los amigos quién va a traer a la perrilla, uno se ofrece voluntario y cuando se juntan todos para la susodicha actividad, que no vamos a explicar porque es un concepto que todos conocéis, el chamo se encuentra conque uno de ellos ha traído una perra Chihuahua ya que desconocía las otras acepciones de la palabra perra y al final la esperada actividad de liberación de la fogosidad y afianzamiento de la relación con tus amigos se convirtió en lo de siempre con un toque nuevo, pajeo en grupo solo que lefando a la perra, que primero pensó que le había tocado una o todas las loterías incluyendo la de Navidad y la estaban premiando con leche condensada pero que pronto entendió que no todas las leches son iguales y aquella que le echaban en pequeñas cantidades, quizás era condensada pero no de la condensada que a ella le gusta.
Definitivamente me quedo con mi realidad, lo del minuto de silencio está bien, pero ni es lo mismo ni es igual y total, el muerto ya debe estar en su expositor en casa con su planchita de frío por debajo y esperando que se cansen y lo dejen continuar el ciclo de la vida.
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Templo con julay al fondo
Hoy acabamos la pequeña serie sobre My Son con esta imagen en la que al fondo se puede ver a un julay fotografiándose en la puerta de la mandapa y con el kalan detrás. El edificio de la izquierda tiene toda la pinta de ser una kosagrha. Espero que todos se estudien bien los conceptos para pasar el examen y convertirse en expertos de arquitectura del emporio Cham.
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Definitivamente mañana será otro día
Siempre buscamos la manera de vincular sucesos aleatorios. Está en nuestro código genético el encadenar cosas para que formen series, aunque unas y otras no tengan relación alguna. Hay gente convencida de estar en una racha de mala suerte, todo lo que sucede a su alrededor lo relacionan a su mala suerte. Lo mismo sucede cuando muere un famoso, algo que pasa continuamente. Dos días más tarde, o tres, o un mes más tarde cae otro y enseguida se les relaciona, es una racha, una sucesión encadenada de eventos. En mi empresa están convencidos que estamos en una de esas rachas. Desde agosto hasta ahora han ido cayendo (ex)compañeros de oficina. Primero uno retirado, después otro que estaba en otra empresa, el tercero fue el de la semana pasada y que hasta hoy ha estado en una plancha de frío aterrorizando a su familia en su casa y cuando por fin ese enfilaba el camino del crematorio y de su ganado calentón en horno, nos enteramos que el cuarto ya está aquí y este sí que nos pilla cerquita. Uno de los desarrolladores de software, de cuarenta y tres tacos pero friki total, como debe ser con la gente que se gana la vida escribiendo código en lenguas vivas pero terroríficas, no vino a trabajar el lunes. Esta mañana hacían uso de la información de contacto que todos hemos tenido que dejar al departamento de recursos inhumanos para preguntar por él ya que no respondía al güatzap, al teléfono, el esquipe ni a ningún otro medio de contacto. En este punto conviene mencionar que yo me negué por activa y por más activa a dar esa información de contacto a los de recursos inhumanos y al final creo que tienen el teléfono de un carnicero marroquí para que me despiece y que el paquete pueda ser más pequeño cuando me quieran extraditar. En el caso del chamo que desapareció sin rastro, el contacto era su padre. La empresa lo llama y el chamo no tiene ni puta idea así que decide ir a casa de su hijo para ver si pasa algo. Se lo encontró en la cama, tan frío como un muerto porque realmente lo estaba. Mi amigo el Moreno, que era su jefillo, fue informado sobre las doce, justo cuando yo empecé a mandarle una sucesión continua de mensajes porque no me cogía el teléfono para ir a caminar juntos. Cuando ya se me habían inflado las pelotas como granos de adolescente desbocado y bajaba a cantarle hasta las cuarenta me lo tropiezo en la escalera, amargado y me explica la razón por la que no hemos ido a caminar, estaban asimilando la noticia.
Sobre las dos menos cuarto llegaba el correo electrónico a todos los empleados informando de la muerte y convocándonos para una reunión mañana a las nueve en la que recordaremos al colega y se puede firmar un libro de condolencias que supongo que le llevarán a su familia. Volviendo al comienzo de esta anotación, la semana pasada hablaba de la forma tan rara (para mí) de tratar el fallecimiento de una persona y ya tenemos una serie sobre el tema. Veremos si hay un tercer capítulo. Al ser el único latino en el edificio, todo el mundo me ve como el ser cargado de algunas emociones que ellos reprimen y se me acercan para desahogarse y para flipar con mis ácidos comentarios, ya que en lo que sí sobresalimos los latinos es en lo de banalizar la muerte y hacerla más fácil para digerir. A uno de esos que se me acercó le dije algo que hizo que soltara una carcajada y me confirmó que me buscó a propósito porque sabía que era la única persona en el edificio capaz de hacerlo reír en lo que quedaba de día. En fin, que pase lo que pase, mañana será otro día o como dicen los holandeses, morgen weer een dag, que en muchas ocasiones se traduce erróneamente como truscoluña no es nación.