![]() Cada cinco años se celebra en Ámsterdam una gran reunión de veleros de todo el mundo. Las fotos de este álbum corresponden a la edición del 2005. Durante la semana que dura el evento la ciudad se convierte en un gran puerto habitado por millones de visitantes que serpentean entre colosos del pasado curioseando y dejándose llevar por la imaginación. Hay más información sobre Amsterdam en Visitar Holanda. |
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Álbum de fotos del Ámsterdam Sail 2005
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Flightplan – Plan de vuelo: desaparecida
En mi eterno afán por ver tanto cine como pueda hay algún que otro tropezón. El de esta ocasión me pilló desprevenido. He de decir que yo acababa de volver de Sudáfrica unas horas antes y mi amigo el turco fue el que organizó la sesión de cine y eligió la película. a priori jugábamos en terreno seguro ya que por los trailers que habíamos visto parecía una buena opción. Se trataba de Flightplan, lo cual significa en español Plan de vuelo: desaparecida, sencilla traducción con la que alguien nos aclara el tema de la cinta. Decir que en inglés Flightplan es el puto documento que tienen las azafatas y el piloto y en donde figuran todos los desgraciados que tienen la mala suerte de encontrarse a bordo.
La película trata de como la hija de una puta tarada de mierda se pierde en un puto avión más grande que el Titanic y no la encuentran pese a mirar hasta en las alcantarillas del cacharro, la puta de la madre de dicha hija monta un cirio de esos que solo se ven en los cónclaves papales y todo el mundo en el dichoso avión acaba más tenso que los pezones de la Yola. Por si no tenemos bastante, no sólo se pierde la hija de la puta esa sino que además mil millones de pasajeros son lo suficientemente retardados y simplones para no haber visto a la niña ni lo que sucedió.
Así que con esta temática tan avanzada e interesante nos tenemos que mamar casi cien minutos de bodrio infumable que te pone mala sangre y te hacer recordar que madres de niñas tan cabronas solo las hay de un tipo y suelen ser putas. El cabrón que dirigió este pallufo se llama Robert Schwentke y espero recordar su nombre para no volver a caer en ninguna otra trampa tendida por su mala sombra. Imagino que consiguió el título de director de cine en algún curso por correspondencia o comiendo coños de esposas de ejecutivos de estudios porque no hay otra explicación posible. El tipo se las apaña para realizar el solito uno de los grandes bodrios del año, una de esas escasas pelis que te hacen sopesar la posibilidad de la lobotomía como forma de escapar al sufrimiento.
Para encabezar el reparto pusieron a Jodie Foster, una mujer que lo ha demostrado todo en el pasado y que para lo que ha hecho en este caso mejor se hubiera quedado en casa restregándose unos cuantos pepinos en su cocina mientras canta coplas españolas y come burgados a la vinagreta. Decir que la mujer chupó planos a destajo y siempre aparece como perdida y fuera de lugar. Yo mataba el tiempo imaginándomela en un gang-bang con ciento sesenta pigmeos corriéndose simultáneamente sobre su cara o con ella a cuatro patas y yo arreándole por detrás vestido con mi disfraz de superhéroe de Toy Story o con chorros de metal líquido comiéndole brazos y piernas y dejándola como una de las piezas que hay que derribar en la bolera. Mejor no sigo que me vuelvo a envenenar. Creo que había más gente en la película pero ni quiero acordarme de ellos ni de las putas que los parieron.
Toda esta mierda necesitaba un pelín más de saña y desgana y lo lograron agenciándose a James Horner y pidiéndole que se autoplagiara y creara una banda sonora con retazos de películas anteriores. De puta pena.
Así que si queréis ver algo que no merece la pena ni ser recordado y que podemos definir como telefilm de domingo por la tarde para ver con la barriga a punto de explotar después de haber comido cuatro raciones de paella y tres flanes con nata, entonces no tenéis más que dejaos caer por cualquier cine y disfrutar de esta bazofia.
