Distorsiones

Regreso al futuro II – Back to the Future Part II realmente no hacía honor a su nombre ya que cuando la película acaba, Marty McFly está en 1955 atrapado y una de las versiones de su amigo está en 1885 y la otra con él. El trailer prometía llevarnos a un lugar increíble y que no habíamos visto y como la segunda y la tercera parte se hicieron juntas, a nadie le sorprendió que al acabar la segunda, incrustado en la misma antes de los títulos de créditos, tuvimos el trailer de Back to the Future Part III, la cual en España se tituló Regreso al futuro III y se vino a estrenar unos diez meses después de la segunda parte.

Al julay retaco y al del pelo blanco se les une una pava con chimpún

Comenzamos con Marty McFly en 1955. El chamo recibirá un mensaje que le permitirá saber a dónde tiene que ir y lo que tiene que hacer para rescatar el DeLorean y prepararlo para un nuevo viaje en el tiempo, que debería haber sido para regresar al futuro pero que acaba siendo para ir a 1885 y salvar a su amigo. En el lejano Oeste, las cosas se le tuercen por su tozudez y su incapacidad para salir airoso cuando lo retan. Mientras, su amigo se encoña de una chama y se plantea dejarlo todo para seguir con ella y darle mucho chimpún. A falta de tecnología para poder alcanzar la velocidad que necesitan para el salto en el tiempo, usarán un tren que raptarán por allí cerca.

La tercera encaja en el argumento de una manera más ligera que la segunda ya que no trata de reparar desaguisados ocurridos en alguna de las líneas temporales que tenían sino viajar atrás en el tiempo y salvar a un amigo. En ese sentido la película es más emocional, es sacrificio y amistad y de refilón, amor, el que siente el personaje de Christopher Lloyd por la mujer que interpreta Mary Steenburgen. Dado que en esta trilogía estábamos super-acostumbrados a las patéticas interpretaciones femeninas, ella, sin ser un pedazo de actriz de Oscar, sobresale y deja aún más en evidencia a la pobre Lea Thompson, a la que vemos cerca del final cometiendo otro atentado contra la actuación. Por lo demás, el guión es divertido, está lleno de acción y momentos cómicos y chorras como cuando salta al pasado y sale justo delante de un grupo de indios que parecen perseguirlo y que después resulta que huyen de blancos. Bien mirado, esta es una de las primeras películas cómicas del oeste que vi ya que ese género, en aquellos años, era como muy serio y de sub-intelectuales de GafaPasta. La película nos lleva hacia el final perfecto en el que cierran la trilogía, enganchan todos los argumentos y lo dejan todo atado y bien atado. Aunque es un peliculón, con la tercera siempre he tenido la sensación de que depende demasiado de las otras dos, no es capaz de aguantarse por sí sola, siempre necesita de las dos anteriores para que la trama tenga algo de lógica. Pese a ello, sigue siendo un entretenimiento fabuloso y demuestra que cuando se quiere, se pueden hacer trilogías de calidad con material original y sin matar la idea.

Pese a los años, sigue siendo un peliculón que agrada tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales de GafaPasta.

Cuatro años después de Regreso al futuro – Back to the Future, la primera película era un clásico instantáneo y éramos legión los que la adorábamos, repetíamos citas de la películas y flipábamos hasta extremos increíbles. Pasando un verano en los Estados Unidos íbamos por una autopista y vi un DeLorean en la misma y casi caigo muerto allí mismo del shock. En los Estudios Universal, en Los Ángeles, tenían el que supuestamente usaron para la película con las modificaciones expuesto a la salida del parque temático y me tuvieron que quitar con estropajo del coche porque me quedé pegado al mismo. Cuando leí en la revista Fotogramas que estaban haciendo dos películas en las que irían al futuro y al pasado, ya viví sin vivir en mi esperando que llegara la primera de ellas, lo cual sucedió en las navidades de 1989, cuando se estrenó en los cines Back to the Future Part II y que en España tenía el título de Regreso al futuro II.

