Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • La maldición amarilla, cuarto día

    26 de diciembre de 2024

    Por fin llegamos al último día del castigo divino con los dos amarillos del país del sol caguiente y también mi último día de oficina antes de comenzar a trabajar remotamente, ya fuera desde mi keli en los Países Bajos como desde Gran Canaria. Tenía los dos bossche bollen que compré del día anterior, que son más grandes que pelotas de tenis, están llenos de una nata montada maciza, no la mielda esa que tanto se usa en España y que viene en botes con algún tipo de gas, no, esta es de la buena, es pesada, es densa y en las cantidades que tiene cada dulce, combinadas con el chocolate del bollo y el gigantesco bollo, es el equivalente de una comida entera para quince muertos de hambre. Llegué a la oficina antes que mi jefe y los amarillos y cuando estos aparecieron, les regalé los bollos, indicándole que era una necesidad imperiosa y urgente que se los coman de un tirón, les puse dos platos, un bollo a cada uno y les deseé suerte. Para cuando llegaron al final, lloraban a moco tendido y ya habían perdido parte de la inconsciencia y no sabían si estaban en el purgatorio o en el infierno o quizás en un sitio peor, en ese que se conoce como truscoluña, que no es nación. Mi jefe llegó muy tarde, ya no podía detener el acto y sabía que tenía como mucho treinta minutos, quizás menos, hasta que esas bombas estallaran en los tripotes de esa chusma y les provocaran el coma y hasta el punto y coma.

    En la primera reunión la amarilla intentó volver a repetir su estúpida presentación pero el cuerpo se le iba para otros mundos y no fue capaz y el otro, directamente, cerraba los ojos y rezaba a algún dios que debía ser sordo y no lo escuchaba. Ahí fue cuando empezamos a darles palo tras palo, indicándole las cosas que estaban mal y como la culpa era siempre suya, suya y únicamente suya. Por la sala de reuniones aparecía y desaparecía gente, la organizamos como una sesión continua y cuando ellos parpadeaba o salían brevemente del coma inducido, veían gente nueva sentada en el lugar y recibían más y más palos.

    A las doce menos cuarto paro las reuniones y le digo a mi jefe que es imperativo, subjuntivo y hasta condicional que vayan pero que ya mismo a la cantina a comer porque ese día, justo ese día, teníamos uitsmijter, la cima de la cocina neerlandesa, un plato que los locales sólo se atreven a comer como desayuno de resaca porque es una o dos tostadas, con jamón y queso por encima y encima de eso, dos güevos fritos, pero con la yema bien líquida y con muchísima aceite de la fritanga. Es una bomba que cae en los estómagos de resaca y o te lo asienta, o te provoca una vomitona que no veas, así que les pedí dos de esos y le dije a la cocinera que no fuera rácana con el aceite de fritanga. Cuando vieron el plato que tenían delante y les dije que no quería ver ni la corteza del pan de tostadas, sus caritas lo decían todo. Estuvieron casi cuarenta minutos para bajar aquello y ponerlo sobre el bossche ballen, que las bolas aquellas aún estaban atascadas en el estómago. Les di minuto y medio para echar un pis rápido sin lavado de manos, los metí en la sala de reuniones y seguimos con más encuentros con gente que no conocían y ellos que caían y caían dormidos y yo descojonándome de ellos. Les traje al presidente de la fábrica para hacerle una foto con aquellos dos despojos humanos, que parecían a punto de potar o morir y ellos no creo que ni fueron conscientes de con quién se habían hecho la foto.

    A las tres y media salí por patas a recoger mi regalo de Navidad, que el reparto comenzaba a las tres y después lo llevé a mi escritorio y lo desmantelé y lo metí en mi mochila. Después entré en la sala de reuniones y le dije a mi jefe que ya se estaban agotando y él salió por patas a buscar el suyo y yo creo que los amarillos nunca  fueron conscientes de nuestras ausencias. Sobre las cuatro los desperté y les dije que yo me piraba, que hay vida más allá de la laboral y que yo ya estaba hasta los mismísimos de ellos. Me hicieron las reverencias de rigor, que fue un momento terrorífico y complicado porque con la cantidad de basura que les metí dentro, o potaban, o se cagaban por las patas pa’bajo. Después me despedí de los colegas y trinqué la bici de alquiler y volé a la estación de Bolduque. Mi jefe se quedó con ellos, aunque dudo mucho que consiguiera reanimarlos y para cuando se recuperen, habrán aprendido muy bien, que mi maldad es ilimitada y que voy sobradísimo para desactivar a cualquier amarillo que me pongan por delante. Tampoco creo que vuelvan a comer en mi presencia en su vida.

    Al día siguiente se iban al aeropuerto por la mañana y al parecer, lo consiguieron, aunque solo porque mi jefe hizo lo imposible para sacarlos del hotel y meterlos en el tren. Todos tenemos claro que a mí ya me han puesto en la lista negrísima de los amarillos y no me querrán en su país ni en foto digital y tal y tal. Me hicieron perder cuatro días de chamba y a cambio, yo los encochiné y los dejé listos para el matadero.

  • Día 2 – Fulidhoo – Reethi Kandu 2

    25 de diciembre de 2024

    Llegamos a la segunda y última parte de los vídeos de mi primera inmersión en Fulidhoo y alrededores, que fue en Reethi Kandu. Al ser mi primera inmersión con ese club de buceo, me observaban atentamente para ver si mostraba alguna señal de truscolanismo, que entonces te dan la patada y te botan de la isla inmediatamente, que ellos no están para aguantar necios zafios y rastreros.  La música que acompaña este  vídeo es la canción Carry On Wayward Son del grupo Texas.

