Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • China contra china

    18 de abril de 2007

    Las grandes batallas se pueden suceder en cualquier lugar de este mundo, a cualquier hora y por cualquier razón. Preferimos creer que las guerras ocurren lejos de nuestras casas y lo cierto es que cualquiera que camine sobre la superficie de este planeta es soldado en una o en varias de esas confrontaciones. Párate a pensar y te darás cuenta que hoy, aquí y ahora estás luchando con tu vecino por algo, con tu jefe o con tus amigos por imponer tu opinión o tus ideas. Lo llevamos en nuestra sangre, forma parte del éxito de nuestra especie aunque algunas veces lo llevamos muy lejos ??

    ?? Son las ocho de la mañana de una mañana cualquiera en la ciudad de Nueva York. Los engranajes que mueven el mundo han comenzado a girar y ya pronto alcanzarán la velocidad crucero y mientras la ciudad se quita las legañas yo avanzo hacia el corazón de Manhattan para otro día de visita turística. Después de salir del apartamento voy a uno de los comercios rusos y me compro algo para desayunar. Me acerco a la parada del metro y cuando llega está vacío porque es una de las primeras paradas. Tomo asiento y me concentro en la gente que va entrando. Cuatro paradas más tarde el vagón está casi al completo, con un solo asiento libre. La gente va leyendo el periódico, escuchando música con sus iPods o hablando por teléfono mientras el metro traquetea por Brooklyn camino de Manhattan. Llegamos a una parada y se abren las puertas. A través de una de las puertas entra una dulce ancianita china, todo arrugas y bondad, renqueando y se dirige hacia el único asiento que queda libre. A través de otra puerta algo más lejana entra otra china, joven y de rasgos duros, con ese hocico de zorra rastrera que se les pone a las chinas cuando llevan ropa de oficinistas. Analiza la situación y avanza hacia el mismo asiento. La viejita continúa su lento camino y ya casi ha alcanzado la meta. Todos las observamos atentamente porque sabemos que allí va a tener lugar la siguiente gran batalla, esa que recordaremos durante mucho tiempo.

    La viejita parece ser la ganadora. Va tranquila hacia ese asiento que tanto necesita y al llegar comienza la maniobra para sentarse. Se gira lentamente mirando hacia adelante para lanzar el culo hacia atrás y en ese mismo instante la china joven hace un esfuerzo final y se lanza por detrás de ella robándole el asiento. La anciana está sentándose cuando descubre horrorizada que el asiento está ocupado. Se incorpora lentamente y le lanza una ristra de desgracias en chino a la joven que no se calla y le responde. Ambas se regalan adjetivos de todo tipo y la joven opta por ignorarla totalmente, saca de su bolso unas agujas de tejer ganchillo y se pone a tejer sin prestar atención a la anciana a la que acaba de robar su asiento. Ninguno nos esperábamos este despliegue de crueldad, esa carencia total de escrúpulos. Un señor se levantó y le cedió su asiento a la anciana, la cual se lo agradeció amablemente. Yo mantuve la vista fija en la china forzándola a mantener los ojos bajos. Cada vez que los alzaba encontraba los míos mirándola, fijamente, acusándola por lo que había hecho.

    Se bajó antes que yo y aunque ganó aquella batalla, seguro que perderá la guerra, el equilibrio del mundo se basa en reglas sencillas, perro muerde a perro, hoy la haces y mañana la pagas y esas cosas que se dicen.

  • Muscari Armeniacum – Nazareno

    18 de abril de 2007
    Muscari Armeniacum - Nazareno

    Muscari Armeniacum – Nazareno, originally uploaded by sulaco_rm.

    Otra de las bellezas que tengo en el jardín es el Muscari Armeniacum que creo que en España se le llama Muscari a secas, Nazareno o jacintos en racimos. Es una pequeña preciosidad que crece año tras año en el lugar en el que lo has plantado y que cuando florece tiene estos racimos de pequeñas flores que huelen muy bien y que al abrirse parecen pequeñas campanas. En el Keukenhof hay un lugar en el que han creado un río con plantas de estas, con su forma sinuosa y cruzando entre árboles, igual pongo alguna foto más adelante.