El retaco de julay viaja al futuro para rectificar su pasado o algo así

Al parecer hay una movida chunga con el hijo de Marty McFly y viajan al año 2015 para solucionarlo. Como el hijo es un clón del padre, el susodicho se hará pasar por su bestezuela y enmendará la movida solo que todo sale mal y para arreglar los desaguisados tendrán que viajar de vuelta a 1955 y complicar la cosa aún más con dos Marty McFly viajando en el tiempo en el mismo periodo. Es sencillamete, épico.

Era prácticamente una misión imposible continuar una película que se convirtió directamente en un clásico y escribir algo digno pero aquí lo consiguieron. Nuevamente, Robert Zemeckis está al mando y vuelve a hacer un trabajo impecable. Por un milagro de la ciencia que jamás ha podido ser explicado, Michael J. Fox no ha envejecido ni un milisegundo y pese a que por entonces tenía veintiocho años, sigue dando el pego como chaval de diecisiete. Aquí además se curra varios papeles ya que hace de padre, de hijo, de hija y de todo lo que se le pone por delante. Es fabuloso. A su lado y formando una de las mejores parejas cómicas del cine, tenemos a Christopher Lloyd que también va sobradísimo. También asombrosamente, cuatro años más tarde y Lea Thompson sigue sin saber actuar y ya se empieza a ajar. Está claro que cuando hicieron las pruebas, querían un maniquí y no les interesaba una actriz. La película vuelve a tener toneladas de acción, de momentos cómicos y una música genial que lo acompaña todo. Los momentos en el futuro, que es solo un trocito de la película, en aquella época resultaban increíbles y ahora los vemos como algo exótico. Se nota que no contrataron a la pitonisa Lola para que les diera una indicaciones. Lo mejor de la película viene cuando vuelven a viajar al pasado, a 1955 y allí tendrán que hilar muy fino para no cruzarse con los protagonistas de la primera parte, que están en su propia película mientras esta se desarrolla paralelamente. Cada uno de esos planos en los que podemos ver cosas que sucedieron en la primera peli desde otro punto de vista y cosas que no vimos que pasaran, son geniales. Es en este tramo en el que la película borda la perfección. El final es ÉPICO y te deja con una hambruna imposible de controlar por ver la tercera película.

Un clásico obligatorio para todos y cada uno de los miembros del Clan de los Orcos y también para sub-intelectuales de GafaPasta.

En cierta forma, resulta injusto castigar el cine actual cuando lo comparamos con el que se hacía hace unas décadas ya que como todo, las cosas han ido cambiando y lo que se rueda ahora es así porque al parecer es lo que los espectadores queremos. Ahora lo normal es que cualquier película se convierta en trilogía, o con cuatro, cinco, seis o las partes que sean necesarias para exprimir la idea y así, en el 2015, creo que son más de veinte las películas que he visto (sin contar esta trilogía) que continuaban algo conocido de alguna manera. Las cosas no eran así en 1985, cuando en las navidades de ese año, el peliculón que todos teníamos que ver era Back to the Future o Regreso al futuro, que fue como la conocimos en España.

Un julay casi que chinga a su madre

Un chaval que es amigo de un científico chiflado viaja accidentalmente a 1955 y tendrá que hacer unas cosillas para poder regresar al futuro y al mismo tiempo, no joder su existencia al cambiar el pasado presente y hacer que su madre, en lugar de interesarse por su padre, le ponga el ojo a él y espere echarle la pierna encima para que no levante cabeza.

Esto es un clásico. Desconozco la cantidad de veces que la he visto pero puedo asegurar y aseguro que son un montón. Es una película de ciencia ficción perfecta, con un guión dinámico y que en ningún momento deja algo de espacio al espectador para que se aburra. El director, un sobradísimo Robert Zemeckis que cuando la dirigió aún no era muy conocido, consiguió transmitir todas las emociones que hay en pantalla. Ayuda mucho que Michael J. Fox esté sencillamente perfecto. Da el pego como adolescente y la cámara lo adora. A su lado, un fabuloso Christopher Lloyd haciendo el papel de su carrera. Entre los dos, la química es brutal. Sus escenas juntos son geniales y pese a que la película es conocida y todos sabemos como acaba, eso no quiere decir que no pasas angustia cuando están tramando la escena final y las cosas se tuercen una y otra vez. El eslabón más débil es Lea Thompson, guapa y todo lo que tu quieras pero incapaz de actuar, algo que parece que el director notó y la ningunea todo lo que puede. La película es divertidísima, entretiene, fascina y nos hace soñar con algo que probablemente nunca consigamos, viajar en el tiempo, pero que de hacerlo, llevará al final de la especie humana porque todos nos lanzaremos a vengar aquellas cosillas que ni queremos ni podemos perdonar.

