Después de las grandes perturbaciones que hubo en la fuerza durante la semana pasada y de todo el dinero público que se tiró en España para alimentar cuatro egos elefantíasicos que se creen en el mismo eje de la rueda que hacer girar el mundo he pensado que yo también tengo derecho a esos fastos y tras meditarlo mientras obraba he decidido celebrar la Primera Blogoferia o Blogoferia I (léase Blogoferia palito) que es como más intelectual y más propio de estrella del medio. Además se celebra en mi casa, situada físicamente en los Países Bajos y así el evento tiene un ámbito internacional que lo baña de un prestigio inmediato.
Mientras me duchaba decidí el programa porque cualquier acto que se precie necesita un programa, da igual que haya o no contenido, lo interesante es tener programa, programa y programa. Dado lo rápido con lo que se ha organizado todo únicamente encontramos un ponente, que no es otro que este servidor. Como público aprovecho la visita de mis padres y los torturo obligándolos a asistir a este evento. Al principio se me revelaron un poco porque querían seguir arreglando el jardín de mi casa (además de bitácora tengo casa con jardín en la cuarta ciudad holandesa, flipa con eso) pero les expliqué que las plantas seguirán ahí mañana y conseguir un diploma por asistencia con aprovechamiento a unas jornadas blogosféricas no es algo que se pueda hacer todos los días y queda increíble en cualquier currículum además de lo que puedes fardar con tus amistades. No basta con tener un programa y un nombre espectacular para que la cosa sea un éxito. También hay que tener una buena frase con gancho y la encontré rápidamente. Esta Primera Blogoferia se promociona con la frase Ya era hora, ahora me toca a mi.
Tras un desayuno copioso declaré abierta la Primera Blogoferia y di paso al primer orador, el cual por casualidades de la vida era yo mismo. El título de su disertación de una hora fue Donde te escondes, comentarista y en ella trataba de explicar ese fenómeno tan extraño que se sucede en todas las bitácoras, incluso las más leídas por el que miles de millones de páginas son impresas en pantallas de todo el mundo pero todo el esfuerzo literario de estos genios de tres al cuarto se ve recompensado con un puñado más bien escaso de comentarios. La ovación al acabar fue antológica y tras una pequeña pausa para tomar un café llegó el turno al segundo orador y su charla sobre Me la suda que no me lean. El orador volví a ser yo, solo que me cambié de camiseta para parecer otra persona y me peiné con la raya del otro lado. Esta tesina nos anima a seguir pese a estar convencidos que las cincuenta visitas que tenemos diariamente y que sospechosamente llegan de la misma dirección es más que probable que sean producto de las cincuenta veces que has visitado tu página para comprobar si alguno de esos lectores ocultos que estás seguro de tener ha dejado un comentario y de esta forma responderle no sea que por tu falta de educación no vuelva a visitarte. En un mundo en el que hasta el más estúpido Don Nadie tiene una bitácora está claro que si hay millones debe haber mercado para todos y esas paridas con las que ensuciamos las pantallas son como mandamientos para el resto de la humanidad. La segunda parte de esta charla trató sobre todas esas bitácoras que han desaparecido, que murieron cuando sus autores tiraron la toalla por no tener visitas y sobre la necesidad de una autoridad incompetente que las borre y aclare el tupido paisaje de la blogosfera. Sin dar tiempo al público a la distracción llegó la charla final de la mañana para la que me puse una rebequita y un gorro de Telepizza. Este era el punto fuerte de la jornada y con el sugerente título de Copiar y pegar, un cáncer que se puede curar debatí conmigo mismo sobre la maldición del Control-C, una tipología que un sabio enunció como: Esa maldita costumbre de un puñado de abobancados de pensar que el resto de los mortales somos tan retardados como ellos y necesitamos imperiosamente leer la noticia que hemos visto en los medios de comunicación habituales trescientas veces más para llegar a comprenderla. Hubo aportaciones bastante interesantes por parte de mis alter egos que intentaban legitimar el abuso del copiar y pegar como forma literaria e incluso llegaban al extremo de pedir subvenciones para los autores especializados en un tema tan difícil por su clara función social.
A media mañana se interrumpió esta Primera Blogoferia para que los participantes y los dos del público asistente prepararan la comida y almorzaran comentando los momentos cumbre de lo que hasta entonces se había podido escuchar en dicho evento.