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Nidos de pájaros tejedores
La estrategia de supervivencia de los pájaros tejedores pasa por elegir un árbol y poner todos los nidos en el mismo. De esa forma se aseguran una defensa común y una mayor vigilancia. Cuando nos acercamos al lugar en donde encontramos estos pensé que era algún tipo de fruto exótico y que los pájaros se lo estaban comiendo. Se puede ver la diferencia entre nidos antiguos y nidos nuevos por el color de los mismos.
Si quieres ver otras fotos del viaje a Sudáfrica las puedes encontrar en el álbum de fotos de Sudáfrica y si quieres leer el relato de dicho viaje, tienes su índice en Memorias de Sudáfrica
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6. Greater St. Lucia Wetland Park
Seguimos con el relato sobre mis sucedidos en Sudáfrica. Has llegado al sexto capítulo, por lo que si quieres atacar esta historia desde el principio tendrás que retroceder a Memorias de Sudáfrica. Camino al fin del mundo y si quieres seguir el orden correcto después deberás leer Por fin en uMhlathuze, Mi vida en uMhlathuze, Es un mundo lleno de zulúes y Hluhluwe Imfolozi Park.
El domingo no madrugamos y por fin pude dormir algo más. Después de un Branch o un desayuno de estos de cambarte las patas por la abundancia y variedad de comida nos fuimos a trabajar. Es muy sacrificada la vida de un profesional como yo, un pedazo de ingeniero de esos que ya no se fabrican. Teníamos planeadas al menos cinco horas de trabajo actualizando equipos. Es una tarea un poco peligrosa porque hay momentos en los que el sistema está caído. Además los nodos remotos eran los edificios de la policía, los bomberos y demás servicios de la ciudad, así que hubo que organizar bastante logística. Voy a aprovechar para promocionarme un poco que nunca se sabe si hay alguien leyendo esto dispuesto a pagar más y yo si hay un buen incremento de salario y un buen ambiente de trabajo y se viaja y se vive en el extranjero estoy dispuesto a dar el salto. Una de las razones de mi compañía a la hora de enviarme a estas tierras es mi virtuosismo. Cuando yo me siento detrás de la pantalla del sistema la gente que tiene el privilegio de verme trabajando comprende que este tipo de cosas solo les sucede una vez en la vida. Terminamos la actualización en hora y media, menos de un tercio del tiempo previsto. Los tíos ni se lo creían. Yo ya les había avisado que por algo me llaman el Elegido y en otros lugares san Sulaco. Mi exhibición tuvo premio y puesto que era pronto decidieron llevarme a otro parque nacional en la costa para ver los hipopótamos, un lugar llamado Greater St. Lucia Wetland Park.
Ya he comentado que también hay hipopótamos cerca de la ciudad pero esos prefieren dejarse ver por la noche o a primeras horas de la mañana. Nos pusimos de nuevo en ruta siguiendo la N2. Vimos un accidente en el que un coche estaba completamente destrozado y trataban de sacar a la multitud que estaba aplastada entre los hierros. La escena era dantesca aunque a la gente la dejaba indiferentes por lo cotidiano de esos eventos.
