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  • Alas

    22 de febrero de 2006

    Una guitarra desgrana cálidos lamentos que acarician mis oídos. Unos punteos liberados aleatoriamente me erizan el vello y velan mis ojos. Una orquesta que se agarra a esos sones y los arropa creando una melodía que abre corazones y cierra heridas.

    Mi espíritu se levanta y vuela sobre campos verdes con bordes pintados en agua, líquido cuasi helado que transita cansinamente por autopistas cuadriculadas que lo engañan y le impiden darse cuenta de que estamos bajo el nivel del mar y que es a ese líquido al que corresponden estas tierras.

    Árboles solitarios muestran su desnudez y anhelan la primavera que los vestirá con hojas y los acompañará con vacas, patos y ovejas que buscarán su sombra. Pequeños pueblos repetidos una y mil veces sin que sus habitantes se den cuenta de ello.

    Barcos que se adentran en Europa cargados de esperanzas y sueños depositados en ellos por ciudadanos de otros países que envían a esta tierra la producción de sus granjas con la esperanza de lograr un futuro mejor para los suyos.

    Nubes presurosas que temen no alcanzar a tiempo el horizonte y corren por nuestros cielos grises en pos de paisajes lejanos sin siquiera prestarnos atención, acompañadas de un viento silencioso que las anima a continuar su eterna carrera contra el sol.

    Bicicletas caídas a la entrada de una estación de tren, apiladas como si trataran de darse ánimos unas a otras, como si buscaran entre ellas la comprensión que sus descuidados dueños les niegan, temerosas de que llegue el día en que las dejen tiradas en cualquier lado.

    Niños rubios que persiguen patos a los que previamente han dado de comer pan, tratando de alcanzarlos para abrazarlos entre sus pequeños brazos y acunarlos cantándoles alguna de esas canciones que escuchan por las noches antes de adentrarse en el reino de los sueños.

    Campanas que tañen en la lejanía anunciando horas que han pasado y prometiéndonos horas que están por llegar y que quizás vengan acompañadas de tiempos mejores, aunque los pasados han cumplido sus ciclos gloriosamente.

    Suspiros de amantes junto a un canal con sus frentes pegadas y vahos de vapor que los fusionan y los convierten en uno. Silencios cansinos que enloquecen sus encuentros y les hace temer ese momento en el que tendrán que separarse.

    Una guitarra que dicta cátedra y despierta emociones allí por donde pasa sin siquiera darse cuenta de su maravilloso poder. Una canción para empujarnos hacia la melancolía y recordarnos que al final del día siempre vendrá la noche, hasta el final de los tiempos.

  • Koninginnegalerij

    22 de febrero de 2006
    Koninginnegalerij

    Koninginnegalerij, originally uploaded by sulaco_rm.

    Me quedé prendado con esta galería de tiendas. Luminosa y acogedora, limpia y ordenada. Un lugar en el que pasear mirando escaparates sin sentir la presión de los vendedores y disfrutando de una obra arquitectónica francamente preciosa.

  • Houston, Houston, tenemos un problema …

    21 de febrero de 2006

    A partir de hoy me quedan siete días para saber si continúo trabajando en la empresa en la que he estado los últimos cuatro años y medio o me ponen en la puta calle. La semana que viene, el martes como muy tarde se supone que nos anunciarán uno a uno el resultado de la votación del público. Ya han salido las nominaciones y parece ser que ando nominado. Como miembro del reverso zarrapastroso he trabajado activamente para llegar a este momento en la mejor de las condiciones. Las razón para mi nominación es el ser uno de los últimos en haber llegado a la empresa, porque lo creáis o no en los últimos cuatro años han estado más ocupados echando gente que contratando. Existen decenas de rumores y especulaciones sobre los criterios en los que se basarán para echar en esta ocasión. Si miramos la eficiencia y la capacidad de trabajo soy uno de los ganadores y me salvo. Si sólo miramos el tiempo que llevo en la empresa entonces soy un perdedor. El sistema holandés de poner en la puta calle utilizando la expresión favorita de la mala bestia que fue mi jefe en la última empresa española en la que trabajé es bastante exótico. Según el protocolo, se divide a los empleados en grupos de edad y después se reparte el total de gente a echar entre esos grupos procurando que el número de gente botada entre los más jóvenes y más mayores sea menor. Estos días circula por el trabajo una lista con todos los empleados y las fechas de nacimiento y tenemos varios empleados que se ocupan activamente de mantener esa información al día. Esos mismos pertenecen al grupo de los que no dan un palo al agua.

