Cuando visitamos los caballos Konik en Oostvaardersplassen disfrutamos con sus juegos y rituales para impresionar a las hembras. También vimos algún miembro dilatado hasta niveles que nos hicieron llorar de envidia.
Cuando visitamos los caballos Konik en Oostvaardersplassen disfrutamos con sus juegos y rituales para impresionar a las hembras. También vimos algún miembro dilatado hasta niveles que nos hicieron llorar de envidia.
7 respuestas a “Pavoneándose un poco”
No envidies eso, que en un humano no serviría para nada. Bueno, en un humano normal, porque si te quieres tirar a una elefanta… ahí ya no me meto…(uy, «me meto» no son las palabras más adecuadas)eso! que cada especie con su pareja, y cada pareja con su especie, ¡que me lio!
Jaja este comentario me ha gustado mucho! 😉
Virtuditas, ya sabes que digan lo que digan, aquí todo el mundo mira la cantidad y pocos se preocupan de la calidad.
jajajajaja Supongo que como yo, sulaco, hablaba de algo proporcional a la especie…jajajaja a mi tambien me da envidia…jajajaja
Salud
Jeje Palabras sabias! 🙂
Hoy nos cruzamos en el bosque con una gente cabalgando y uno de los caballos se paró a mear y no veas tú la de líquido que sueltan. Aquello parecía una fuente.
Burro grande ande o no ande …