Una de las cosas que más me fascinan de Asia son los contrastes y como oficios que por aquí se han perdido desde hace eones, allí siguen siendo la forma de ganar dinero para muchas personas. En Vietnam hay todo tipo de vendedores ambulantes y creo que ya hemos visto alguno con su bicicleta tuenada o vendiendo en la calle. Hoy tenemos a una que va con su artilugio balanceado y que se pasea así por las calles vendiendo fruta. La mujer hasta posó para la cámara, encantada de la vida por ser el foco de atención. A la izquierda de la imagen se pueden ver otras dos vendedoras, con lo que hay una competencia brutal por allí, al fondo de la calle, el puente cubierto japonés que comenzó esta serie sobre Hoi An. De estos vendedores, creo que los más increíbles son los que hay en las playas tailandesas y de Bali, que llevan pequeños braseros en los que te hacen los pinchitos de carne de pollo con salsa de cacahuetes.
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La sala de asambleas Zhao Zhao
Otro clan chino que se debía llevar a puritita hostia con los otros es el Zhao Zhao y por eso montaron su sala de asambleas. La dedicaron al dios del Viento y al dios de las Olas Gigantescas, ya que siendo marinos, eran las dos cosas que les molaban mazo. Esta sala de asambleas no tiene demasiado terreno y se puede ver el edificio principal desde la calle. Está muy trabajada y el edificio es muy bonito, con mucha marquetería y piezas de cerámica.
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El vídeo del regreso a Manila
Esta serie de vídeos que complementan la historia del viaje comenzó en Viajando de Manila a Corón en vídeo y si lo que quieres es leer el relato del viaje entonces tendrás que saltar a Cruzando China camino de Manila
Ya estamos llegando al final de los vídeos que acompañan al relato del viaje a las Filipinas de este año y que gracias a la magia de mi total falta de sincronización, llegan meses después del relato. El de hoy es uno de esos de aviones que me molan tanto y que se corresponde al relato de Regresando a Manila. El primer salto, que iba de Siargao a Cebú lo hacíamos en un turbohélice pequeño pero no hubo suerte y no me toco ventana con lo que no pude hacer ningún vídeo. Para el segundo avión, desde Cebú a Manila, en ese sí que hay un festival de imágenes y asistimos al despegue, pasamos sobre distintas islas y nos gozamos el aterrizaje al completo. Por si no lo véis por ahí debajo, el vídeo está aquí y la canción elegida es una holandesa, del grupo Bløf y titulada Alles Is Liefde, lo cual yo prefiero la traducción de truscoluña no es nación a esa otra tan sosa que dice todo es amor. Decir que tengo la canción en dos versiones, la lenta, que fue la original y esta pachanguera que me gusta muchísimo más.
La épica saga multimedia continúa en Vídeo con el repaso a la excursión a la isla de Corregidor
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La sala de asambleas Hainan
El gen truscolán debe ser muy fuerte entre los chinos porque en Hoi An cada bando se montaba su propia sala de asambleas y viniendo del mismo país, como que no se tragaban entre ellos. En este caso, la sala de asambleas era para la comunidad Hainan y Jialing. Estos dos bandos debían tener una pinta de criminales del copón ya que la sala de asambleas servía para cordar a ciento ocho mercaderes chinos de estos clanes que mataron porque pensaron que eran piratas o truscolanes.