    Hasta ayer me preocupaba un poco el que me echen. Siempre he sido yo el que ha elegido el momento de marchar y continuar el camino y en cierta forma me hacía sentir incómodo el considerar que podían largarme. Ayer por la noche fui al cine, vi una película y ahora pienso que soy bastante afortunado por haber llegado hasta aquí y no creo que deba preocuparme. A lo largo de los años he tomado decenas de decisiones polémicas y siempre las cosas han salido bien. Llamadlo potra o azar pero lo cierto es que estoy en donde quiero estar. En realidad soy muy afortunado. Dejé atrás mi país, mis amigos, mi familia y todo ha salido bien. No he perdido nada y he ganado un montón de experiencias, momentos, nuevas amistades, satisfacciones y vivencias que jamás habría podido disfrutar de no haber tomado las decisiones que tomé.

    Dentro de siete días quizás sea la hora de volver a moverse y buscar nuevos retos o quizás sobreviva a las nominaciones. Permaneceré en Holanda porque esta es mi casa, este es mi mundo y aquí quiero seguir. Aquí están mis amigos, los mismos que me arropan estos días llamándome, quedando para salir y quitándome el tiempo que suelo emplear en escribir. Hace casi seis años, el día que di el salto no pensé que encontraría una familia en este lado y así ha sido. También encontré la bruma que me hace creer que vuelo sobre las nubes cuando corro en las frías mañanas de invierno con la bicicleta o los tulipanes que me arrancan lágrimas todos los años cuando visito el Keukenhof y veo toda esa belleza o los paseos en barca por los canales y las noches en bares pequeños y repletos de gente hablando y tomando cerveza con los amigos mientras desgranamos los misterios de la vida. Es aquí donde camino en otoño por los bosques fotografiando setas y donde me baño en lagos de aguas turbias las escasas tardes de verano en las que el calor aprieta tanto que no nos importa el color de ese agua empozada o esos paseos por museos abiertos una sola noche cada año para que almas oscuras como la mía puedan visitarlos sin necesitar gafas de sol. En este lugar ilumino las infinitas noches de invierno con velas y al calor de un tazón de sopa de tomate veo la lluvia caer y aquí nos abrazamos al despedirnos en estaciones de tren sabiendo que habrán otros encuentros. En estas tierras tomamos cervezas en terrazas rodeados de turistas que corretean por Amsterdam buscando algo que no parecen encontrar y cenamos mientras el fuego de una chimenea crepita a nuestro lado y las sonrisas se llenan de sombras que bailan por nuestras caras.

    Creía que quizás tendría un problema pero no va a ser así. Sin buscar ya me han ofrecido trabajo. Sin estar en paro ya hay gente que cuenta conmigo para otros proyectos. Sin que se sepa si formaré parte del nuevo proyecto ya hay gente en la empresa dando la cara por mí y actuando de embajadores que pregonan mis virtudes y perdonan mis defectos.

    Dentro de siete días podré ver más allá del horizonte y sabré hacia donde me lleva el futuro inmediato…

  • Koninklijk Paleis

    21 de febrero de 2006
    Koninklijk Paleis

    Koninklijk Paleis, originally uploaded by sulaco_rm.

    Hoy tenemos el palacio real, que es ese edificio en donde vive la familia que trabaja agitando la mano desde coches y balcones. En dichas familias (hay varias por toda Europa), las hembras tienden a ser muy ligeras con la laca en el pelo, les gustan los trajes y gorros horrorosos y tanto ellas como ellos sufren una acusada desviación hacia el mongolismo. Son las ventajas de la sangre corrupta.

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