Las películas con temática de Ciencia Ficción no se prodigan mucho y por eso cuando se estrena alguna suelo ir sin falta aunque por el título, el cartel o el trailer ya me vaya esperando lo peor. En este caso se trata de Next, una película con un trailer que hacía presagiar lo peor de lo peor.
Un julay de Raticulín se monta un Gran Hermano
El punto de partida es la capacidad que tiene el protagonista para ver un par de minutos adelante en su futuro. No es que controle a la humanidad entera, solo lo que sucede a su alrededor. El tipo trabaja en las Vegas haciendo galas y maravillando a la obesa concurrencia y sin comerlo ni beberlo, acaba siendo perseguido por los buenos porque lo quieren usar para descubrir a un grupo que quiere cometer un atentado nuclear y también es perseguido por los malos, que no saben muy bien qué hace pero si los otros lo quieren, ellos también, pero muerto. En medio de todo esto, la hembra que se trajina es raptada y el emprenderá una carrera contra el tiempo por solucionarlo todo de la mejor manera posible.
El actor principal está interpretado por Nicolas Cage, que no termina de convencer. Le falta creerse su personaje, se pasea por muchas de las escenas como si la cosa no fuera con él y eso al final tiene un precio. Entre que el guión hace más agua que el Titanic en la media hora final de película y que a las dos chicas les escribió su parte del guión una maricona vieja que las odia, acabamos en una espiral de mediocridad que va creciendo y creciendo según pasa la historia y terminas por desinteresarte. No hay grandes sorpresas ni asombrosos giros que nos dejan descolocados, solo la misma bobería una y otra vez acompañada de cuando en cuando por unos efectos especiales nada impresionantes con los que se nos intenta mostrar lo que debe ser el poder ver tu propio futuro.
En fin, que no me alargo más. Una historia sosa y aburrida que consigue un aprobado pero nada más.