La banda sonora es gloriosa, la música acompaña y engrandece cada momento y el tema de Huey Lewis & The News te pone el vello de punta. Toda una joya que por suerte he podido ver de nuevo en el lugar para el que se hizo, un cine con una pantalla gigantesca, lleno de gente que quería pasárselo bien y repleto de toda la magia que hay en esos lugares.

Este es un clásico que adoran tanto los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales de GafaPasta. Es una película que marcó la historia del cine y que harás bien en volver a ver.

Cuando se trata de llevarte palos con el cine de terror, yo debo ser uno de los campeones mundiales. Aunque sé donde me estoy metiendo, no puedo evitar hacerlo y después pasa lo que pasa, que despotrico por aquí para desahogarme. A lo largo de los años, en el mejor blog sin premios en castellano leimos sobre la pasable Paranormal Activity y las patéticas y mierdosas Paranormal Activity 2, Paranormal Activity 3 y Paranormal Activity 4. A comienzos de este año teníamos la entretenida sin más Paranormal Activity: Los señalados – Paranormal Activity: The Marked Ones y parece que no se cansan y planean agotarnos ya que han estrenado Paranormal Activity: The Ghost Dimension, película que llegó la semana pasada a los cines españoles con el título de Paranormal Activity: Dimensión fantasma y que básicamente es un mierdolo.

Cuatro julays y una niña nos tocan los mondongos

Como siempre, una familia de frikis se mudan a una keli y como siempre, les encanta poner cámaras por todos lados. Además, encuentran una super-hiper-mega especial y que permite ver unas movidas raras que al parecer son fantasmas. Como siempre, los fantasmas quieren a la niña, como siempre, se la van a llevar y matar a los padres y como siempre, no van a haber sustos en la película. Básicamente, es un enorme COMO SIEMPRE.

La rutina del tedio está muy trabajada. El cambio fundamental en esta sexta película es que no hay cámara en la cocina. Siempre comenzamos con la toma de la cámara del salón en el que hay un árbol de Navidad que es como la llama esa para honrar a los caídos que no se apaga nunca, desde ahí pasamos a la cámara en la planta alta con la que vemos el salón desde arriba y el pasillo al cuarto de la niña, después saltamos a la cámara del cuarto de la niña y repetimos una o dos veces hasta que pasa algo. Esto es apología del aburrimiento. Desde el principio sabemos que los fantasmas se van a llevar a la niña, sobre todo porque hemos visto no solo Poltergeist, sino las secuelas y hasta el remake. Es más de lo mismo pero grabado con cámaras fijas con poca resolución. El puto TresDé funciona en cuatro o cinco momentos puntuales y de hecho, me quité las gafas para ver si había diferencia y no la hubo. Únicamente en las escenas finales lo usaron, el resto del tiempo le puedes arrancar los plásticos a las gafas y no te perderás nada. Los actores son de la escuela de los que no saben, pueden ni quieren actuar. No puedo creer que ninguno de ellos consiga trabajo en alguna otra película. Son patéticos. El director es ciego y posiblemente sordo y en su puta vida debe haber visto una película de terror porque no sabe (o no quiso saber) como crear escenas que den miedo. Toda la película es un desastre argumental e interpretativo con una patética escena final con unos efectos especiales de puta pena. Básicamente, una MIERDA DEL COPÓN.

Puede dañar las neuronas únicas de los miembros del Clan de los Orcos así que se aconseja que los mantengan lejos de las salas de cine en las que están poniendo la película. Definitivamente, supone la expulsión directa a aquellos sub-intelectuales con GafaPasta que la vayan a ver de su exclusivo grupo.