  • El Primer Avistamiento primaveral

    17 de abril de 2007

    El momento en el que para mí se declara abierta la temporada de la primavera es el día del Primer Avistamiento. Es en ese instante supremo cuando todo mi ser y gran parte de mi espíritu se percata de la vuelta del espíritu primaveral, del retorno de la Luz, los mosquitos y las cosas aún más buenas que tiene la vida. Aquellos capaces de usar el buscador de esta bitácora seguro que podrán encontrar esas anotaciones y aquellos que llevan años leyendo las boberías que escribo saben que siempre va de lo mismo, que alguien tan modesto y sencillo como yo no se complica demasiado ni se preocupa por repetirse cada temporada. Sé que el 90% de los lectores suelen llevar menos de un año por estas tierras y también sé que muy pocos de ellos son capaces de escarbar entre miles y miles de palabras así que volvamos a recorrer el círculo y narrar el Primer Avistamiento.

    Este año en que estamos batiendo todos los récords en cuanto a temperaturas hemos comenzado mucho antes de tiempo. Con más de veinticinco grados anunciados para el pasado fin de semana estaba claro que iba a pasar el sábado y el domingo tirado en la calle. Para el domingo organicé una sesión turística intensiva con un americano que después de pasar tres semanas en el país solo había visto Amsterdam. Igual hablo un día de estos de la odisea de ese día porque es como para contarla. El sábado me levanté peleón y salté directo a mi jardín a arreglar las plantas y darles unos cuidados básicos. He terminado por aficionarme a esto de recorrer mis dominios con las tijeras de podar, los guantes y buscar malas hierbas y arrancarlas de cuajo. Es una actividad relajante. Este año estoy viendo como todo crece día a día, controlo mis tulipanes, jacintos, hortensias, margaritas, perejil, cilantro y los veo como avanzan día a día tratando de alcanzar el cielo. Aproveché también para hacer unas cuantas fotos y ya sabéis lo que sucede, sea en mi casa o en el Keukenhof es siempre un escándalo. Mi vecino no se lo podía creer cuando sale y me encuentra tirado en el suelo, con trípode, cámara, objetivos y demás tratando de conseguir una foto decente. El hombre me miraba con curiosidad mientras ponía aire en los neumáticos de sus bicicletas lo cual me recordó que mi amigo El chino tenía mi fuelle. Lo llamé y pasé por su casa a buscarlo. Como siempre tenía todas las persianas y cortinas bajas, según él para que el calor no entre en la casa. Se ha trabajado a pulso lo de friki y en el barrio lo miran con recelo. Entre el cabezón que se gasta y que parece que tiene algo que ocultar a la gente no le hace mucha gracia. Yo colaboro esparciendo rumores sobre el colega y extendiendo su leyenda, algo que los asiduos ya conocen.

    Después del mediodía la temperatura era de veintipico grados y le puse aire a las ruedas de mi bicicleta de montaña, la cual llevaba desde finales del verano esperando que volviera a sus brazos. Esta bicicleta es la Poderosa o De Machtige y surca los caminos rauda y veloz con una elegancia solo menoscabada por la oronda figura que la cabalga. Una vez estaba preparada cogí mi GPS, el mapa de bicicletas del Suroeste de Utrecht, la mochila de la cámara y algo de agua y me puse en ruta. Ese día hice cuarenta y cuatro kilómetros y pasé por Houten, corrí varios kilómetros junto al Amsterdam-Rijnkanaal que es uno de los pedazos en los que se divide el río Rin al entrar en Holanda, pasé junto a ‘t Goy, Wijk bij Duurstede y en la vuelta por Cothen, Odijk y Bunnik.