Antes de llegar al sitio al que íbamos pasamos por Mtubatuba, un pequeño pueblo en el que casi no hay blancos. El sitio era como tierra de nadie, sucio, descuidado e inseguro. Por lo que me contaron ese es el problema de los sitios en los que los blancos han decidido tirar la toalla y marcharse. Se han agrupado en algunas ciudades y los negros han tomado el control del resto. Una de las nuevas leyes obliga a que el noventa por ciento de los empleos públicos sea para los negros y el diez por ciento restante para los blancos. Esta ley está destruyendo el país. Los hijos de los blancos no consiguen trabajo y se están marchando a otros países. Para ocupar todas esas plazas han tenido que rebajar los niveles exigidos en las universidades ya que no muchos negros superaban los estudios. Como resultado de esto ahora se aprueba con un cuarenta por ciento de aciertos en un examen (4 sobre 10). Los resultados se han notado casi inmediatamente. La gente por ejemplo no quiere ir a médicos negros porque no es lo mismo que un abogado haya obtenido el título sin aprobar a que sea un médico el que lo haya hecho. Da un poco de pena el ver como toda esta sociedad se está desmoronando. Ya he comentado algo sobre la seguridad. Aquí las casas son fortines y lo mismo pasa con los coches. Cuando te compras uno lo tienes que asegurar y para ello le tienes que poner un localizador por satélite para poder recuperarlo en caso de que sea robado. Todos los coches vienen de serie con alarma, incluso los de alquiler. No vas por las calles con los seguros de las puertas desactivados y salvo en el centro de la ciudad o en zonas seguras, no sales del vehículo. Ellos viven en este ambiente y les parece normal pero para mí es algo extraño y que me acojona bastante.
Volviendo al viaje, llegamos al parque que íbamos a visitar, llamado Greater St. Lucia Wetland Park y nada más aparcar el coche vemos un grupo de unos ocho hipopótamos en el agua y cerca de ellos un montón de cocodrilos. Nosotros estábamos a un lado de una bahía y ellos en el medio, a unos cuarenta metros de nosotros. Todo el mundo paseaba tranquilo, los chiquillos jugaban por allí como si no pasara nada. Por lo que me han contado a veces la gente va andando por dicho paseo con sus perros y estos se acercan mucho al agua y desaparecen en las fauces de los cocodrilos, lo típico vamos.
Estuve un rato largo haciendo fotos y descubrimos que justo encima de donde nos encontrábamos había un club de esquí acuático. Fuimos por allí y nos permitieron entrar a tomar unas birrillas y usar su mirador para ver a los hipopótamos y los cocodrilos. Así que pasamos la tarde del domingo entre cervezas sudafricanas y animales salvajes. Los hipopótamos son muy perezosos durante el día. Se quedan sumergidos en el agua en manada tocándose los huevos unos a otros. Por la noche es otra cosa, salen a comer hierba y son máquinas asesinas. Estos animales odian particularmente el fuego y si ven a alguien haciendo una hoguera van en estampida contra la misma y la apagan al arrasarla cruzando por encima. Tampoco les gusta que te acerques demasiado a ellos y si te pillan, te matan sin pensárselo. No por algo son la primera causa de muerte en este país, seguidos por los cocodrilos.
Un par de horas más tarde apareció un barco con turistas. Un cuarto de hora antes de que llegara vimos que los hipos se volvieron más activos y unos cuantos se dispersaron. El barco fue primero hacia un grupo de cocodrilos y estos saltaron al agua y empezaron a rondarlo. Cuando trataron de acercarse a los hipopótamos, los que se habían dispersado habían creado una barrera y cada vez que el barco se les acercaba salían del agua gritando y mostrando los dientes amenazadoramente. Aproveché para hacer mis fotos. La gente abordo debía estar bastante impresionada. Estuvieron tratando de aproximarse un cuarto de hora pero sin mucho éxito. Finalmente desistieron. Al marcharse la manada se reagrupó y volvieron a su relajado descanso.
Cuando nos aburrimos volvimos a Richards Bay y fuimos a cenar a un restaurante portugués. Por la noche nos acostamos temprano porque el lunes empezábamos a trabajar a las siete de la mañana. Así pasó mi primer fin de semana en Sudáfrica, entre animales salvajes y comidas copiosas en esta sociedad decadente y moribunda condenada a cambiar.
Aprovecho para cerrar esta anotación dándoos las gracias en Zulú por leerla. Ngiyabonga a todos.
Si quieres continuar con el relato, sigue el enlace hacia Richards Bay y una cena para recordar