Con la panza reventada a garbanzos abrimos la sesión de tarde. El aclamado e idolatrado conferenciante Sulaco hizo acto de presencia y regaló a nuestros oídos toda una poesía en movimiento llamada Mi lengua está más negra que la tuya. Los lameculos y pelotas eran una subespecie que restringía su hábitat natural al entorno laboral y eran denostados por todos. Entonces apareció la blogosfera y miles de millones de lameculos encontraron razón de ser y existir y además se convirtieron en estrellas adoradas por muchos y criticadas por ese sanedrín de envidiosos que hagas lo que hagas siempre hablan mal de tí y que está presidido por ESE QUE TODOS SABEMOS. La historia pondrá a cada uno en su sitio y demostrará que los lameculos blogosféricos han sido la mayor aportación al desarrollo de la humanidad desde la invención de la electricidad, sin ellos la red sería un oasis de pornografía y noticias sosas y ellos son los que dan salsa a la vida y hacen que posible que la información se duplique o triplique cada tres cuartos de hora. Los hay del tipo lameculos comentarius, especializados en ensalzar cualquier bobería que ponga el sujeto de su culto, también los hay del tipo lameculos enlazarius que acumulan cientos de enlaces hacia todos esos sitios dignos de su adoración para que aquellos a los que veneran se aupen al podio del éxito y por último también tenemos el tipo lameculos copiarius que incapaces de procesar información inteligente actúan como relés y repiten la información de otros esperando de esa forma aparecer frente al resto como animales inteligentes. La charla acabó con el público en pie y aplaudiendo a rabiar. Se repartieron cafecitos y pastas a los asistentes y hubo mucha palmada en la espalda. Es una lástima que al no permitir la entrada a los copistas estos no pudieron repetir la información y extenderla por toda la blogosfera pero el aforo era muy limitado y a mi madre no le hacía mucha gracia tener que limpiar la casa de nuevo.
Ya casi llegando al final del día la cosa se volvió más técnica cuando hablamos de Joder, que la puta bitácora está siempre caída en donde este que escribe vestido con ropa de pana expresó las quejas de todos los ciudadanos del mundo por no poder acceder a esas maravillas literarias llamadas bitácoras y hospedadas en servidores montados por un grupillo de listillos que pensaron que de esto se podía hacer dinero y que tras los años han comenzado a dejar morir sus criaturas visto que la guita no llega y hay que pagar las facturas. Es la eterna batalla entre la frustración de los aclamados autores frente a la desidia del comerciante sin escrúpulos y su impotencia porque aquello que a ciencia cierta podría aspirar a recibir grandes premios literarios se pierde en una perturbación de la red cuando el hospedaje o el dominio caducan. Hubo un entrañable momento de silencio por todos esos universos bitacoriles que dejaron de existir y encendimos dos velas para pedir al Altísimo que no vuelva a repetirse.
La Primera Blogoferia acabó con un debate titulado Chupamela que la mía es más gorda en el que discutimos sobre la sencillez y la modestia que tanto abunda en este mundillo y la creación de grupúsculos alrededor de estrellas sin glamour que se revolcarán en el fango o donde haga falta por conseguir una línea en cualquier medio tradicional y descalificarán a la competencia o la ningunearán por el miedo que les produce saber que están ahí sin merecerlo. Hubo una ronda de preguntas pero el público asistente no quiso decir nada para poder terminar antes y no perderse la novela de la tarde que dan en TVE Internacional, así que una vez acabado el debate se procedió a cerrar esta Primera Blogoferia, repartir los diplomas que acreditan a los participantes por su infinita paciencia y devoción por el asunto y nos emplazamos todos para una nueva edición en algún futuro esperemos que bien lejano.
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14 respuestas a “Primera Blogoferia”
Pués si, algunos te leemos y no ponemos comentarios, que quieres normalmente no se me ocurre nada ingenioso si me acabo de partir de la risa o algo similar.
No voy a ser pelota, empecé a leer esta bitacora por casualidad buscando información sobre el Firefox, y cuando me di cuenta de que estaba leyendo a alguien de mi ciudad que estaba tan lejos me picó la curiosidad y hasta ahora.
Por cierto que las fotos de la isla que ponías durante una temporada fué lo que me hizo asiduo (mis preferidas la de la playa de Amadores junto con la de las dunas de Maspalomas en sepia).
Bueno espero que este comentario tan interesante y ameno deje claro porque no escribo comentarios habitualmente (aunque me guste lo que leo).
Un saludo.
Musdad, Ha sido algo irónico. Hace años que perdí la guerra de los comentarios, cuando me di cuenta que la mayoría hace como yo, que leo 70 bitácoras y comento en 5. Por lo demás lo importante es divertirse y de cuando en cuando participar y en eso estoy. Algún día pondré más fotos de Gran Canaria o incluso de Tenerife, que tengo unas cuantas.
