Continuamos el paseo por Vietnam y llegamos a la ciudad de Hue, en el centro del país (que tiene la forma de un plátano y el centro se refiere a que es más o menos equidistante del norte y del sur, pero está cerca de la costa. Esta fue la capital de Vietnam hasta el año 1945 y la ciudadela que veremos en varias fotos y de la que se puede ver aquí parte de la muralla y el lugar en el que está la bandera fue declarada Patrimonio de la Humanidad salvo los truscolanes por la Unesco. Esta era una ciudad imperial y estaba junto al río Perfume.
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Un nuevo cine en mi circuito y en Utrecht
Hasta el más acarajotado de los que entran por aquí regularmente es plenamente inconsciente que ir al cine es algo que yo hago con una frecuencia infinitamente mayor al resto de los mortales e incluso los inmortales. Me la trae al fresco el cine visto en tu propia casa y para mí, la experiencia del cine es perfecta. Para satisfacer mi apetito insaciable, suelo acudir a varios cines en mi entorno, con la única limitación que han de pertenecer a la cadena de cines Pathé ya que es con ellos con los que tengo un abono de cine ilimitado por diecinueve leuros al mes y creedme, a mí cuando me dices que es ilimitado es como cuando vosotros vais al wok y os encochináis hasta el infinito y más allá con esa comida recalentada solo porque habéis pagado y después salís de allí con la tripa como un bombo de la lotería nacional. En mi ciudad, Utrecht, solo hay un cine Pathé con tres salas, el Rembrandt, uno que además es del año del quintín por lo menos. Con tres salas, las posibilidades son escasas y se centran en el cine comercial y muy pero que muy raramente llega algo de cine del que menos público atrae y eso lo compenso con otros cines. Mi segundo cine favorito es el Pathé Amersfoort, con siete salas, cerca de la estación de tren y a diez minutos desde Hilversum en tren y a diez minutos de Utrecht, con lo que resulta casi perfecto y además, suelen tener al menos una de las salas con pelis de autor. Cuando no consigo encadenar al menos una sesión doble por allí, la alternativa es ir al Pathé Arena, al ladito del estadio en el que juega el Ajax y que tiene trece fastuosas salas, aunque en ese todo es cine comercial salvo por las pelis en turco y en hindú para las minorías. También en Amsterdam y aprovechando que están muy cerca unos de otros, suelo ir a los dos que son más como filmotecas, el Pathé City junto a Leidseplein y el Pathe Tuschinski junto a Rembrandplein, este último el cine más bello que hay en en los Países Bajos y motivo frecuente de fotos de los turistas por su fachada modernistay olé con chimpún ya que, según la wikipedia, es uno de los cines más bellos del universo conocido y por conocer. Por último y a menos de cien metros de este último está el Pathé de Munt, con un montón de salas de cine comercial, lo cual me hace relativamente fácil la programación de sesiones dobles, que es como a mí me gusta el cine y que es como iba al cine cuando era un niño y mis padres se deshacían de mi toda la tarde del domingo mandándome a las sesiones dobles del cine Victoria que hasta tenían payasos entre las películas.
No tengo ningún problema en alcanzar y superar mi cuota personal de doscientas películas al año pero desde hace dos semanas, tengo un nuevo cine en los alrededores. En septiembre, en el noreste de la ciudad y en lo que se supone que va a ser el nuevo centro urbano, un área que están construyendo con todo tipo de viviendas y servicios, se inauguró en Utrecht un cine Cinemec, una cadena que justo en aquellos momentos estaba en apuros y los de Pathé compraron manteniendo su independencia. Parece que por fin se han dado cuenta que integrar mola más y da más guita porque desde hace dos semanas, mi abono ilimitado también funciona en ese cine, con lo que el fin de semana pasado pasé por allí para verificarlo. Tienen siete salas y está nuevito. Fui a ver una película que resultó una mierda pero eso no era lo interesante, la misión era comprobar la zona, calcular el tiempo en bicicleta hasta mi casa según la mejor ruta y la más bonita, ya que puedo ir en unos veinticinco minutos por un camino, el más óptimo, pero también puedo ir a la vera de un canal por un carril bici fabuloso y entonces tardo treinta minutos. Ya lo he incorporado a mi matriz de cines y esta semana haré un par de visitas.
En la foto anterior, una imagen de la sala 2 del Cinemec Utrecht, una nueva casa que se une a las otras en las que cada año paso cientos de horas.
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Álbum de fotos de Lucca
Lo he comentado en varias ocasiones. Al principio, tengo unos cientos de imágenes entre las que hago una selección. Después comienzo a descartar hasta que tengo un número manejable y de estas últimas en muchas ocasiones voy haciendo descartes según aparece la serie en la bitácora. En el siguiente vídeo están todas las fotos que originalmente estaban destinadas a esta serie. La musiquilla que acompaña es la canción Son of Man de la fabulosa película de animación Tarzan y cantada por Phil Collins:
Si el vídeo no aparece, probad aquí.
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Organizando las escapadas de otoño
Mientras unos y otros se preocupan de otras cosas, yo soy como una máquina de precisión en lo de preparar mis futuras escapadas. En los años anteriores organizo mi vida algo más tarde porque dependo de varias variables, como las fechas en las que mi madre puede querer pasar por el país de los tulipanes, los fines de semana disponibles de mi más-mejor-amigo y eventos importantes como el festival de cerveza Bok en Amsterdam, Photokina cada dos años y cosas similares. Por primera vez en eones, en junio lo tengo todo bien claro y durante el fin de semana fijé los futuros destinos. Este año, como siempre, en agosto pasaré una semana por Gran Canaria, en septiembre, iré de fin de semana a Viena, ciudad que llevo un montón de tiempo queriendo visitar. El siguiente salto está aún por concretar entre dos fines de semana, uno en octubre y el otro en noviembre y será para ir con el Rubio a Budapest o Edimburgo, aunque ambos preferimos el primer lugar. En noviembre iré de fin de semana a Atenas para ver ruinas y eso y en diciembre mi tradicional visita a Roma en la que aprovecharé para aprovisionarme de queso Parmigiano-Reggiano y harina 00 y por supuesto, iré a Gran Canaria por navidades.
Se me están acabando los destinos interesantes para las aerolíneas de costo bajo y o me dedico de lleno a ciudades marginales del Reino Unido o tendré que empezar a ir a Francia, país que me provoca una alergia terrible porque sus ciudadanos son siempre unos bordes del copón. Hay algunos lugares en Italia a los que me gustaría ir pero no cuadran los vuelos con los fines de semana, que es un requisito indispensable para poder huir sin gastar vacaciones.
Otra cosilla que está en avanzado estado de maduración es hacer un cursillo de buceo mientras estoy de vacaciones en Gran Canaria. Ya he visto demasiadas veces a Nemo y su familia desde arriba y quiero hacercarme más a su keli y observarlo desde cerca.
Mientras escribía esto, el Turco añadió una nueva variable a mi compleja ecuación y parece que es posible o probable que vaya a Bodrum unos días en septiembre. Siempre me las apaño para cagarme la vida en otoño y pasar más tiempo en aeropuertos que estirando los güevos en mi keli como hacéis muchos.