Yo cuando algún pollaboba me empieza a tocar los güevos y a tratar de convencerme de las ventajas infinitas que tiene para los seres inhumanos e incluso los sub-humanos el crearte un perfil en el CaraCuloLibro le enseño mim Drama total o mi Crisis superada, ambas anotaciones del año 2007 y le pregunto si él en su infinita estupidez ha distribuido información tan vital e importante sobre su persona como yo lo he hecho y también le restriego que no lo haya leído ni tenido en cuenta, algo que me dolió tantísimo que aún me acuerdo y me emociono hasta tener que ir a jiñar. Aquí, los que podemos fardar de haber puesto un molde tridimensional y a escala real de nuestra dentadura en un blog o concretamente, en el mejor blog sin premios en castellano, somos muy pocos y el número debe acercarse sospechosamente a la unidad, o sea, un servidor y punto.
Desde el año 2007 estaba usando mi segunda férula dental y todo iba bien hasta que una mañana, cuando la sacaba de la mochila por habérmela llevado conmigo en algún viaje, se cayó al suelo y se partió en dos. Me duró siete años y al final se me jodió. Fue una putada épica porque sin ella lo de dormir se complica ya que mi cuerpo está entrenado para ponerse en modo de suspensión en unos tres minutos desde el momento en el que me conecto la férula. Dicho cacharro lo uso porque soy BRUXO o al menos esa es mi conclusión en base a que lo que tengo es bruxismo.
Hace un par de semanas fui al dentista para la revisión anual y le enseñé mi férula rota, poniendo carita de pena. Enseguida cambió los planes y me dijo que en lugar de limpiarme los dientes, me hacía el molde y así en dos semanas regresaba al sendero del sueño cuasi-instantáneo. Me dieron cita para este lunes por la tarde y salí del trabajo un poco antes para ir al dentista, que me limpiaran los dientes y me dieran mi nueva férula.
La tecnología ha avanzado horrores terroríficos y ahora las hacen de silicona o algo parecido, flexibles, con lo que por más que la tire al suelo con saña, no se romperá. Salí tan contento de su consulta que opté por regresar hasta la estación central de Utrecht caminando, con lo que ese día, entre pitos y flautas, caminé algo más de diez kilómetros. Si esta tercera férula me sale tan buena como la segunda, hasta el año dos mil veintiuno no debería volver a preocuparme, aunque algo me dice que cada vez las hacen más flojas y esta se romperá antes. También tengo la impresión que lo del bruxismo se me ha ido pasando, que ya no lo hago, que ahora soy más de dormir a pierna suelta y no tener preocupación alguna, igual que cuando salgo del trabajo desconecto completamente y me olvido de todo en el tiempo que me toma llegar hasta el garaje y montarme en la bicicleta.
