Distorsiones

Nuestros caminos se cruzan a lo largo de nuestras vidas con gente a la que admiramos, amamos, odiamos, queremos, detestamos, ignoramos y en la mayor parte de los casos, la balanza se decanta por uno u otro sentimiento sin que sepamos nada de la historia de esa persona o sin que nos preocupe en absoluto. Posiblemente no pasamos el tiempo suficiente reflexionando sobre este asunto, vamos en un tren que circula a toda velocidad y no tenemos tiempo para mirar atrás o quizás no queramos hacerlo. Reflexiones extrañas que han sido disparadas por la película The Reader, la cual se estrenó ya hace cosa de un par de meses en España.

Un julay chinga a una rubia hasta hartarse y un rato más tarde se entera que es una zorra de mierda

Por alguna razón pensaba que la historia de la película sucedía en la Segunda Guerra Mundial pero en realidad lo hace a finales de los cincuenta, cunado un joven de quince años conoce a una desconocida, mucho mayor que él y que le ayuda un día que se enferma. Por culpa de los renglones torcidos del destino acaban teniendo una relación fundamentalmente carnal para ella y de amor para él en la que el chico le lee a ella libros antes o después de ensartarla con su pepino del amor. Un día ella desaparece de su vida rompiéndole el corazón y ocho años más tarde, acudiendo a un juicio como observador junto con algunos compañeros de la universidad descubre que la mujer que él amó trabajó para los nazis procesando judíos y dándoles el finiquito. Durante el juicio todo aquello que pensaba haber dejado atrás volverá con fuerza y su vida quedará definitivamente marcada.

Kate Winslet ha bordado su papel en esta película. Hay multitud de momentos en los que con una sola mirada, con un gesto sencillo te pone los pelos de punta y te enerva completamente. Con ella nos preguntaremos por las fronteras del amor, por los límites que quizás tengamos miedo a cruzar. Un solo evento puede marcar nuestras vidas y cuando sucede, cuando la vara cae sobre ti y te golpea, nadie te podrá salvar de tu destino. En esta película tenemos escenas con una fortísima carga emocional, momentos terribles de reconocimiento y horror absoluto por aquello que descubre el protagonista pero también vemos como su amor casi lo puede perdonar todo. La historia comienza como una historia de amor que parece imposible y va girando hacia algo mucho más terrible. Los espectadores, si nos paramos a pensar y nos preguntamos honestamente lo que habríamos hecho de haber estado en el pellejo de ese hombre, quizás nos sorprendamos por la respuesta que daremos. Ya sabéis lo que dicen: el amor es ciego.

Un excelente drama, una historia muy bien rodada y unas interpretaciones fantásticas forman un cóctel de algo que merece la pena ver.