    Creo que esta fue la única inmersión en la que durante todo el tiempo se veían algas rotas flotando, como la ceba en las islas Canarias. Supongo que hubo mal tiempo y la fuerza del mar hizo el trabajo, como sucede en mi tierra, que es la manera de podar estas plantas y quitar todas las ramas viejas. En el lugar hay unos corales muy bonitos y muchos peces pequeños, que crecen en esas zonas, esperando que no pasen por allí depredadores y que les den el finiquito. Pasado el primer minuto se puede ver toda la vida que hay en la zona. Un rato después miro hacia el azul porque avisan que hay un tiburón en la zona, uno pequeño de punta de aleta blanca que no estoy seguro que se vea bien en el vídeo. Continuamos el tranquilo paseo junto a esta pared. Pasados los tres minutos y medio, ya estamos cerca del final de la inmersión, en la parte superior de la pared y podemos ver un tiburón de punta de aleta blanca pasando algo alejado y después otro, que eran dos. Esos tiburones son más delgados y alargados. Llegando a los cinco minutos tenemos una anémona grandísima y los peces payaso Maldivianos que viven en la misma y que la defienden, ya que es su keli. Con ellos acaba el vídeo.

  • ¡Feliz Navidad!

    24 de diciembre de 2024

    Este es el duodécimo año consecutivo (o equis-palito-palito para los que hablan en números rumanos) que tenemos este precioso árbol de Navidad en las escalinatas de la Piazza di Spagna en Roma y al fondo vemos la iglesia Trinità dei Monti, casualmente, la plaza con el nombre del país que sí es nación, pese a los miserables que lo quieren destruir y por si no ha quedado claro, me refiero a la escoria podemita, suciolista, terrorista y truscolana. Por tanto llevamos ya más de una década con esta anotación que repito continuamente y que por más que lo digo, no la cambio porque me gusta la imagen y ya han pasado varios años desde la última vez que estuve en Italia. Aprovecho para felicitar por vigésima vez las navidades, o sea, XX (equis-equis) veces, que mira que llevo años con el mejor blog sin premios en castellano. Mientras muchos disfrutan del frío, la nieve, el hielo, los días cortos o las lluvias interminables, yo he regresado a África y soy más de sol, playa y palmeras con luces para que parezcan árboles de Navidad y un Santa Claus que como se empeñe en venir con el trineo y los ciervos, seguro que se sofocan.

  • Día 2 – Fulidhoo – Reethi Kandu 1

    23 de diciembre de 2024

    Después del buceo cerca del aeropuerto, llegué a mi primer destino, Fulidhoo, para pasar allí seis noches y para hacer quince inmersiones. No puedo decir que sea el lugar más al sur de las Maldivas en el que he estado, porque el año pasado fui a Fuvahmulah y para llegar allí hay que ir en avión, pero sí es el lugar más al sur yendo en barco, que estaba a una hora de Malé en falúa de esas de narcotraficantes tuneadas para llevar pasajeros. En esta primera inmersión no grabé muchos vídeos así que tendremos la moderada cantidad de dos vídeos y esta es la primera mitad. El lugar de la inmersión se llama Reethi Kandu. La música que acompaña este  vídeo es la canción Pa una isla de Bebe.

    Era una pared y comenzamos viendo al grupo, que era bastante grande. Nada más empezar nos tropezamos con un tiburón nodriza durmiendo en una cueva. Para aquellos con memoria detallada, en mi última inmersión en Guraidhoo el año pasado también me crucé con uno durmiendo en otra cueva, con lo que esta simetría espiritual mola mazo. Vamos viendo corales negros en muy buen estado de conservación según vamos avanzando. Mirando hacia arriba, pasados los dos primeros minutos, tenemos un montón de vida, bancos de peces pequeños que usan las aguas menos profundas para protegerse de peces más grandes. Pasamos algunos recovecos en la pared que miramos con atención por si en el lugar hay algo interesante. Pasados los tres minutos vemos una morena negra en la pared. También merece la Peña reseñar que muchos de los pececillos, cuando nos acercamos, se esconden en agujeritos en la pared, cada uno (o parejas), tienen su keli allí y cuando sienten que pueden estar en peligro, o por la noche, se esconden en sus agujeros. Sobre el cuarto minuto vemos otra morena, en este caso una morena leopardo. Era bastante grande. Y con varios grupos de peces juveniles viviendo en corales, llegamos al final de esta primera parte. Esta inmersión fue bastante relajada, comenzamos a veintiséis metros y despues, durante el resto de la inmersión, fuimos ascendiendo suavemente hasta los quince metros y ya al final tiramos para la superficie haciendo la parada de seguridad a cinco metros.

←Página anterior
1 … 44 45 46 47 48 … 3.617
Página siguiente→
  • Genin en Encerrado – LockedPasando… Salud
  • huitten en Encerrado – LockedSerá que no tenemos suficiente angustia …
  • Genin en Tercer día de buceo en Madivaru y vientoOjalá que mejore el mar para que puedas …
  • Genín en Segundo día de buceo en Rasdhoo y las 300 inmersionesLeyéndote, con la pasión con que vives t…
  • huitten en Tercer día de buceo en Madivaru y vientoSí que son bonitos esos colores de la to…
  • huitten en Segundo día de buceo en Rasdhoo y las 300 inmersionesA seguir disfrutando.
  • huitten en Primer día de buceo en RasdhooTodo muy bien, menos los madrugones.
  • huitten en Buceo en el atolón de Malé y viaje a RasdhooVaya tute.

Únete a otros 15 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR