Cuando pasé por allí había un grupo de arqueólogos que estaban trabajando en las ruinas de un par de templos y en la foto vemos uno de ellos, el cual lo tenían cubierto y supongo que lo iban a desmontar y hacer un inventario de los ladrillos antes de volver a ponerlo todo en orden. En Angkor Wat y en otros sitios se pueden ver las diferencias entre los materiales originales y los que se usa durante las labores de restauración. De esa forma el visitante no solo aprecia lo que se conservó sino que es consciente del daño que hubo que reparar. En este montón de ladrillos se ven zonas con color ocre que probablemente sea la pintura original.