Pues a mi vas camino de escandalizarme. Que es eso de «y a mi madre no le hacía mucha gracia tener que limpiar la casa de nuevo»????????? Que has dejado que tu madre, que ha ido a visitarte, a demostrarte que no se ha olvidado del nene, a hacerte comiditas ricas y todo eso, haya limpiado tu casa????? Hombre tenías que ser. Y tu madre, demasiado santa.
Más bien digamos que mi madre ignoró las 6 horas de limpieza que hice de la casa antes de su llegada y entró en plan esto es un chiquero y se puso a limpiarlo todo de nuevo. Si lo sé me ahorro la hora de limpieza de la mampara de la ducha y los cuarenta minutos en el retrete, que lo dejé como una sopera de reluciente y limpio.
Y ni te cuento lo que han hecho con el jardín. Es como el huracán Katrina, pero en familia. Ayer se aburrían y me desmantelaron el cuarto de la Macarena y lo reubicaron todo a su manera.
¿Por qué te empeñas en escandalizar a quien no se escandaliza? Ahí queda eso. Que conste que me muerdo la lengua por la cuenta que me trae, no tengo ganas de tirar de mercado negro.
Bishop: Se nota que nunca limpias el cuarto de baño. El otro día escuché tu nombre en la retransmisión de las noticias en El Resplandor. Desde hoy prometo respetarte más que ultimamente tengo pesadillas catastróficas.
Sulaco: Es una lástima que no estés por aquí para responder comentarios, hoy tengo ganas de comentar (me aburro).
Psikke, no escandalizo. Me divierto escribiendo sobre boberías, que es diferente. Aún estoy aquí pero liado en el trabajo. Mañana desaparezco del panorama.
Bishop, los productos abrasivos necesitan de una mano que los pase una y otra vez y se asegure que lleguen a todos los rincones. Toma tiempo y trabajo y si además pones el listón de la limpieza bien alto, toma más tiempo. No pones URL así que no sabemos ni donde ni de qué habla tu bitácora.
Volviendo al principio, te leemos (al igual que yo) si no nos engañas con tu contador de visitas, miles de lectores anónimos. Leemos incluso los comentarios, pero no participamos.
Me gustaría hablar en nombre de todos ellos, que al igual que yo, nos sentimos identificados con tus historias, experiencias y sobre todo nos divertimos. Nos da igual la razón (si es que la hay) de que escribas lo que escribes, pero estamos aquí todos los días y no opinamos para no poner idioteces como las que he escrito ahora… lo de los productos abrasivos, me parece fantástico, y con bastante poco coste ecológico en comparación con el fabuloso biometano que desprenden nuestros extraordinarios culos cuando vamos al baño.
Sulaco, ¿una hora y cuarenta en el baño? ¿Tú no conoces los productos abrasivos verdad? En menos que canta un gallo puedes tener un baño reluciente y oliendo a lo que te de la gana. Supongo que tendrá su coste ecológico, pero que más da, es el baño.
Como dije la semana pasada, yo he empezado mi propia bitácora pero cometi el error de ponerme el listón demasiado alto. Y tras el primer artículo no ha habido más. Lo bueno es que los habrá, los habrá que yo no me rindo.
Lo del congreso, simplemente genial.
César, entre 900 y 1100 cada día pero de esos, cerca de 600 entran por las fotos y se van sin saber nada más de esta página. Sé que hay un montón de gente que no comenta y no me molesta. Si todos comentaran no daría abasto. Yo lo hago y lo haré por diversión. Cuando me aburra lo dejo y me dedico a otras cosas.
Si que lavo mi baño. Un pequeño atomizador mantiene la ducha en un relativo buen estado que de cuando en vez se puede pulir, el asiento real se mantiene estable gracias a la lejia (santo líquido) y unas toallitas mágicas le dan al conjunto un brillo y desinfección inigualable.
Ya incluiré mi link más adelante por lo pronto, no merece la pena, esperaré a manetener una cierta regularidad.
Sulaco….. sí que escandalizas. Pero a mí no 😀
Tus continuos actos de presencia en la 1a. Blogoferia pueden arrebatarte el título de «Principe de la Blogosfera» y otorgarte el de «Príncipe de Zamunda».
Yo no me siento identificada con nada, pero leo. Desde alguna parte.
bishop, sigue sin sonar muy limpio
Psikke, una cosa es ser el bufón de la corte y otra estar en la liga de Campeones. Distorsiones ha sido, es y será un lugar al margen del espacio-tiempo y definitivamente fuera del flujo regular. El Príncipe de Zamunda tenía un montón de dinero y una novia que era una chocha del martes, ojalá me caiga una de esas y no una bigotuda con más pelo que un gremlin.
Priscila, a tí se te perdona todo que eres una diosa en cuerpo presente.