    Fue en el regreso y recuerdo perfectamente que estaba en Langbroeker Dijk admirando las fastuosas residencias que lo jalonan y haciendo fotos de todas ellas. En el mapa las señalan como castillos pero para mí son más bien mansiones. Así y todo hay que reconocer que el lugar es idílico, los mosquitos son como abejas y mientras respiras puedes oler la mierda de las vacas y esa naturaleza que no ha llegado a dormirse porque no hemos tenido un invierno apropiado. Iba feliz y dichoso cuando a lo lejos veo un punto negro que fue creciendo poco a poco, una de esas bicicletas holandesas sin marchas, contrapedales y muy altas que suelen comprar las ancianas. Al acercarse el punto negro se convirtió en una mezcla de negros y blancos, con un blanco inmaculado que se meneaba y que deduje serían sus piernas. Efectivamente, al poco podía ver que lucía unas piernas infinitas y lavadas con blanco nuclear que impulsaban toda aquella masa sin esfuerzo aparente. Cuando estaba cerca vi que mientras pedaleaba iba erguida y hablando por su teléfono móvil con una mano y sosteniendo un cigarro en la otra, el típico alarde holandés de excelencia en la conducción de bicicletas. Era rubia, con una melena larga y de pelo lacio que corría detrás de ella acariciada por el viento y dejaba ver unas orejas saltonas. Sus uñas no estaban pintadas y sus brazos eran tan blancos como sus piernas. Llevaba una blusa celeste y bastante etérea que al ser presionada contra el cuerpo revelaba unas tetas pequeñas, del tamaño de flaneras individuales y con unos pezones bien marcados. Más abajo se podía ver su ombligo que asomaba desafiante y blanco.

    No sé si a lo que cubría la parte inferior lo podemos llamar minifalda aunque atendiendo a la definición de nuestro espléndido diccionario sí que lo era, ya que parecía ser una falda corta que quedaba muy muy por encima de las rodillas. En realidad estaba tan por encima que no lograba tapar aquello que supuestamente protegía, la flor, el potorro, la pipilla o como queráis llamarla. Las piernas se movían y con tanto sube y baja allí se le veía todo a través de unas minúsculas bragas que querían pero no podían ofrecer la protección debida. Yo derivé hacia el centro de la carretera para hacer una pasada rasante y mi vista y todos y cada uno de mis otros sentidos se concentraron en aquel bodegón espléndido, aquella oferta de carne fresca con la que la madre naturaleza anunciaba la llegada de una nueva estación. La chica me vio y fue perfectamente consciente de la dirección de mi mirada pero con ambas manos ocupadas y pedaleando como iba no pudo hacer nada por evitarlo y se limitó a lanzarme una mirada de odio infinito de la que ni siquiera fui consciente porque no era precisamente su cara la que me interesaba en ese momento en que en mis oídos sonaba la canción con la que abre el juego Kingdom Hearts y que es la música que escucho en esas situaciones majestuosas.

    Fue cosa de unos pocos segundos, los suficientes para recordar que la primavera de este 2007 comenzó en algún lugar perdido y cuando pasó tuve que pararme a coger aire y dar gracias al gran Dios por permitirme año tras año ser testigo de estas cosas.

  • Flor de Jacinto

    17 de abril de 2007
    Flor de Jacinto

    Flor de Jacinto, originally uploaded by sulaco_rm.

    Los Países Bajos son los principales productores de Jacintos del mundo. Los podemos ver por todos lados en esta época del año. Siempre me ha gustado la fuerza de los colores que tienen sus flores y como no podía ser de otra forma, acabé plantando algunos en mi jardín. La foto de hoy es de una sola de las florecillas de uno de mis jacintos.

←Página anterior
1 … 3.181 3.182 3.183 3.184 3.185 … 3.630
Página siguiente→
  • huitten en Día 9 – Dhandi Giri 2Los colores son maravillosos. Y vaya vel…
  • doverinto en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanJojojo, el tío tol rato parriba y pabajo…
  • huitten en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanSi algún día cuentas que has tenido que …
  • Genin en Volviendo a mi keli con cumbre de la OtanSin video no es tan placentero el vuelo,…
  • doverinto en M3GAN 2.0Hablaba de Róterdam donde he mandado a m…
  • sulaco en M3GAN 2.0En donde está mi casa, 31 grados ayer, s…
  • huitten en Día 9 – Dhandi Giri 1Cada vez que veo estos vídeos, me da por…
  • Genin en Día 9 – Dhandi Giri 1Te la pasas viendo morenas, a ver si ves…

Únete a otros 15 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR