En mi istagrame, me llegan continuamente sugerencias de recetas de comida, porque eso y vídeos de buceo es lo que me interesa y cuando pasa alguna curiosa por mi pantalla, la guardo y la archivo en una extensa carpeta en la que tengo un montón y si algún día estoy por explorar los mundos culinarios del Dios de los católicos, si encuentro alguna interesante, la hago. La de hoy es una de esas que llegó a mi vida así, en un acto de bondad de algún Dios y que se ha convertido en una de mis favoritas. Es un pollo fácil de preparar y que lo que más tiempo toma, es freírlo, que lo demás es muy rápido. Las cantidades están pensadas para unas cuatro o cinco personas, asumiendo que también hay arroz blanco o algo más para llenar la tripa.

Los ingredientes: 1 kg de muslos de pollo deshuezados, 1 taza de agua fría, 1/2 taza de harina, 1/2 taza de maizena, 2 cucharadas de ajo en polvo y sal. Para la salsa: 114 g de mantequilla, 2 cucharadas de miel y 2 cucharadas de salsa de soja, que yo prefiero la Ketjap Manis, pero puede valer cualquier otra soja.

La implementación:

Como lo del agua fría al parecer es importante, yo empiezo dejando una taza de agua en la nevera la noche anterior para que se enfríe y ya en el momento que vamos a cocinar, comenzamos poniendo en un bol el pollo deshuezado cortado en pedazos pequeños que se puedan comer sin tener que cortar, lo mezclamos con la harina, la maizena, las cucharadas de ajo en polvo y la sal y añadimos el agua fría, mezclando y ya estamos listos para la fritanga.

Ponemos una sartén a fuego medio con aceite vegetal (medio dedo o así) y cuando el aceite está caliente, con unas pinzas, ponemos trozos hasta llenar la sartén sin que se toquen y los dejamos un par de minutos. Luego les damos la vuelta y tras otro par de minutos, sacamos y vamos poniendo en un bol, que previamente he recubierto con papel de cocina para que absorba aceite.

Cuando nos falte poco para acabar, en otra sartén o en un caldero, ponemos a fuego medio la mantequilla, las cucharadas de miel y salsa de soja, mezclamos bien y lo cocinamos unos tres minutos, con la salsa burbujeando. Mientras tanto, hemos acabado de freír el pollo y lo añadimos en el caldero (o sartén) con la salsa, mezclamos todo bien y ya está listo. Se le puede poner por encima aritos de cebolletas.

Yo lo como con arroz blanco y cuando está frío, se pueden poner porciones en bolsas y congelarlas, aunque al descongelar, ya no tendrán el aspecto ese grasiento que llama tanto la atención y que le da un sabor fantástico y maravilloso. También le he añadido al servir semillas de sésamo. Creo que en total, me toma casi una hora, con la mayor parte del tiempo friendo el pollo, que los previos y lo de la salsa es cuestión de poquísimos minutos. Probablemente si tienes una sartén de esas que parece una paellera, acabas muchísimo antes.