Pasadísimo por agua


La semana pasada, en quince minutos nos cayeron quince milímetros de agua, una cantidad tal que las canaletas del tejado fueron incapaces de recoger toda el agua y mandarla a las alcantarillas porque había demasiada, con lo que se convirtieron en cascadas. Eso mismo sucedió prácticamente todos los días de la semana y sigue sucediendo. Anoche, a las cinco de la mañana, estoy yo en mi sueño contando ovejas eléctricas como los androides y mientras trato de no perder la cuenta, como que me entran unas ganas de mear monstruosas y empiezo a ser consciente que estoy en un sueño y que en el mundo real sucede algo, así que presto atención y escucho e identifico la tromba de agua que está cayendo y que me empujó a ir a mear, que vamos, fue la segunda vez que sucedió en la noche. Desde la cama podía oír las cascadas de las canaletas de ambos lados de la casa, rebozadas porque no se diseñaron ni se construyeron para diluvios, se hizo pensando en los niveles de lluvia que hubo siempre en los Países Bajos. Por la mañana está seco y soleado así que me piro al laburo y cuando llego a mi chamba, en la ciudad de Bolduque y empiezo a trabajar, de repente se hace de noche y cae una tromba de agua en quince minutos, vuelve a amanecer, sale un sol radiante y las persianas automáticas que regulan la cantidad de luz en la oficina se empiezan a cerrar. Una hora más tarde se abren, cae otra tromba y después llega un sol aún más radiante y se cierran y tuvimos una tercera tromba antes de que llegara mi hora de marcharme a mi keli. Por el camino, un viento endemoniado que sopla hacia el este y que es el que trae estas nubes petadas de agua porque el océano está super-hiper-mega caldeado y genera nubes como las que se ven en el ecuador, que en las Maldivas las tienen todos los días y como allí, ahora aquí llueve en un ratito, pero si te pilla, la cagas, que ayer llego en el tren a Bolduque, son las ocho menos cinco de la mañana y los tres programas que tengo en el telefonino para la predicción de lluvia me dicen que en los próximos quince minutos, como mucho habrá llovizna, así que me pongo el pantalón chubasquero, el chubasquero y salgo para la oficina y no he avanzado ni medio kilómetro cuando se cierra el cielo y cae el diluvio y para cuando llegué a la chamba, parecía un pescador del mar del Norte, con las dos piezas del chubasquero totalmente empapadas. Por la tarde, cuando iba a regresar, miro por la ventana y parece que está seco, miro en los programas y todos dicen que está seco, voy a la calle a buscar mi bici alquilada, miro al cielo y veo una mancha negra que viene hacia mí, así que me pongo los condones y suerte que lo hice porque fácilmente me tiraron cuatro baldes de agua. Desde ahora hasta dentro de diez días, nuestras temperaturas máximas estarán por debajo de los veinte grados, las mínimas rozando los doce y cada día tendremos uno o varios de estos chubascos hasta sumar al menos sesenta milímetros en ese período y al parecer, desde mediados de mayo hasta casi el final de julio pasamos a estar con un déficit de lluvia de doscientos milímetros y entre la semana pasada, esta semana y la que viene, recuperaremos la mitad y nos pondremos a un nivel muy aceptable.

Ahora, sin calor, ya empiezo a tener claro que mis uvas, o se ponen dulce en octubre, o este año serán ácidas y los tomateros que planté, es probable que nunca lleguen a dar tomates. Hasta el laurel que planté en el jardín está acojonado, yo creo que el arbolillo está convencido que lo estoy torturando y por eso todos los días le tiro un balde de agua.

A mis vecinos les vienen a mirar el desagüe de su canaleta mañana porque con tanta agua, el barro que había en la misma parece que se las ha tupido y las de los lados, entre las que está la mía, son incapaces de absorber el agua de su tejado y la de los nuestros.

Bienvenidos al cambio climático.


3 respuestas a “Pasadísimo por agua”

  1. Pues aquí anoche, según parede, tuvimos una noche tropical Ecuatorial. Pero solo por calor, sin agua

  2. Ni me acuerdo a última vez que vi llover aquí, sin embargo, al ser montaña con arboles, todo se ve verde, el rio baja con un moderado caudal pero agua cristalina, de la cual yo bebo, las máximas andan por los treinta y algo y las mínimas entre 14 y 19, está muy inestable el tiempo, y ya tengo comprobado que del Inverter del aire acondicionado que ya he instalado, no me tengo que preocupar, solo para dar calor cuando empiece el frio, es un buen sitio para usar de parking hasta estirar la pata, he tenido suerte, creo…
    Salud

  3. Hoy comenzó a llover a las 6 de la mañana y ha parado a las once y media y tengo como una hora para pasear antes de que comience la segunda tanda. Temperatura en la calle, unos gloriosos 17 grados. Máxima del día, 19.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.